martes, abril 23, 2024

Siberia: historias y leyendas milenarias

Luis Alberto García / Vladivostok, Rusia

* Surgió como un Estado de muchas religiones y creencias.
* Primero aparecieron los mongoles de Genghis Khan.
* Taibugid Ediguei debió reconocer la autoridad de Moscú.
* Los Stróganov contrataron al cosaco Yermak, conquistador de Isker.
* Tobolsk, primera capital siberiana, seguida de Irkutsk.
* Incursiones más allá de los Urales, hasta el siglo XVIII.

El khanato de Siberia era una tierra de muchas naciones y credos, con una población en la que predominaban las tribus de Kanty y otras, con Mansi como jefe, khan elegido por la aristocracia turca –cuya influencia y hegemonía fue notable desde aquella época-, quien vivía en un palacio fortificado construido con ladrillos de barro.

Para la construcción de esos edificios, se solía invitar a arquitectos de Asia Central que sabían diseñar decoraciones con características especiales; pero esos palacios duraron poco debido al material del que estaban hechos, y ni siquiera sus restos sobreviven.

La población se dedicaba a la ganadería, la caza y la pesca, se cultivaba poca tierra; pero las artesanías florecieron, destacadamente la alfarería, los tejidos y los trabajos de metal, y dentro de la ciudad sus habitantes vivían en yurtas -tiendas redondas-, cuyas filas formaban calles enteras, lo cual permite ver que había cierto grado de orden social.

El khanato de Siberia estaba centrado en el comercio, ya que se encontraba en un medio de las rutas comerciales de Asia a Europa, que incluía la Ruta de la Seda que se originaba en China, y una cuestión que no acaba de resolverse en porque se desvaneció hasta desaparecer.

En el siglo XVI, el poderoso zarato de Moscovia conquistó militar y políticamente los khanatos de Kazán y Astrakán, grandes partes de las tierras pobladas por la llamada Horda de Oro que se habían resistido a la autoridad del zar ruso, cuya conquista de Kazán fue especialmente feroz y despiadada.

Aunque el khanato siberiano estaba separado de Moscovia por los montes Urales apenas transitables y que limitan la Rusia occidental de Siberia, en 1555 el khan Taibugid Ediguei reconoció la autoridad de Moscú e incluso comenzó a rendirle tributo.

La historiadora Irina Baránova dice que en 1563 un shaybánida, Khan Kuchum, tomó el poder en el khanato y en 1571 envió un enorme tributo de mil pieles de marta sibelina a Moscú; pero tras este generoso gesto Kuchum rompió los acuerdos respecto a los impuestos y un año más tarde envió a su sobrino Majmet-Kul a realizar una incursión en tierras rusas.

Majmet-Kul atacó las aldeas pertenecientes a la familia de comerciantes Stróganov, que extraían sal en las minas de Perm, saqueó varias aldeas y secuestró a algunos de sus habitantes, y temiendo que las hordas tártaras arruinaran sus negocios, los Stróganov comenzaron a buscar protectores y contrataron al atamán cosaco Yermak y a su druzhina (ejército privado en ruso).

Los Stróganov –y otra familia de mercaderes, los Romanov, emparentados con Mijáil I, fundador de la dinastía zarista que sobreviviría hasta 1917-, autorizados para explorar y explotar Siberia, se hicieron de los servicios del caudillo Yermak, quien ya había conquistado Isker, ciudadela situada junto al rio Irtish.

Ahí se construyó Tobolsk, capital de Siberia que a la fecha es comparativamente insignificante y a ello siguió una época de enorme bonanza para los cazadores de pieles provenientes de la Rusia occidental, con la posterior fundación de Irkutsk, cerca del lago Baikal, desde donde fue posible avanzar hasta la cuenca del río Amur y al Océano Pacífico.

En 1582 –prosigue Baránova-, Yermak con varios cientos de combatientes bien armados y pertrechados partió de Oriol-Gorodok, la residencia fortificada de los Stróganov, cruzó las montañas y capturó la antigua capital del khanato de Tiumén, Chimgi-Tura.

Después tuvo lugar la batalla del cabo Chuvash, en la confluencia de los ríos Tobolsk e Irtish, donde Majmet-Kul reunió 15.000 soldados tártaros nómadas, aplastados por la druzhina de Yermak, que era pequeña; pero provista de arcabuces, arma de fuego de reciente invento, siempre lista para ser disparada.

Más tarde Yermak se apoderó de Kashlik, de la que el Khan Kuchum había escapado hacia las estepas, y de cómo llegó el khanato de Siberia a formar parte de Rusia, existen mapas del zarato que intentan explicarlo, que indican la ruta aproximada del ejército de Yermak.

Irina Baránova concluye que Yermak nunca regresó de su campaña en Siberia al ser muerto en una batalla, y afirma también que Khan Kuchum nunca se rindió al zar de Moscú, desapareciendo en las estepas y atacando a las guarniciones rusas hasta el final del siglo XVI.

Sin embargo, siguiendo los pasos de Yermak, otras druzhinas y conquistadores rusos, que ahora temían menos a los tártaros derrotados, empezaron a llevar a cabo incursiones más allá de los montes Urales a principios del siglo XVIII.

También fueron conquistadas y surgieron las fortalezas de Tiumén, Beriozov y Tobolsk, esta última fundada a poca distancia de Kashlik que, como se dijo, se hizo llamar “capital de Siberia”, convirtiéndose en el centro del avance y la colonización rusa hacia el Oriente, desarrollándose y, en 1708, ser cabeza de la guberatura de Siberia, la más grande de Rusia.

¿Por qué hay gente que vive en Siberia? Para conocer la respuesta hay que ir a las historias que amplían y hacen referencia los países que han intentado conquistar Rusia, de la cual ese enorme territorio ha sido parte vital y debe ser concebido como factor de una epopeya que no ha acabado de escribirse.

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