lunes, abril 15, 2024

Restaurantes y cafeterías: ¿invasión a la vía pública y culpables de rebrotes?

La llegada el semáforo epidemiológico al color naranja en la CDMX, a causa del aumento de contagios por Covid-19 está por iniciarse en unas horas. No obstante, en esta ocasión se anunció que no habría restricciones y ante ello, los restauranteras de la capital del país continúan con aglomeraciones. 

Además de ello, varios establecimientos de alimentos y bebidas han extendido la ocupación de sus locales hacia las banquetas (como se manejó a principios de año); invadiendo el espacio peatonal y vehicular. Esto lo han hecho para poder duplicar su espacio y de esta forma tener un mayor aforo, generando más ventas.

La situación se observa en el Centro Histórico, en Polanco, Condesa y Roma; además de otras zonas como Coyoacán o en Lindavista; donde muchos establecimientos utilizan la carpeta asfáltica.

Ante esta situación, es imposible que los transeúntes no “ingresen a la zona de comensales” porque no está delimitado este espacio. La situación se presenta con mayor repetición en Polanco, Roma y Condesa, donde las banquetas han dejado de ser públicas y se transformaron para ser “parte del restaurante”.

Incluso, en zonas como Polanco, en la calle Virgilio no es posible transitar porque el área de atención comercial se extendió; al igual que en Julio Verne. En esta localidad, muchos acomodadores de autos cobran una cantidad que va de los $100 a los $150; a pesar de la existencia de  parquímetros. 

Lo mismo sucede en la calle Colima, en la colonia Roma; en la cual, hasta hace algunos meses se estaba trabajando con obras públicas en las vialidades, pero desde que se permitió el aforo de comensales en las banquetas, el tránsito se ha vuelto mucho más lento de lo habitual.

 

A consecuencia de la desmedida situación, varios vecinos de colonias como Polanco, se han mostrado molestos por el abuso de empresarios. Indican que algunos establecimientos como El Moro, no tenían espacio para dar servicio en mesas y únicamente contaban con ventas para llevar. Sin embargo, ahora tienen parte de la calle como sucede con la cafetería Maison Kayser (en varios puntos de la ciudad).

Esta situación también está muy marcada en la colonia Roma y Condesa, donde restaurantes  se han apropiado por completo de las banquetas.

 

¿Qué sucede realmente?

A pesar de que el gobierno haya permitido que se utilicen los espacios públicos para que los restaurantes y cafeterías pudieran generar mayor venta y de esta manera reactivar la economía, muchos restaurantes continúan sin respetar las normas sanitarias: en gran parte de los restaurantes, únicamente se toma la temperatura, se aplica gel antibacterial y no se permite la entrada a ellos sin cubre bocas. No obstante, la sana distancia no se respeta dentro de ellos, pues realizan eventos con muchas personas en espacios cerrados o abiertos; bajo la modalidad de tener mesas en las banquetas o espacio vehicular. 

 

La situación empeora porque a pesar de que muchos organismos indican que los restaurantes son sitios seguros, no es del todo cierto: hay varios restaurantes con brotes de covid y continúan laborando como si no sucediera nada. Recientemente un famoso restaurante tuvo un brote a causa del virus que aqueja a todo el mundo. Este caso no es el único, pues cientos de restaurantes han tenido brotes y continúan labores como si no sucediese nada. 

Ciertamente es una situación sumamente compleja porque si se cierra el lugar, cientos de colaboradores se quedarían sin empleo; como sucedió el año anterior. Sin embargo, los mismos restaurantes entorpecen su reactivación al permitir un mayor aforo de personas que ingresan al mismo y realizan fiestas o eventos privados sin protección. Cosa que ha sido demostrada desde el inicio de la pandemia, a través de redes sociales por muchísimas personas: figuras públicas, empleados de diversos establecimientos, comensales, empresarios, etc. Simplemente basta con regresar al cambio de semáforo porque se observaban enormes filas para poder ingresar al establecimiento.

 

Respecto al cambio del semáforo a naranja, no hubo impedimento alguno para que el Centro Histórico, continuara plagado de personas sin respetar una sana distancia dentro y fuera de establecimientos. Lo cual se  puede comprobar en los corredores culturales como el de Regina, en Madero, Av. Juárez o en la Plaza de  la Constitución. 

 

A consecuencia de la pandemia, la situación económica está sumamente lastimada; especialmente para personas que tenían o tienen ingresos a través de este sector tan importante para el país: muchas personas han aceptado que también contribuyen con los brotes de contagios, a causa de la necesidad que tienen por salir a trabajar. Otros, simplemente por irresponsabilidad, pero mientras las autoridades lo sigan permitiendo, la situación será difícilmente desplazada hacia una mejora en la economía.

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