Jorge Herrera Valenzuela
Mucho estamos oyendo, leyendo y hablando del novedoso informe que el Presidente de México acaba de dar al pueblo, con motivo de Los Primeros Cien Días de Gobierno, imponiendo un sello más a su mandato sexenal. Es la primera ocasión que se da un evento de esta naturaleza y tiene como escenario el colonial Palacio Nacional, desde donde, además, de lunes a viernes, todas las mañanas, tiene lugar la conferencia de prensa, presidencial, salvo cuando el mandatario está de gira en algunas de las entidades.
La perspicacia del reportero diarista, la llamo “ldeformación mental periodística”, nos llevó a buscar el quién, el por qué, el cuándo y el dónde, tuvo su origen la modalidad de marcar la tarea desarrollada, en sus primeros tres meses y 10 días, por un gobierno. Desde luego que para elaborar este comentario, principié una serie de entrevistas y contadas personas aludieron al presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt como el iniciador y ejecutor de la idea.
Recurrí a libros, enciclopedias, archivos periodísticos. La respuesta a esta inquietud, es que hay tres momentos diferentes en que se registraron “cien días de gobierno”. En los tres casos, las circunstancias fueron diferentes, siendo la de Roosevelt la que sentó precedente y está vigente en los Estados Unidos de América. Por cierto que le atribuyen a Barack Obama, el primer presidente afronorteamericano, haber dicho: “los primeros cien días van a ser importantes pero, probablemente, van a ser los primeros mil días los que marcarán la diferencia”.
Bueno, pero me fui a la historia universal y sucede que Napoleón Bonaparte pudiera ser considerado el padre de “los cien días de gobierno”, porque fue el tiempo que duró la restauración de su imperio, luego de su espectacular fuga de la Isla de Elba. Al corto período de Napoleón se le conoce como “Los Cien Días”, del 20 de marzo al 18 de junio de 1815; después perdió todo en la Batalla de Waterloo y murió en la Isla de Santa Elena. Sus restos quedaron en el Museo de Los Inválidos, en la capital francesa. Quede precisado que no se mencionó para nada que se tratara de días de gobierno.
4 VECES CONSECUTIVAS, PRESIDENTE
Al neoyorquino que fue cuatro veces seguidas presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Delano Roosevelt, se debe la implantación de “los primeros cien días de gobierno”, cuando por primera vez llega a la Casa Blanca, el 4 de marzo de 1933. Eran los días de la recesión económica, derivada del crack de 1929. Acordó el reto al iniciar su gobierno, porque las circunstancias exigían “actuar y actuar ahora” para tomar medidas eficientes y atender las demandas de los votantes. Estableció “los 100 primeros días de gobierno” con la finalidad de demostrar capacidad de gestión y generar confianza y optimismo entre sus conciudadanos.
Para el 24 de julio de 1933, al cumplirse los cien días, Roosevelt estaba entregando buenos resultados y de ahí en adelante libró batallas para colocar en primer sitio mundial a su país. A él le correspondió la difícil etapa de la Segunda Guerra Mundial y el último de sus cuatro vicepresidentes, Harry S. Truman, lo sucedió en el poder para entrar en la historia como el presidente que ordenó lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki.
TAMBIÉN CUBA REGISTRÓ 100 DÍAS
Pues, ¿qué creen? Los queridos cubanos también tuvieron “El Gobierno de los Cien Días”. Esto fue consecuencia de la caída del gobierno de Gerardo Machado y la ascensión al poder, con el apoyo de los estudiantes universitarios, de Ramón Grau de San Martín. Fue un gobierno del 4 de septiembre de 1933 al 15 de enero de 1934. Esta etapa que se vivió en la bella Isla de Cuba, básicamente sirvió para buscar las soluciones a los múltiples problemas que se confrontaron por varios años.
Cabe comentar que en ese mismo 1933 surgió la figura del general Fulgencio Batista, representante del ala derecha tradicionalista de Cuba, autonombrándose comandante de las fuerzas armadas. También por esos años destacó la acción emprendida por el estadounidense Antonio Guiteras Holmes, con sangre cubana en sus venas; fue un líder revolucionario izquierdista a sus 27 años de edad. Murió dos años más tarde.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Mantendrá su alta popularidad el Presidente Andrés Manuel López Obrador, a pesar de las acciones equivocadas o mal encauzadas por algunos de sus colaboradores?
jherrerav@live.com.mx