miércoles, abril 24, 2024

Resultados de la votación que extinguió a la URSS

Luis Alberto García / Moscú, Rusia

*“Éxito personal de Mijaíl S. Gorbachov”.
*Balance y opiniones de varios observadores extranjeros.
*Equilibrio de poder existente entre el centro y la oposición.
*Vieron el referéndum a través del prisma de un enfrentamiento.
*Lo protagonizaban “demócratas” y “comunistas”, Yeltsin y Gorbachov.
*Analistas extranjeros: “La votación no reveló un ganador absoluto”.

Cada una de las partes participantes en el referéndum de marzo de 1991 para definir el destino político de la Unión Soviética puede declarar su éxito, testimonio de una profunda crisis política en el país que refleja un cuadro ambiguo de la interacción de las fuerzas democráticas, conservadoras, separatistas y étnicas en él.
En este sentido, en el exterior siguen de cerca la evolución de la oposición, sus posibilidades de éxito, y calculan las posibles consecuencias del triunfo de las “fuerzas democráticas” desde el punto de vista de los intereses de los respectivos estados. La valoración crítica de los líderes de las fuerzas de oposición, principalmente B.N. Yeltsin.
Reflejando estos sentimientos, el canciller italiano J. De Michelis comentó: “Yeltsin aspira al puesto de Gorbachov. No veo ninguna diferencia en sus cursos políticos. Pero veo los arriesgados intentos de Yeltsin de poner a la URSS al borde del colapso”.
En consecuencia, abrir las puertas del Kremlin a los militares. La URSS es un país enorme y complejo, allí las reformas deben llevarse a cabo gradualmente. La desestabilización de la URSS sería una tragedia, y Yeltsin la provoca”.
Es importante, enfatizan sovietólogos españoles, que Occidente no se deje engañar por las “etiquetas de conservadores y demócratas en la URSS”, sino que parta del hecho de que M.S. Gorbachov, y no sus “críticos del campo de la oposición radical, que se comportan de manera inconsistente y pueden causar mucho daño tanto a su propio país como al mundo entero”, es capaz de implementar la construcción del estado de derecho, proclamó. .
Sin embargo, estos sentimientos no significan que en Occidente, incluso en círculos bastante responsables, puedan negarse a apoyar a la oposición anticomunista en la URSS.
Más bien, la línea de Occidente será la que, por un lado, apoye los esfuerzos del Centro y M.S. Gorbachov para estabilizar la situación en el país, para mantener abiertos los canales de influencia sobre la oposición.
El “contrapeso controlado” al Centro está llamado a servir como una especie de palanca de presión sobre la dirección de la Unión en aquellos casos en los que traspasa los límites correspondientes a los intereses de Occidente en política interior o exterior.
“Los estadounidenses deberían sentirse aliviados al enterarse de estos resultados mixtos”, escribe The New York Times, “porque no están interesados ​​en el colapso de la Unión Soviética o en la creación de una federación impuesta por Moscú”.
En relación con el referéndum, se intensificó la actividad de los grupos y centros ideológicos emigrantes, actuando desde posiciones anticomunistas y antisoviéticas. Esto encontró su expresión en la forma de numerosos viajes de los respectivos representantes, intentos registrados por su parte de manipular la opinión de la gente.
Apareció una línea no solo sobre la injerencia en nuestros asuntos internos de círculos extranjeros irresponsables que apuestan al colapso de la Unión Soviética, sino también sobre la vinculación de sus esfuerzos en esta dirección con las acciones de las fuerzas internas de oposición, que utilizaron propaganda y otros apoyo desde el exterior para apuntar a la población en campañas contra el presidente de la URSS.
Numerosas publicaciones de este tipo se caracterizan no tanto por un reflejo de la situación actual como por la formación de la opinión pública tanto en el exterior como en la URSS sobre los procesos que se desarrollan en el país.
El principal objetivo de esta campaña de propaganda es menospreciar y distorsionar el significado político del referéndum. Se juega con el hecho de que varias repúblicas cambiaron la redacción del referéndum.
Seis repúblicas se negaron a participar en él. Se está imponiendo la conclusión de que la idea de preservar la Unión no recibió un apoyo abrumador. Los sentimientos anticomunistas se están inflando de todas las formas posibles.
Destaca la tesis de que a raíz del referéndum ruso Yeltsin logró sumar “puntos adicionales”. Se expresa con confianza la opinión de que es probable que se convierta en el presidente de Rusia (aunque hay juicios muy moderados a este respecto). Se destaca que su elección a este cargo le permitiría competir en igualdad de condiciones con el presidente de la URSS.
Los amigos valoran positivamente los resultados del referéndum. Luis Cabo, miembro de la comisión política del Comité Central del Partido Comunista de España, dijo en una entrevista que el éxito del referéndum no solo tendría un impacto positivo en la situación en la Unión Soviética.
También fortalecería la posición de los comunistas y, en general, de las fuerzas de izquierda en España y otros países europeos. Georges Marchais en una declaración especial en la mayor radio francesa “France-Enter” destacó:
“Los resultados del referéndum son el éxito personal de M.S. Gorbachov, quien, tras dos años de falta de orden en el país, vuelve al concepto original de perestroika y busca consolidar la unión de repúblicas socialistas”.

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