Gabriel Pereyra
El imbecil de Pérez Reverte es el que tiene que pedir perdón. De mecha corta, pelado, con sus instintos a flor de piel. no duda en insultar a una persona que tiene una visión diferente sobre la historia.
Creí que era un hombre inteligente y lo es, pero también es un imbecil que desde su ubicación política y geográfica se expresa intolerante, como
franquista de la guerra civil española. Ha demostrado que una cosa es la inteligencia y otra muy distinta sus instintos.
Encomendero moderno, ante un pensamiento distinto, enloquece, agrede e insulta.