martes, abril 16, 2024

LIBROS DE AYER Y HOY: La virgen loca

Teresa Gil

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

 

No es de extrañar que la locura se haya aposentado en el mundo y que México esté en ese universo de 350 millones que padecen depresión y 264 millones en estado de ansiedad como lo informó recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) .

Ya desde 2014 ante el alarmante aumento de problemas mentales, el poder legislativo había aprobado la consulta externa especialmente para problemas de ese tipo, lo que implicó reformas constitucionales.

Si la situación no fuera tan grave, se tomaría como una broma reformar la Constitución solo porque  uno se está volviendo loco. Las cosas no dan para menos.

En una kilométrica sesión de la cámara de diputados, se habló de 43 mil 700 defunciones por trastornos mentales (datos de INEGI) y de que uno de cada cuatro mexicanos de entre 18 y 65 años de edad, los padecían.

Pero como contrasentido, hay poca infraestructura o descuido oficial, para que sea únicamente el 2.5 por ciento los que estén atendidos. Se dijo ahí, que 15 por ciento de los mexicanos padece o ha padecido ansiedad, depresión, esquizofrenia, epilepsia, déficit de atención y otro tipo de trastornos.

En 2015 ya se manejaba el dato oficial de que los problemas mentales han aumentado 50 por ciento en los niños  y en el pasado Día de la Salud Mental -10 de octubre de 2016-, la OMS, hizo un  llamado urgente a atender a toda persona que haya tenido una crisis.

Y partió de los muchos problemas que existen en este momento en el mundo y que orillan a la gente a esa situación. México está entre los países con problemas de ese tipo por las crisis de seguridad que está viviendo. Apenas en febrero, la propia OMS lanzó una advertencia mundial: las enfermedades mentales aumentan y en el caso de México maneja cifras de 4.4 por ciento de aumento en ansiedad y cifras parecidas en depresión. El suicidio va en ascenso sobre todo en jóvenes.

El aumento de trastornos mentales viene a ser de 15 por ciento en los últimos doce años y las mujeres pueden ser las más afectadas. Ante todo las solteras. Un hombre observador, curioso, ya había advertido  el fenómeno desde 1974 y fue así como Hosmé Israel  creo su personaje ya clásico La Virgen Loca ( obra de Hosmé y película con el mismo nombre  de Rústicas Producciones y la  Universidad Veracruzana, bajo el guión de los dramaturgos Luis Mario Moncada y Ricardo Braojos, 2017). Y lo hizo en Xalapa, capital de un estado, Veracruz,  que encabeza los más altos índices de muerte por locura y de enfermedades vinculadas. Pero él, como actor y dramaturgo,  lo vio por el lado artístico, teatral, y configuró en plena juventud, un personaje extraordinario a partir de una solterona que imbuida de los prejuicios y las costumbres de que impregnan a una mujer soltera y fea, la va encaminando a una locura que termina por ser aceptada como normal.

Es esa visión que les sirve a ciertos sectores, como la iglesia católica que se nutre de mujeres solas que -como algunas monjas-, abonan su tiempo y su trabajo a favor de los curas. Más de cuarenta años fue representada la obra hasta la muerte de Hosmé el año anterior y ya era famoso el personaje que deambulaba con impacto popular por la ciudad, vestida de blanco como novia recatada, seguida por su acompañante, otra solterona como ella, una criada, que no tenía la prosapia de su patrona para  inspirar un drama o una comedia.

Era simplemente el resguardo moral para que “la señorita” , no anduviera sola por la calle. De una situación común en ciertas épocas, la obra dramática se fue relajando con el tiempo sin perder su estructura y solo abonó a los años un poco de humor que aquel hombre, Hosmé, le imprimió vestido como ella, a la fea solterona. Ver la excelente película que se exhibió a  unos cuantos invitados el pasado 6 de mayo en el cine Tonalá de la CDMX, retrotrajo a aquellas historias que han escrito los grandes escritores y dramaturgos, sobre ese ser único, con características sociológicas muy marcadas en todos los países y que son vistas como los resabios que la vida deja para que atiendan a la madre, a la tía enferma o al sobrino vividor.

Y desde luego sin  dejar a un  lado el afán mostrado por dramaturgos mexicanos,  al retratar en sus obras el influir de las costumbres conservadoras y religiosas, en la conducta de la gente. La Virgen Loca podría ser  exhibida en grande próximamente, para hacer un homenaje al  hombre que vivió y representó a un personaje tradicional y en su afán actoral  llegó, incluso, a confundirse con él.

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