FRANCISCO RODRÍGUEZ
Cuando un país está mal… ¡todo está mal! * Gobierno y sociedad, somos responsables
No hay que cerrar los ojos ni mirar hacia otro lado y menos negar que, como nunca, México atraviesa por las peores condiciones de toda su historia.
Estamos mal, muy mal.
Porque no sólo el Presidente está actuando mal en todos los aspectos. También los desconocidos, mudos y ausentes integrantes de su gabinete y, claro, el resto de mandatarios estatales, incluidos los cada vez menos opositores que aún quedan por estas fechas.
El Legislativo federal por las mismas. Destacadamente la Cámara de Diputados donde la acrítica mayoría del Movimiento de Andrés Manuel López Obrador (el MALO, por sus siglas en español) aplasta con su obediencia e ignorancia cualquier opinión, posicionamiento o voto de las minorías opositoras.
La procuración de justicia está en las peores manos que la llamada 4T pudo encontrar. Un fiscal que tiró por la borda la autonomía conseguida y que tiene a la FGR como su despacho particular en donde nada más atiende sus asuntos personales… y los que le ordenan y como se los ordenan desde Palacio Nacional,
Y ¡ni qué decir del Poder Judicial! También sumiso, postrado. Temerosos ministros, magistrados y jueces ante los regaños e invectivas del clown que estelariza las matinés palaciegas, sobre todo cuando sus fallos resultan adversos a lo que en su retorcida imaginación desea el “caudillo” que se lleve a cabo. Y como él quiera que se lleve a cabo.
Las policías municipales y estatales están a punto de desaparecer por la falta de recursos y de la capacitación adecuada. Pero también ante la arrolladora presencia de soldados y marinos que, también sin preparación, han sido habilitados como gendarmes. Y, claro, con las mismas prácticas de aquellos a los que paulatinamente están sustituyendo: “mordidas”, extorsiones, alianzas con los delincuentes organizados en cárteles y aun con los criminales de ocasión.
Por eso es que la barbarie también se ha instalado a sus anchas en todo el territorio nacional.
¿Quiere que platiquemos de los despojos que la tolucopachucracia dejó de los partidos políticos, tras la firma de sus dirigentes de aquel fallido –para no variar– Pacto por México y del apoyo de éstos a las llamadas “reformas estructurales”? ¿O de cómo casi los desapareció el MALO en el 2018? Mejor no.
Estamos mal, muy mal.
La salud, desatendida y sus instituciones, saqueadas.
La educación, casi en los mismos niveles que tenía hace un siglo cuando la inmensa mayoría de la población era analfabeta o llegaba solamente al cuarto grado de primaria. Hoy, esas mayorías siguen sumidas en el analfabetismo funcional: no entienden lo que leen, si es que acaso leen o saben leer, y escriben con todas las faltas de ortografía imaginables. De Historia, Civismo y Geografía, mejor no hablemos.
Corrupción extendida en la sociedad
Pero no solamente “los de arriba” están mal. También lo que se ha dado en llamar “sociedad civil”.
Empresarios y banqueros, as always, instalados en la voracidad y expatriando sus capitales. Los sindicatos, también como siempre, aliados al capital y en contra de quienes alquilan sus capacidades y fuerza de trabajo.
Los organismos civiles, enfrentados unos con otros y sin posibilidad cercana de encontrar puntos de coincidencia.
En estas peores condiciones por las que el país atraviesa hasta el futbol profesional está mal. Tiene desencantados a sus seguidores, hartos de verlos perder ante equipos mediocres, en tanto los propietarios de los clubes llevan su espectáculo al extranjero para que éste les reditúe en dólares.
Y el beisbol, deporte oficial de la 4T, recibiendo grandes cantidades de numerario proveniente de nuestros exangües bolsillos sin que esto redunde en una mayor aceptación y ampliación de sus partidarios ni en mejores eventos.
Quienes se preparan para competir en justas internacionales continuamente se quejan del saqueo que, desde las asociaciones y federaciones afiliadas a la Conade no reciben apoyos debido a que los recursos asignados son saqueados.
No estamos preparados tampoco para recibir a los turistas internacionales. Hay improvisación y malos tratos hacia los visitantes que se atreven a venir a lo que consideran, con razón, “tierra de apaches”, sin ley y con mucha violencia.
¿El cine nacional? ¿El teatro? ¿Los circos? Exangües. Sin recursos. Sin espectadores ante el empuje de Hollywood y ahora, por supuesto, de Netflix y de otras plataformas de streaming.
Y en esta misma pésima situación se encuentra el periodismo. También es víctima de la mediocridad de muchos de quienes desempeñamos la profesión de informar y/o de opinar. La impreparación es casi general. El conformismo ante el boletín es cotidiano, igual que la perniciosa declaracionitis. Y a los bajos salarios y al desprecio cada vez mayor de chairos y amlovers, sume usted lo que lo provoca: las amenazas proferidas por el nacido en Tepetitán cuando se le cantan sus verdades. Por eso es por lo que hay muchos colegas asesinados y muchos más amenazados.
Lo peor es que las mayorías están cooptadas. Las dádivas que, les dicen, reciben gracias a la generosidad del presidente de la República les mantienen en el conformismo y, eso sí, listos para acudir al llamado de los dirigentes del MALO para que “acarreados”, llenen auditorios, plazas públicas, y por supuesto voten por quien les digan pues ya no tienen voluntad… ni dignidad.
México está mal. Muy mal.
¿No cree usted?
Indicios
El dinosáurico cacicazgo de trabajadores del sector salud está herido de muerte. Y da coletazos. El paciente de no pocas adicciones Joel Ayala Almeida, quien cabalga sobre el agónico sindicato ordena reprimir a médicos, enfermeras, técnicos, laboratoristas que en torrente se afilian al nuevo Sindicato Mexicano de la Salud en pleno ejercicio de la libertad de la que ya gozan para agremiarse en donde más les convenga y los traten como seres humanos y no como mercancía con la que Ayala ha chantajeado a sucesivas administraciones federales. Ricardo Cruz Cotero, el dirigente de SiMeSa, ha denunciado apenas la agresión que en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán instrumentaron en contra de varios trabajadores las señoras Adriana Salgado Yépez, jefa de departamento de servicios generales e Hilda Isabel Martínez Padilla. Lo hicieron salvajemente –hay videos– con parte del personal de seguridad interna, ubicados como Javier Estrada Romero y Sergio Augusto Ramos Vargas, así como con un lavacoches al interior del Instituto, al que utilizan como golpeador, llamado y conocido por todos como Juan “N”. Y Luisa María Alcalde, como el chinito: “no’más milando” * * * ¡Pobres tamaulipecos! El fallo del TEPJF a favor de Américo Villarreal Jr. condena a los habitantes de esa entidad costera a seguir sufriendo violencia producto de los encuentros sangrientos entre los distintos cárteles. Todos aportaron recursos para la campaña del Movimiento de AMLO y todos querrán ahora ver quien obtiene más privilegios. * * * Para los magistrados del Tribunal Electoral, por cierto, las denuncias periodísticas carecen de validez, no obstante que en ellas se plasmen hechos reales. * * * Hace algunas semanas el diario The New York Times publicó un reporte de Max Fisher con datos del instituto sueco V-Dem, que monitorea la salud democrática. Su conclusión cuadra con lo que sucede en México: La democracia va en reversa, una tendencia que es la más grave que se ha registrado en cualquier otro momento de este siglo,. Y explica que el retroceso es, en parte, resultado de liderazgos populistas, polarización electoral y extremismo político. Estos factores, aunados al deterioro económico que ha empujado a millones de personas a la pobreza, y a la abundancia de desinformación, crean un escenario político muy volátil. Le digo. En el mundo y particularmente en nuestro país donde todo está mal, muy mal. * * * Y por hoy es todo. Le agradezco que haya llegado hasta el punto final de este escrito y, como siempre, deseo para usted y los suyos ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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