martes, mayo 14, 2024

ISEGORÍA: Los gobiernos inservibles

Sergio Gómez Montero*

donde sólo queda una imagen en pie,

una casa en llamas

  1. Robino: “Poética II”

 

Quizá, uno de los efectos más devastadores de 25 años de neoliberalismo sea la existencia hoy de lo que pueden denominarse gobiernos inservibles (habría que insistir que no Estados fallidos, pues eso lleva a confundir el efecto con la causa), que son aquellos (Trump, Peña, Macron, Temer, Macri, Santos en muchos aspectos) que se manifiestan hoy y cuya labor es sólo una: consolidar el avance de un capitalismo cada vez más voraz y destructivo.

Primero, ¿cómo se llegó a ello? La carrera fue relativamente larga (que 30 años es nada) y se inicia precisamente en los 80, cuando el Estado se comienza paulatinamente a derruir y de él, luego del incendio, no quedan sino sus cenizas, que en todos los sentidos comienzan a ser sustituidas por la propiedad privada; lo público, así, pasa a ser privado y, segundo, cuando desaparece el Estado (se nulifica el contrato social que, en el caso de México, se firmó en1917, y que establecía el tutelaje estatal sobre lo público, incluyendo particularmente a la población más desprotegida) y por ende lo público pasa también poco a poco a mejor vida. Sin Estado que vele por lo público, éste, el Estado, se convierte cada vez más en una entidad privada que a lo más puede ser denominada como gobierno (hoy inservible), un gobierno uno de cuyos efectos coyunturales fue el Estado fallido que era el que no hacía nada para imponer su autoridad, con objeto de que así esa autoridad fuese siendo trasladada a los grupos de facto (narcos, fascistas, policías o militares corruptos, guardias blancas) que de esta manera se encargan hoy de imponer la “ley”. Una “ley” inventada por ellos, pues la Constitución (su contrato social) en México ya no existe. El Estado cada vez menos; pues sin nada que administrar (un presupuesto público cada vez más raquítico y destinado gran parte a alimentar la corrupción), él es sólo una entelequia.

Y es así que los gobiernos inservibles de hoy acumulan en su haber cuentas cada vez mayores de población en la miseria, miles y miles de asesinados y desaparecidos, cárceles siempre a su límite, desastres naturales cada vez más tremendos e inexplicables, ofensivas distribución del ingreso y acumulación de capitales. Ello frente a un gobierno de pacotilla que es incapaz de detener esa ola de agresión continua en contra de la sociedad toda; pero particularmente allí quien más sufre los efectos de esa descomposición social son, obvio, los sectores más desprotegidos y vulnerables de la población, los que hoy son incapaces de dar respuesta a tanta ignominia.

Pero no sólo eso. Ese gobierno inservible se ve cobijado no sólo por su patrón, la propiedad privada, sino por un acompañante fiel y sumiso: la denominada clase política (¿o no, Ernesto Cordero?) que, pertenezca al partido que pertenezca, está allí dispuesta siempre para barrer y regarle al gobierno.

¿Quién le pondrá el cascabel al gato? Es decir, ¿por cuánto tiempo las sociedades contemporáneas de Estados Unidos, China, Rusia, Europa, África y América Latina seguirán aguantando el yugo que hoy aguantan (los gobiernos inservibles) y podrán ellas solas, al fin, decir ¡Basta!?

*Profesor jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

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