jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: ¿Consultar para gobernar?

Sergio Gómez Montero*

Pero no pasa nada. No pasa nada
en esta vida, mientras camino
mirando atrás, por las calles floridas

M. Argueta: “La carta de los niños”

Para Taibo II, más mexicano que el pulque

y compañero de muchas luchas

¿Por qué comenzar a gobernar antes de tiempo, introduciendo así modificaciones sustantivas al calendario natural de los haceres y abriendo dudas sobre el porqué del adelantamiento de los tiempos; quién lo pidió, por qué se hizo así, cuándo y cómo surgió el acuerdo; entre quiénes? La manera tan singular con que López Obrador ha asumido la tarea de gobernar al país desde el momento en que supo que había ganado las elecciones ha generado inquietudes diversas entre sus gobernados, quienes no terminamos de ver claramente cuál es el objeto de ese adelantamiento en muchos sentidos inexplicable e inútil, pues, pregunto en lo particular, ¿no hubiera sido mejor sujetarse a lo que la Constitución establece al respecto y fortalecer así su presencia como gobierno constitucional; no hubiera sido lo mejor para López Obrador como presidente formal del país?

La CEPAL, recién, acaba de publicar un libro lleno de enseñanzas en ese sentido que deberían, por ejemplo, leer quienes a partir del próximo primero de diciembre van a formar parte del gabinete del próximo gobierno para saber qué es algo de lo mucho que tienen que hacer: Institutional frameworks for social policy in Latin American and the Caribbean, en donde el gobierno que se recomienda trata de poner en práctica políticas sociales que realmente contribuyan a superar las graves condiciones de deterioro social que enfrentan nuestros países, haciéndolo de la manera más ordenada posible una vez que se ha logrado alcanzado el poder para gobernar.

Y la tarea no es fácil si acudimos por ejemplo a lo que hoy está sucediendo en Tijuana, en donde el racismo y la discriminación de muchos de sus habitantes regulares en contra de las caravanas migrantes que vienen de Centroamérica (no más de 4 mil personas, entre ellos muchos niños y niñas) es inexplicable y condenable, como lo es también inexplicable y condenable la conducta de sus gobernantes municipales, quienes ni siquiera conocen lo que nuestra Constitución establece al respecto y por eso tratan ilegalmente de cerrar las puertas de la ciudad argumentando una consulta ciudadana (como las de AMLO) que constitucionalmente no tiene ningún sentido y sí habla de su racismo e idiotez.

Es decir, o se gobierna con la ley o los alacranes van a tener alas y los ciudadanos vamos entonces sí a quedarnos sin defensa. Es hora, pues, de preguntarnos varias cosas: ¿en un gobierno nuevo, que quiere gobernar tranquilamente para las mayorías pobres del país, cómo debe aplicarse hoy la ley? ¿Es necesario iniciar con una nueva ley? Si esto último fuera válido, ¿no acaso habría que comenzar con una nueva constitución? Eso sí, ¿por qué no se le consulta a toda la población?

Insisto, gobernar no es nada fácil.

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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