MOSCÚ, RUSIA.- La muerte del jefe de la milicia Wagner y de dos de sus dirigentes, el pasado miércoles, asestó un duro golpe al grupo paramilitar, aunque el modelo, indirectamente vinculado al Estado ruso, probablemente sobreviva.
Yevgueni Prigozhin, su mano derecha Dmitri Utkin y el comandante operativo del grupo Valeri Chekalov murieron el miércoles cuando el avión en el que viajaban se estrelló cerca de Moscú.
Desde entonces, los movimientos rusos de extrema derecha cercanos al sector militar lamentan la desaparición del grupo, señaló el analista Lucas Webber, cofundador de la red de investigación Militant Wire.
El 24 de junio, Prigozhin se sublevó contra el Estado Mayor y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, apoderándose de cuarteles del sur de Rusia y emprendiendo una marcha de sus tropas hacia Moscú.
Durante el levantamiento, el presidente ruso, Vladimir Putin, no ocultó su ira y acusó a su exaliado de “traición”.
La muerte de Prigozhin deja ahora la vía libre a Putin para repensar la estructura de este imperio paralelo, que probablemente pagó el precio de haberse creído más fuerte de lo que era. Y del sector de las sociedades militares privadas rusas (SMP).
El presidente ruso consideraba a Prigozhin un traidor a causa de la sublevación armada que encabezó el 23 y 24 de junio, pero el jueves por la noche se refirió a él como un hombre “talentoso” que, no obstante, cometió “graves errores en su vida”.
De momento, no se ha confirmado el deceso del jefe de Wagner, ya que las pruebas genéticas para identificar los cuerpos todavía no terminaron.
Los investigadores no se han pronunciado acerca de las pistas examinadas ni tampoco han mencionado ninguna hipótesis sobre las causas del accidente.
El avión privado en el que viajaban Prigozhin y sus colaboradores más cercanos se estrelló el miércoles por la tarde al noroeste de Moscú, lo cual dio lugar a múltiples especulaciones sobre si el poder ruso podría haber urdido el suceso.
En Estados Unidos, Francia, Alemania y Ucrania, varios responsables dejaron entrever sus sospechas de que el Kremlin podría ser el responsable del accidente.
AM.MX/fm