jueves, mayo 16, 2024

La Costumbre del Poder: Ley, libertad, empatía, sociedad: ¿actitud o compromiso? V/V

*Al no proceder con actitud positiva ante la ley, al no considerarla como parte de nuestro entorno, para lograr empatía y poder vivir en sociedad, en paz y con libertad, lo que se construye es esa casa de los tres cochinitos, porque llegará el lobo y soplará… y soplará y soplará hasta derribarla. Al proyecto, a la transformación, le ocurrió lo mismo que al florero, quedó suspendida en el vacío

Gregorio Ortega Molina

Vivir en libertad y con empatía, se trastoca cuando la actitud se modifica de acuerdo al estado de ánimo o, de plano, cuando el carácter queda totalmente afectado porque la manera de ser mudó de manera definitiva y empiezan a hacerse guarradas.

     Ese comportamiento que nos identificaba dejó de ser nuestra característica, y procedemos a actuar como sin nada fuese importante o trascendente, sin importar la ley porque es la ley, y las consecuencias de lo hecho dejan de ser pasajeras o corregibles, para convertirse en indelebles y en el sello de la actitud del guarro que así se comporta.

     Sí, el guarro que se niega a ser florero, y considera que para rechazar esa realidad que lo circunda y le impide ser a plenitud, ha de proceder como lo indicara Hermann Hesse en Demian y le da por “romper su mundo”, el que lo vio nacer y lo transformó en lo que es y determina, por el solo hecho de considerar que el entorno que lo definió dejó de existir. Si no hay mesa, o lápida para colocar el florero, éste no existe.

     Tarde se da cuenta de que sus decisiones únicamente se convierten en esas representaciones que no son, como las creadas por Robert Houdini, David Copperfield o Fu Manchú… y ese florero que no deseó existir sólo se asienta en un vacío, flota, carece de consistencia, porque nada más es imaginario, pero se niega a desaparecer.

     Al no proceder con actitud positiva ante la ley, al no considerarla como parte de nuestro entorno, para lograr empatía y poder vivir en sociedad, en paz y con libertad, lo que se construye es esa casa de los tres cochinitos, porque llegará el lobo y soplará… y soplará y soplará hasta derribarla. Al proyecto, a la transformación, le ocurrió lo mismo que al florero, quedó suspendida en el vacío.

     ¿Qué es lo que más se resiente, cuando todo queda en suspenso? La salud es cada día más difícil de preservar, lo mismo que la vida, pues ejecutan, asesinan y despojan o extorsionan, porque se carece de esa autoridad empática con los jodidos, con los que realmente menos tienen. ¿Qué se perdió con la disolución de las autodefensas, si la Guardia Nacional no garantiza libertad y paz? ¿Qué perdemos cuando la observancia de la ley y la responsabilidad del Estado se disuelven en ensueños y/o pesadillas? ¿Qué con la disolución del Seguro Popular, primero, y después del INSABI?

www.gregorioortega.blog                                       @OrtegaGregorio

Artículos relacionados