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Mourinho acepta un año de cárcel y multa millonaria por dos delitos fiscales

Mourinho
José Mourinho. Foto: El País

CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero (AlMomentoMX).— Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía de Madrid, el entrenador portugués José Mourinho aceptó ser condenado a un año de prisión —que no cumplirá— y a una multa de alrededor de 2.2 millones de euros por eludir el pago de 3.3 millones de euros.

De acuerdo con la agencia EFE, el ex director técnico del Real Madrid reconoció los hechos ante el tribunal de la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid en un juicio que apenas ha durado unos minutos, al tratarse de una formalidad tras el acuerdo alcanzado entre la defensa del jugador y la Fiscalía.

Mourinho aceptó ser condenado a un año de prisión, como autor de dos delitos fiscales al defraudar 3.3 millones de euros procedentes de sus derechos de imagen durante su etapa como entrenador del Real Madrid. También deberá pagar una multa de unos 2.2 millones correspondiente al 60 por ciento de la cuota defraudada, esto es, 966 mil 922 euros (2011) y un millón 15 mil 879 (2012). Además de 180 mil euros que sustituyen la pena de prisión.

El director técnico incurrió en dos delitos contra la Hacienda Pública tras suscribir en 2004 un contrato por el que simulaba la cesión de la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Koper Services SA, con domicilio en las Islas Vírgenes Británicas.

Con esto, el portugués fue denunciado por la Sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid acusado de defraudar 3,3 millones de euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), concretamente un millón 611 mil 537 euros en 2011 y un millón 693 mil 133 euros en 2012.

Mourinho suscribió un contrato por el que cedió antes de septiembre de 2004 sus derechos de imagen a la sociedad Kooper Services S.A. con sede en las Islas Vírgenes Británicas.  Y ese día rubricó un nuevo contrato de cesión de sus derechos de imagen entre Kooper y la irlandesa Multisports & Image Management Limited. Cuatro años después, la sociedad irlandesa suscribió con Polaris Sports Limited, que tenía el mismo domicilio social, un contrato de representación para que buscara y negociara contratos comerciales.

“Todas estas estructuras societarias fueron utilizadas por el denunciado con el objeto de hacer físicamente opacos los beneficios procedentes de sus derechos de imagen”, señalaba el Ministerio Fiscal en su denuncia.

Tras abandonar su cargo de entrenador en el Chelsea, Mourinho firmó el 31 de marzo de 2010 un contrato de trabajo con el Real Madrid y trasladó su residencia a la capital, motivo por el cual adquirió la condición de residente fiscal en España.  Sin embargo, “con ánimo de obtener un beneficio ilícito”, presentó en plazo sus declaraciones de los ejercicios 2011 y 2012 sin declarar sus ingresos procedentes de la cesión de sus derechos de imagen.

El 23 de julio de 2014, Hacienda comunicó a Mourinho que se le iba a investigar sus declaraciones de IRPF de los ejercicios 2010-2012 y de No Residentes de 2013 y aportó los certificados emitidos por Global Directors Limited de los que se desprendía que Operating Nominees Limited ostentaba el 100 por ciento de Kooper.

Fue entonces cuando en su liquidación, Hacienda observó que los ingresos percibidos y no declarados por los derechos de imagen eran de tres millones 249 mil 521 euros en 2011 y dos millones 805 mil 903 euros en 2012. De ahí que el denunciado firmara el 3 de julio de 2015 acta de conformidad, reconociendo la falta de declaración de los derechos de imagen, accediendo al abono de una sanción de un millón 146 mil 307 euros.

El técnico portugués declaró ante el juez el pasado 3 de noviembre de 2017 que se marchó de España en 2013 con la información y con la convicción de que su situación tributaria “estaba perfectamente legal”.

Pero al contrario de lo que sucedió con Cristiano Ronaldo, el juicio de Mourinho no ha trascendido a la prensa, pues ni la Fiscalía ni el Tribunal Superior de Justicia de Madrid informaron previamente de su celebración, como suele ser costumbre con los juicios que suscitan un interés publico.

AM.MX/dsc

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