martes, abril 16, 2024

¿Será verdad el idilio?

Siegfried Hitz
La rueda de prensa en la Casa Blanca fue una belleza. Dos presidentes festejaron su idilio por el inicio del NAFTA 2 hace una semana, que reemplaza al “pernicioso” NAFTA. Desaparecieron súbitamente las diferencias, el anti-mexicanismo, los narcotraficantes, violadores y criminales. Racismo y xenofobia se sustituyen con amor y respeto.

Pero ese festejo era innecesario, nada cambia en el acuerdo.

Fue el encuentro de dos mentirosos compulsivos, adictos a dividir, polarizar y ofender continuamente a todos los que no coinciden con sus intereses u opiniones. Con su intolerancia, atacan a las instituciones democráticas de sus países.

La relación previa había dejado claro quién mandaba y quién obedecía. Con la simple amenaza de aranceles (no aplicables a la vista del TLC), el gobierno de México corrió a atender las exigencias de Trump y tuvo que mandar a la guardia nacional a cerrar la frontera sur, a la vez que recibir de regreso a los migrantes, mientras se decidía su solicitud de asilo. Cierto que las torpezas mexicanas fueron inauditas al invitar a los centroamericanos a pasar por

México para solicitar asilo en EUA. Su imprudencia molestó al tigre.

Con todo y la desproporción del poder de ambos, súbitamente se pusieron de acuerdo en todo. El show sugiere eso y que habrá armonía en el próximo futuro. No se mencionaron los problemas naturales de una relación bilateral: tráfico de armas, de drogas, lavado de dinero, migración, muro, respeto a inversionistas, etcétera.

Hay un detalle común para ambos: ninguno se preocupa mayormente del gobierno, su único objetivo son ELECCIONES. Es la elección de medio término, en ambos casos. En USA se llama reelección y ahí se determina si ratifican al Presidente para la segunda parte de un mandato de ocho años.

En México la elección intermedia de 2021 determina si en la segunda mitad del sexenio, el Presidente controlará el Congreso o no. Es la gran diferencia, una reelección en sentido práctico. Adicionalmente, en 2022 tendremos otro equivalente a reelección, se llama Revocación de Mandato, creado a iniciativa del propio López.

En esencia, los presidentes actuaron para sus fines electorales. Trump con el mango en la mano, hizo convocar a su supuesto títere; López acudió sumiso, contra todas las recomendaciones, por el alto riesgo de apoyar al candidato republicano, rezagado en las encuestas, contra el puntero demócrata y enemistarse innecesariamente.

El lento pero consistente descenso de popularidad del mexicano, puede hacerlo perder la enorme mayoría dados sus pésimos resultados económicos, de seguridad y salud pública, que en un año serán peores.

Los objetivos políticos de ambos se complementaron. ¿Significa que la agenda bilateral no se tocó? No hay información oficial. Apuesto sin embargo que, los norteamericanos sí la abordaron y le pusieron los puntos sobre las íes al señor López. México no les importa, pero sí la forma en que su mal gobierno les afecte. Le indicaron la agenda a seguir, si quería beneficiarse del show preparado para horas más tarde con los medios. El golpe sobre la mesa lo dio Trump. ¿Qué contendría la agenda? Sólo lo lógico y único posible. Especulo con el temor de dejar fuera puntos importantes.

El coqueteo con el Foro de Sao Paulo, ha dado espacio a China y a Rusia para enquistarse en Venezuela, Cuba, Nicaragua y similares. La venezuelanización de México, se detiene terminantemente, pues no quieren una invasión de millones de mexicanos, ni los intereses de aquellas potencias junto a su frontera.

El Estado de Derecho, los intereses de inversionistas norteamericanos y todo el clausulado del NAFTA 2 tiene que ser respetado bajo amenaza de concluirlo unilateralmente.

La inseguridad interna de México atenta contra la seguridad nacional de EUA. Si no la controlan, la calificarán de terrorismo y enviarán fuerzas norteamericanas a abatirla, ya que también afecta a inversionistas, turistas y visitantes norteamericanos.

Ningún proyecto importante contará con recursos chinos o habrá presión para cancelarlo, como ocurrió con el tren México-Querétaro, Dragon Mart en Cancún, o el canal interoceánico de Nicaragua.

Esta agenda puede no ser real, pero es verosímil. La visita a Washington no fue para la ceremonia- show. Ni es ni puede ser, que el grupo de funcionarios del Presidente fueran a tomarse la foto. La esencia, era el apoyo al candidato

Trump de un país “amigo”. Ya los hechos lo dirán.

El autor ha sido consultor empresarial en talento directivo,
investiga y escribe sobre las tendencias de la humanidad.

Artículos relacionados