miércoles, marzo 5, 2025

Caída en los mercados por aranceles de 25% a las mercancías mexicanas y canadienses en E U, así como un 10% adicional a China: SURA Investments

CIUDAD DE MÉXICO.- El 4 de marzo, el presidente de EE. UU. cumplió con la aplicación aranceles del 25% a todas las mercancías mexicanas y canadienses. Además, incrementó en un 10% los aranceles a China, llevándolo a un 20% adicional respecto al nivel que se tenía a principios de año.

Las autoridades de Canadá y China han anunciado medidas arancelarias y no arancelarias concretas como represalia; las mexicanas harán lo análogo, pero los detalles se conocerán el fin de semana. Con esto, la guerra comercial iniciada por Trump contra China a escasos días de arribar a la Casa Blanca se ha extendido a sus dos principales socios comerciales, y amenaza con hacerlo a otras economías.

¿Cómo han reaccionado los mercados?

En la jornada se registran caídas transversales en mercados accionarios: el S&P 500 retrocede 0.2%, la bolsa canadiense 1.1%; pero la mexicana sube 1%. La curva de tasas de los M bonos presenta empinamiento e incrementos entre 6 y 15 pbs; los Tesoros de forma análoga presentan empinamiento y alzas de 1-6 bps. Sorpresivamente, el índice dólar retrocede 0.9%, pero el peso mexicano se deprecia 0.2% y el dólar canadiense no presenta cambio.

¿Cuál es nuestra visión?

Pese a la existencia de un acuerdo de libre comercio y señales previas, por parte de Trump, del uso de aranceles como simples elementos de persuasión, sus medidas han sido finalmente aplicadas en el porcentaje y amplitud previamente anunciadas. En nuestra opinión, la nueva estructura de aranceles con México y Canadá no será estática: es probable que se relaje en función de los avances en migración ilegal, trasiego de fentanilo y transbordo de mercancías chinas, o empeore si, en la óptica de la Casa Blanca, hay retrocesos.

Sin menoscabo de lo anterior, la acción de hoy revela un cambio de fondo en la narrativa proteccionista estadounidense: los aranceles empezarán a fungir no solo como una táctica de negociación para lograr objetivos de seguridad nacional y geopolíticos, sino como una herramienta económica que pretende remediar el déficit comercial y fiscal estadounidense, así como desinhibir el reflorecimiento de la industria en su país, pese al dolor de corto plazo que les pueda provocar.

Está de más comentar que, dada la estructura de producción y comercio vigente tanto en EE. UU. como en el mundo, eso difícilmente ocurrirá en el corto o mediano plazo, pero lo que sí puede ocurrir es que se presente una desaceleración material de la economía estadounidense y/o aceleración de su inflación.

Esto naturalmente provocará una eventual recalibración de los aranceles, pero hasta entonces, de alguna u otra forma, las medidas proteccionistas se mantendrán (para México y para otros mercados: las amenazas arancelarias se han extendido a la Unión Europea y exportadores de aluminio, acero, agropecuarios, automóviles, semiconductores y medicamentos), afectando la principal ventaja competitiva del país: el acceso irrestricto al mercado más grande del mundo.

La implementación de estos aranceles también provoca serias dudas respecto al tono y tipo de renegociaciones que veremos alrededor del tratado de libre comercio vigente (TMEC).

Consideramos que una vez aplicados, regresar esos aranceles a cero con Trump en la Casa Blanca es poco probable, pero insistimos en que pueden ser reducidos si las negociaciones mejoran, si los riesgos recesivos en EE. UU. crecen materialmente, y si la inflación se acelera con fuerza.

Sobra decir que escenarios de recesión o de un Fed en modo hawkish por el choque inflacionario serán negativos para activos locales. Sin embargo, de no materializarse estos escenarios negativos, los activos locales podrían mostrar resiliencia: las valuaciones son atractivas, y buena parte de las emisoras mexicanas en el IPC tienen una porción relevante de ventas en EE. UU. y en dólares, así como una estructura de costos mayoritariamente en pesos, por lo que la depreciación del tipo de cambio les beneficia, mientras que los riesgos asociados a una menor demanda pudieran ser más graduales en el tiempo.

Asimismo, la tasa real que entregan los M bonos seguirá siendo una de las más elevadas a nivel global, especialmente si la trayectoria de relajamiento monetario es ajustada al alza por Banxico dado este nuevo contexto económico. Nos mantenemos atentos a los acercamientos entre autoridades estadounidenses y mexicanas anunciados para los próximos días y a la respuesta que se dará por parte de los segundos el domingo, no descartando nuevos ajustes en la recomendación si las circunstancias lo ameritan.
AM.MX/fm

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