El tren no alcanzó a llegar y se deslizó en contra sentido, “agarrando una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora, [e] impactándose con el de Tacubaya”.
El conductor de un automóvil manejaba a exceso de velocidad y no se percató de la señalización en zona de obras en el camellón central de Circuito Interior