viernes, abril 26, 2024

Tinker Hatfield: el secreto mejor guardado de los tenis Air Max de Nike

Su nombre puede parecerte desconocido, pero sin lugar a dudas estás muy familiarizado con su trabajo. Si te dijéramos que estamos hablando del creador de las tenis Air Max  ya podrías empezar a tomar dimensión de la magnitud del personaje. Ahora bien, si a eso le sumamos que fue el principal arquitecto de las Air Jordan, el ideólogo de las célebres mallas rosas de Agassi y hasta el inventor de las zapatillas “que se atan solas” de Volver al Futuro, entenderás que no estamos hablando sólo de un diseñador, sino de un verdadero “game changer” de la industria deportiva.

La historia de cómo surgieron los tenis Air Max es muy interesante. Tinker Hatfield nació en Oregon el 30 de abril de 1952. Hijo de un prominente entrenador del estado, tuvo un acercamiento casi inmediato a los deportes. Jugó al básquetbol y al fútbol, y llegó a recibir el premio “Johnny Carpenter Prep Athlete of the Year” en 1970 por su desempeño en atletismo. Ese deporte le abrió las puertas del mundo universitario e ingresó a la carrera de arquitectura en la Universidad de Oregon gracias a una beca. Allí consiguió el récord en salto con garrocha y finalizó en el sexto lugar en la clasificatoria olímpica de 1976. Sin embargo, un día todo se desmoronó.

Durante su segundo año, Tinker cayó desde 5 metros y se rompió el tobillo. La lesión lo obligó atravesar una dura rehabilitación, con 5 cirugías en casi 2 años, lo que le generó una fuerte depresión que se refleja en el documental de Netflix “Abstract: The Art of Design”. No obstante, en medio de ese momento turbulento, se produciría un hecho que modificaría sustancialmente su vida. Tinker era entrenado por el hijo de un antiguo Gobernador del Estado de Oregon. ¿Su nombre? Bill Bowerman. Sí, el Bill Bowerman que, junto a Phil Knight, fundó Nike. Al ver el momento que estaba viviendo Hatfield, el entrenador le diseñó un calzado especial para que pudiera seguir haciendo deporte y no perdiera su beca, y le encargó unos pequeños diseños.

En 1981, Tinker se sumó a las filas de Nike, tras ganar una competencia, pero durante algunos años trabajó como arquitecto en el desarrollo de las tiendas de la marca. No fue hasta 1985 que comenzó a trabajar en las líneas de calzado y recién en 1987 lograría su primer gran éxito: las tenis Air Max 1. Para esto, Hatfield se basaría en el trabajo de Frank Rudy, un antiguo empleado de la NASA, que había desarrollado para Nike una novedosa tecnología de amortiguación que consistía en una unidad de nitrógeno en la suela de la zapatilla. Tinker, inspirado en los mecanismos externos del Centro Georges Pompidou de París, propuso agregarle una ventana a las tenis, de manera que el sistema quedase a la vista. Y si bien en un principio hubo ciertas dudas acerca de esta idea, las Air Max 1 fueron un éxito de ventas e inauguraron una propia franquicia dentro de la marca.

El camino de Tinker dentro de Nike lo llevó a trabajar junto a Michael Jordan en el diseño de las Air Jordan 3. De hecho, el propio Jordan pidió por él para el lanzamiento de la versión XX, luego de que el diseñador se alejara temporalmente de su trabajo en esta línea.

A Andre Agassi le modificó su estética, sumándole jeans, pañuelos y las famosas calzas fluorescentes, y participó en el diseño de los autos del reconocido juego Gran Turismo 6. Sin embargo, en un mar de proyectos revolucionarios, hay una idea de Tinker que fue tan avanzada que llegó al cine antes de poder plasmarse en la vida cotidiana: las famosas zapatillas autoajustables de “Volver al Futuro”. No fue hasta 2005, 16 años después de que se estrenara la película, que Tinker junto a Mark Parker decidieron que realmente harían las zapatillas, que se terminaron lanzando en 2019 con el nombre de HyperAdapt.

Después de una carrera plagada de logros, en la actualidad Tinker Hatfield es el vicepresidente del departamento de diseño de Nike. Y tal vez, el secreto mejor guardado del éxito de la compañía.

AM.MX/cctp

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