viernes, abril 19, 2024

En Tulum ¡lucra con zona arqueológica!

TULUM, Q. R.- Cuando Marciano Dzul Caamal, arribó por segunda ocasión a la presidencia municipal de Tulum, de inmediato le echó el ojo al contratista Mario Joaquín Espinosa Buenfil debido a los negocios poco claros que realizó en el vecino municipio de Solidaridad, por eso no tuvo dudas en llamarlo para ofrecerle un contrato por más de dos millones 400 mil pesos para meter alumbrado a la ciclovía que comunica a la zona arqueológica.

Sin duda, los negocios que Mario Joaquín Espinosa Buenfil realizó en el vecino municipio de Solidaridad, cuando Laura Beristain Navarrete fue la alcaldesa, terminaron por “convencer” al actual presidente municipal de Tulum, Marciano Dzul Caamal, para buscar al contratista campechano y ofrecerle un millonario contrato a sabiendas de la proclividad que tiene para cumplir con el pago de los diezmos con tal de resultar ganador de una licitación.

De acuerdo con Sol Quintana Roo, por lo mismo no le importó al Edil que los empresarios locales y constructores se inconformaran por las decisiones de otorgar obra pública para empresas radicadas fuera de Quintana Roo, porque además de buscar las negociaciones con Mario Joaquín Espinosa Buenfil, la voracidad por hacer negocio al amparo del poder pudo más y con la complicidad del tesorero Diego Castañón Trejo, el director general de Obras y Servicios, Carlos Efraín Llama Moguel, y del director de obras públicas, Santos Hipólito Tuz Chi, dispusieron la entrega del contrato correspondiente.

Se trata del expediente con número HAT/DGOYSPM/COPLP/023/DUZA/2021 por un techo presupuestal de $2,404,826.83 (Son: Dos millones cuatrocientos cuatro mil ochocientos veintiséis pesos 83/100 m.n.) que fue firmado el 24 de noviembre del año 2021.

Los recursos corresponden al ejercicio fiscal 2021 y de acuerdo con el contrato MT-2309001 fue firmado en la ciudad de Tulum, para que se concrete el alumbrado público de la ciclovía que conduce a la zona arqueológica de Tulum, para lo cual también se utilizaron recursos del Derecho de Uso de Zona Arqueológica (DUZA) de donde se tomó el diez por ciento del costo de los trabajos de electrificación, es decir, se le dieron por concepto del DUZA, la cantidad de $240,482.68. (Son: doscientos cuarenta mil cuatrocientos ochenta y dos pesos 68/100 m.n.)

Adicionalmente, a este anticipo el municipio de Tulum otorgó el 20% del total del contrato para la compra de equipo y materiales de instalación necesarios para la realización de los trabajos, por la cantidad de: $ 480,965.37 (Son: Cuatrocientos ochenta mil novecientos sesenta y cinco pesos 37/100 m.n.) lo cual incluye el 16% de I.V.A. y se le obliga al contratista a utilizar en dichos trabajos.

Según el contrato, la vigencia del mismo fue el 24 de diciembre del mismo año, es decir 2021, tiempo en que se debió ejercer el monto del contrato con impuestos incluidos por $2,404,826.83 (Son: Dos millones cuatrocientos cuatro mil ochocientos veintiséis pesos 83/100 m.n.).

Y es que el proveedor: Mario Joaquín Espinosa Buenfil, con RFC EIBM7002109Z6 también contó con la proclividad de hacer negocios al amparo del poder que caracteriza a Marciano Dzul Caamal, como ya antes lo hizo con la presidenta municipal de Solidaridad Laura Beristain Navarrete, en donde la poca o nula vigilancia a la aplicación de los recursos o los acuerdos extraoficiales entre ambas partes permitieron que la obra pública asignada en el vecino municipio quedara inconclusa.

Por eso, para hacer negocios con el Edil de Tulum, Espinosa Buenfil decidió cambiar su domicilio fiscal, de tal manera que en la asignación de la obra para el alumbrado de la ciclovía que comunica a la zona arqueológica, dijo tener sus oficinas en la manzana 31, lote 1, el fraccionamiento Tumben Chilam.

Por lo tanto y tomando en cuenta la manera de “trabajar de la empresa de Mario Joaquín Espinosa Buenfil, y la escasa vigilancia o supervisión que ejerce el ayuntamiento de Tulum, por así convenir a los intereses del presidente municipal Marciano Dzul Caamal, se da por descontado que también dejará sin terminar estos trabajos o que sean objeto de nuevas asignaciones presupuestales para su conclusión, ya que derivado de una revisión con fecha 10 de enero del presente año 2022, dicha obra contratada en noviembre y con plazo de 30 días naturales para su conclusión, aún se encuentra en la etapa de finiquito.

 

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