jueves, diciembre 12, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Grandes maestras: Celia Calderón

Pablo Cabañas Díaz.
Celia Calderón de la Barca (1921-1969). Es conocida por su obra gráfica, aunque fue también una destacada pintora y acuarelista, cuya técnica le ganó un lugar como maestra en la Academia de San Carlos a partir de 1946. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) y en el taller de Francisco Díaz de León grabado en 1942. Tras ganar un primer premio en dibujo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la becó para continuar su formación en la Escuela de Artes del Libro. Tan sólo cuatro años después inició su carrera como maestra en la Academia de San Carlos, donde enseñó principalmente grabado, y también, aunque en menor medida, pintura y dibujo.
De igual manera fue profesora en las escuelas dependientes del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). En ese mismo año fundó, junto con otros compañeros, la Sociedad para el Impulso de las Artes Plásticas. Una oportunidad para viajar al extranjero se le presentó en 1950, cuando le fue otorgada una beca para estudiar en la Slade School of Art de Londres, financiada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Británico. Ese mismo año participó en la Primera Bienal Interamericana. Como grabadora empleó diversas técnicas, especialmente xilografía y litografía, y debido a su excelente trabajo fue invitada a unirse a la Sociedad Mexicana de Grabadores en 1947, también fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana dos años más tarde. En 1951 tuvo su primera exposición individual, al año siguiente se unió al Taller de Gráfica Popular y en 1955 ganó el Salón de Otoño del Salón de la Plástica Mexicana.
Leopoldo Méndez señaló la gran creatividad de Celia, equiparándola con Ángel Bracho y Pablo O’Higgins, como artistas que se caracterizaron por una gran personalidad artística. El reconocimiento de sus compañeros le valió ser elegida para viajar y estudiar en la Unión Soviética y en la República Popular China, lo cual era una oportunidad particularmente inusual. Además de exponer en el Centro de Artistas de Pekín, Calderón conoció los talleres de varios artistas chinos prominentes, con quienes trabajó intensamente. Durante 1963 adquirió mayor liderazgo pues junto a Elizabet Catlett y Mercedes Quevedo conformaron la directiva del Taller de Gráfica Popular.
Como maestra instruyó a varias generaciones durante los años sesenta y fue altamente respetada por la comunidad artística. Su obra fue presentada en diversos lugares de México, Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y varios países europeos. Colecciones particulares como la de Andrés Blaisten en México, cuenta con obra gráfica suya y óleos de gran calidad, entre los que destacan La familia (1948), Niñas Chinas (1958) y Maternidad (1960), por mencionar algunos.
Celia Calderón participó y destacó dentro de un gran número de grupos y sociedades artísticas a lo largo de su carrera. Asimismo, tuvo la oportunidad de realizar viajes y conseguir becas que señalan el reconocimiento que sus contemporáneos daban a su trabajo y que la distinguen como una artista inquieta y dinámica. Varios de sus alumnos la describen como una mujer de carácter fuerte, exigente, pero al mismo tiempo comprometida con la docencia.

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