miércoles, abril 24, 2024

TEMAS CENTRALES: Arde Morena (l)

Miguel Tirado Rasso

mitirasso@yahoo.com.mx

Pues resulta que, en la 4T, también hace aire, y que, los morenistas, cuando de la disputa por el poder se trata, no entienden razones. En estos días, se definen, tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados, quiénes, por Morena, buscan la presidencia de las respectivas mesas directivas, además de que recién inició el proceso para la renovación de la dirigencia de ese instituto político. Estos movimientos, fundamentales en la estrategia política del gobierno, han alterado los ánimos de encumbrados morenistas, no muy dispuestos a aceptar la democracia como método.

Aun y cuando el lema de la actual legislatura es el de la “paridad de género” y así, ostentosamente, se presentan en sus spots de radio, los legisladores morenistas, o, por lo menos, algunos no están muy convencidos de llevar a la práctica este principio y hacen todo lo posible por conservar el imperio de los hombres en ciertas posiciones. Si bien, es cierto que, a las diputadas y senadoras, les han abierto espacios en las vicepresidencias y en las secretarías de las mesas directivas, para la presidencia habían quedado excluidas.

Mucho se estuvo debatiendo en estas semanas sobre la conveniencia de que, para el segundo período legislativo, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados se honrara la paridad de género y para la presidencia de las mesas directivas, en las dos cámaras, se eligiera a una mujer. Y lo que parecía un acuerdo interno incontrovertible entre morenistas, pues su condición de bancada mayoritaria, le da el peso de la decisión, no lo fue tanto, ya que, en el caso del Senado, el presidente saliente, Martí Batres, decidió que, por el bien de la unidad de su bancada, él debería reelegirse y dejar para otra ocasión eso de la equidad de género.

Ante estas dos posiciones, y para evitar una costosa fractura, se negoció que los senadores eligieran entre las dos opciones: la reelección de Martí Batres o la elección de la senadora por Tabasco, Mónica Fernández, quien había fungido como vicepresidenta de la mesa, durante el primer período de sesiones, y que se inscribió para contender por el cargo.

Como resultado de la elección celebrada el lunes pasado, la senadora tabasqueña será la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Senadores, para el período del 1 de septiembre de 2019 al 31 de agosto de 2020, lo que para la mayoría pareció una buena solución. Sin embargo, no todos quedaron conformes. Como la característica de nuestros políticos es la de ser pésimos perdedores, el derrotado cargó la culpa de su derrota a maniobras del Coordinador de su bancada, Ricardo Monreal. Para dejar bien asentado su malestar, se dedicó a difundir, a través de una ronda de entrevistas en medios electrónicos, su inconformidad con el resultado, acusando al senador Monreal, de haber conducido un proceso “inequitativo, fraudulento, lleno de trampa”. Lo menos de lo que se quejó de su coordinador fue de haberlo “perseguido y combatido”, además de haberle pedido a los senadores que no lo apoyaran.

Martí perdió con esto, además de su reelección en la presidencia de la mesa directiva del Senado, la oportunidad de mostrarse como un político maduro, de altura, haciendo evidente su falta de control, sensatez y prudencia. El desahogo de sus rencores y resentimientos contra el que es su coordinador de bancada y hacer públicas sus diferencias, dejan que desear de quien tendrá que convivir cinco años más en el Senado con aspiraciones a un mejor posicionamiento político. Se sabía de las diferencias que existían entre los dos senadores, desde el inicio de la LXlV Legislatura, pero en razón a sus posiciones políticas estratégicas, no había más que buscar que ambos se coordinaran y rindieran buenos resultados para el proyecto de gobierno de Morena. Lo que así sucedió, hasta ahora.

A los exabruptos de Martí, Monreal tuiteó “En política, las decisiones que se toman suscitan controversia y hasta polarización. El Grupo Parlamentario de Morena votó en libertad. Comprendo las reacciones y las descalificaciones: son injustas, pero actuaremos con tolerancia y altura de miras”.

Y es que para esas ligas hay que tener colmillo y experiencia.

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