jueves, mayo 16, 2024

OTRAS INQUISICIONES: La confesión de Marko

Pablo Cabañas Diaz.

Hay una diferencia entre reconocer y confesar. Reconocer supone suavizar el error, confesar  es mencionar el error en toda su crudeza. La confesión de los errores  de Marko Cortés tiene su inicio en  septiembre del año pasado, cuando la dirigencia del PAN tomó la decisión de ceder un mayor número de posiciones al PRI, en las fórmulas para el Senado, lo que provocó que 16 de los 19 senadores de Acción Nacional no tuvieran la posibilidad de relegirse, incluidos su coordinador, Julen Rementeria y sus vicecoordinadoras Kenia López Rabadán y Josefina Vázquez Mota.

 

Sin posibilidad de reelección la actual dirigencia panista en la Cámara Alta se puede consolar con la certeza de que en la legislatura LXVI, llegará Ricardo Anaya, Mauricio Vila y Marko Cortés quien se puso en el primer lugar en la lista plurinominal. Al paso de siete meses de la elección en Coahuila, es el propio presidente del PAN quien dio a conocer el pasado nueve de enero  un documento titulado: “Acuerdo Político Electoral Coahuila 2023-2024”, suscrito entre el PRI y el PAN, en donde quedó establecido un procedimiento institucional, que el PRI se encargaría de los procesos electorales en el estado de México y Coahuila, y el PAN, tendría a su cargo la nominación de quien estaria como candidato a la presidencia de la República y la jefatura de Gobierno de la ciudad de México en 2024. Pero también, Marko Cortés negoció con Alejandro Moreno literalmente el reparto del botín, como la ratificación de una magistratura en Coahuila, la repartición de notarías y de oficinas de recaudación y puestos en el sector educativo, en los órganos autónomos de la entidad y en la estructura de gobierno de esa entidad.

 

La confesión de Marko se debe a que el PRI  será el que lleve la batuta en la batalla  electoral para la elección del Senado y la Cámara de Diputados posiciones esenciales para asegurar su supervivencia como partido político. Alejandro Moreno se impuso como el gran ganador en las negociaciones de la ahora coalición “Fuerza y Corazón por México”. El tricolor tendrá más candidatos al Senado y casi el mismo número de aspirantes que el PAN a la Cámara de Diputados, de acuerdo con el convenio de coalición de la alianza opositora.

 

La cesión que hizo de espacios el líder del PAN en el Poder Legislativo facilita al PRI el poder colocar a dos candidatos ―en primera y en segunda fórmula― al Senado en Campeche, la tierra de su líder nacional también tendrá dos aspirantes en Coahuila, la gubernatura que pudo mantener en las elecciones de junio del año pasado. En el cálculo priista, esas son las dos entidades en las que consideran que tienen más oportunidades de hacerse de un lugar en la Cámara Alta.

 

El PRI también logró pasar a sus candidatos en las listas para la primera fórmula en la ciudad de México, Colima, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nuevo León, Puebla, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas. Esto quiere decir que, incluso si queda en segundo lugar en esas contiendas por el Senado, podría aspirar a tener al menos un representante en la Cámara Alta como primera minoría.

 

En total, el PRI tiene 14 posiciones en la primera fórmula y el PAN sólo 13, aunque actualmente hay casi el doble de senadores panistas (19) que priistas (10). Marko Cortés solo logró tener las dos candidaturas al Senado en algunos de sus bastiones, como Aguascalientes, Chihuahua y Querétaro, según el convenio que él filtró. Los panistas ocupan el primer lugar, en Baja California, Baja. California Sur, Durango, Jalisco, el estado de México, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz.

 

En la Cámara de Diputados la coalición competirá como un solo bloque en 253 de los 300 distritos electorales. El PRI podrá colocar a 96 candidatos, solo dos menos que el PAN. El partido de Marko Cortés tiene actualmente 79 diputados, el PRI, sólo 49. Ese es el precio que la dirigencia del PRI aplicó a sus socios para competir juntos el próximo año. Obtener el mayor número de candidaturas posibles y en lugares competitivos. Es lo que el PRI creyó que valía su apoyo a la coalición. El reparto también da una idea de cuáles legisladores opositores podrán aspirar a reelegirse y quiénes tendrán que buscar otro cargo o, simplemente, ceder el espacio. El costo para el PAN es mayúsculo ya que podría quedarse sin posiciones claves en el poder legislativo y posiblemente sin la presidencia de la República y la jefatura de Gobierno de la ciudad de México.

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