CIUDAD DE MÉXICO, 8 de noviembre (AlmomentoMX).- El país enfrenta diferentes problemáticas en lo que se refiere a los programas de retiro. Las pensiones actuales funcionan en un sistema segmentado que resulta en una notable desigualdad. Los beneficios de los sistemas de pensiones anteriores representan un alto costo para los mexicanos. El nivel de ahorro es bajo y los mecanismos actuales no aprovechan las oportunidades de inversión.
Desde hace algunos años se ha planteado la necesidad de reformar el sistema de Seguridad Social partiendo de tres principios: que sea un sistema regulado a nivel nacional, que incluya a todos los mexicanos, basado en un principio de solidaridad social y que sea financieramente viable.
En 2014 no se aprobó la Ley de Pensión Universal por el Senado y actualmente se han hecho planteamientos para incrementar el ahorro en las cuentas individuales de las Afores. Sin embargo, antes de continuar con estas reformas a sistemas aislados, que no incluyen a toda la sociedad, es importante plantearnos como país, cuál es el sistema que se puede adecuar a nuestras necesidades y entorno, que además podamos financiar.
Para pensar en un nuevo diseño del sistema de pensiones, el Banco Mundial (BM) recomienda su construcción a través de un modelo de niveles o pilares. Buscando la sencillez del modelo, el estudio por Lockton México, corredor y consultor privado de seguros plantea un modelo de 3 niveles. La aplicación de este modelo en el panorama nacional se desarrolla a continuación.
El primer pilar normalmente se define como una pensión destinada a proteger a la población, que no puede ahorrar, de vivir en la pobreza durante su vejez. Normalmente se define como un ingreso mínimo y es financiado por el gobierno a través de impuestos.
Un segundo pilar en el que se definen aportaciones obligatorias y el beneficio está ligado al nivel de contribución o de ingreso de la persona.
Un tercer pilar constituido por el patrimonio personal.
Primer Nivel
El primer escalón tendría el objetivo de integrar todos los programas de pensiones actuales no contributivos, dentro del programa “Pensión para adultos mayores”. El beneficio y propósito de este escalón es garantizar una pensión modesta, sin comprometer su viabilidad financiera, y universal, es decir, que se otorgue a cualquier persona sin importar su ingreso, nivel de salud, o historial laboral.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y con los análisis del BM, dicha pensión universal debería ser financiada a través del presupuesto del gobierno federal, mediante los impuestos. En particular, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomienda financiarla a partir del Impuesto al Valor Agregado (IVA), pues al ser pagado a través del consumo y uso de algo, la mayor parte de la recaudación provendría de los hogares con mayores ingresos al ser los que más consumen.
Si el beneficio de este nivel fuera una renta mensual de $1,422 pesos (línea de bienestar mínimo definida por CONEVAL) a partir de los 65 años de edad, se estima que el costo de este programa podría ser equivalente a una tasa entre el 4% y 5% sobre la base para determinar el IVA.
En adición se plantea aumentar la eficiencia del gasto público en sectores como energía, programas sociales, en salud y educación. Sería necesario reducir aquellos gastos que no dan los resultados esperados o que resultan improductivos e ineficientes.
En otro planteamiento para el financiamiento de esta pensión universal, y bajo el paradigma del cambio demográfico en los próximos años, en el cual cada vez habrá más adultos mayores y menos niños, el presupuesto para la educación podría ser ajustado gradualmente y así incrementarse el monto destinado para pensiones y salud.
Segundo Nivel
El segundo escalón estaría enfocado a homologar e integrar los regímenes públicos de pensiones (incluyendo las pensiones del primer nivel), en un Sistema Nacional de Pensiones, que regule y supervise las reglas para los diferentes regímenes de pensiones y jubilaciones de la Federación.
Para lograr este objetivo sería necesario identificar y evaluar actuarialmente la obligación y costo de cada régimen público de pensiones ofrecido en el país. El siguiente paso sería plantear las condiciones generales en las cuales se llevaría a cabo la homologación de dichos esquemas, ajustando los beneficios y condiciones de otorgamiento.
Para efectos de administrar y supervisar el financiamiento de los beneficios del Sistema Nacional de Pensiones, se deberá determinar el costo requerido (aportaciones presupuestales) de cada esquema a corto, mediano y largo plazo, determinado mediante una valuación actuarial, para cubrir las pensiones y beneficios presentes y futuros. En adición, dicho sistema tendría la obligación de reportar al poder legislativo y contar con un sistema nacional de información.
De acuerdo con el BID, las reformas se llevarán a cabo de manera óptima si existe un debate permanente sobre políticas públicas en el área de la seguridad social, se cuenta con transparencia en la información y se llevan a cabo campañas de concientización sobre estos temas del retiro.
Tercer Nivel
El tercer escalón consiste en el patrimonio que cada persona genere para su vejez. Para este nivel, se requiere concientizar a la sociedad sobre el papel de la seguridad social como un beneficio complementario y sobre la importancia de ahorrar para mejorar nuestra calidad de vida en la vejez y tener menos restricciones financieras.
Uno de los mayores gastos que enfrentan los adultos mayores es el gasto en el cuidado de la salud. Para tener un retiro digno es preciso adoptar buenos hábitos y llevar a cabo acciones que nos permitan contar con un buen nivel de salud, ya que no hay forma de establecer una pensión generalizada que sea lo suficientemente grande como para afrontar los gastos por enfermedades en la vejez.
El financiamiento de este escalón puede lograrse de la siguientes formas:
Ahorro individual
A pesar de su alto riesgo, la mayoría de los mexicanos ahorra en instrumentos financieros informales (cajas de ahorro no reguladas, “dinero debajo del colchón”, créditos entre familiares, tandas, etc.) ya que los instrumentos formales tienen un estigma de desconfianza, sumado a los altos cargos y comisiones de estos servicios.
Además de promover la cultura del ahorro desde la niñez, es necesario innovar los productos de inversión, utilizar la tecnología para facilitar el acceso y simplificar procesos, al tiempo que se desarrollan cuentas de ahorro que tengan penalizaciones por el retiro de los recursos antes de haber alcanzado un plazo u objetivo deseado.
Inversión en proyectos de infraestrutura rentables y productivos
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una fracción muy alta de las carteras de los fondos de pensiones en América Latina (tanto Afores como privados) se invierten en bonos del gobierno, los cuales pueden ser utilizados en gasto corriente (mantenimiento u operación de los servicios que presta el Estado). Por ello es necesario implementar políticas de asignación de las inversiones de los fondos de pensiones, para permitir y promover la diversificación de la inversión, redirigiendo una mayor proporción del gasto en proyectos de infraestructura productivos y eficientes, con un política de transparencia.
Evaluar otro tipo de inversiones y patrimonio para nuestro retiro
El Gobierno Federal deberá alentar, regular y dar cabida a distintos mecanismos de ahorro o de inversión que le permitan a los mexicanos contar con distintas fuentes de ingreso. Algunas de estas opciones para la diversificación del ahorro son la adquisición de bienes raíces, seguros de ahorro, planes privados de pensiones, entre otros.
Los sistemas de pensiones necesitan ser regulados, financiados y administrados como un solo sistema a nivel nacional. La Seguridad Social debe ser redefinida en la sociedad mexicana para ser entendida y accionada como un derecho fundamental, que parte de un enfoque humanista, universal y solidario; definiendo beneficios que sean financieramente sostenibles y diseñando mecanismos de financiamiento adecuados.
AM.MX/fm