jueves, abril 25, 2024

R A F A G A: El desempeño político del sexenio peñista

Jorge Herrera Valenzuela
A quince meses de que se termine el sexenio del mexiquense Enrique Peña Nieto, éste debía estar haciendo maletas en paz y con la satisfacción del deber cumplido. Sucede que los mexicanos somos testigos de la debacle que hoy se está dando al interior de los partidos políticos. Las graves repercusiones dañan más a un país donde se perdió la hegemonía política, sin que haya solución para los problemas nacionales. Oímos al Presidente de México referirse a lo “que no se hizo en los últimos veinte años”. Consiguió que los invitados a Palacio Nacional le aplaudieran a raudales, después emprendió el vuelo a China para abrir mercados.
No podemos concebir que el Presidente Peña Nieto con sus acciones minimice o ignore que no fue instalada la sesión solemne del Congreso de la Unión, por las ambiciones personales del dirigente del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya Cortés, quien además acusó al PRI de imponer como presidente del Senado al panista Ernesto Cordero Arroyo. Se afirmó que Anaya dio la orden a los legisladores del blanquiazul de obstaculizar la integración de la mesa directiva en San Lázaro. Lo que debió despejarse la tarde ayer martes, aunque el panista exige para ceder, que el Fiscal General no sea el actual titular de la PGR.
Si los cronistas parlamentarios registraron que el diputado Porfirio Muñoz Ledo figura como el primero en impugnar e interrumpir la lectura del informe que leía el presidente Miguel de la Madrid, así como que a Vicente Fox no le permitieron rendir su último informe y que a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa ni siquiera le abrieron las puertas del salón de sesiones, hoy, los cronistas de esta etapa, asentaron que un subsecretario de Gobernación entregó, en la secretaría general de la Cámara de Diputados, los volúmenes que contienen el V Informe Presidencial.
Peña Nieto demostró, una vez más en este sexenio, que carece de carácter y de fuerza política para proceder enérgicamente como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. En cambio cargó su equipaje, se llevó a su materia gris (Luis Videgaray Caso) y a uno de los precandidatos a sucederlo, Aurelio Nuño Mayer. Los tres y varios invitados subieron felices al avión, mientras senadores y diputados son dominados por la imperante partidocracia, el enemigo número uno de la democracia, desde que comenzó el siglo.
El no haber delineado desde el primer día del gobierno peñanietista la política interior, negándole plena confianza y absoluto respaldo al titular de la Secretaría de Gobernación, dio como resultado el que los gobernadores, postulados por el PRI, hicieran lo que les venía en gana, sin ser llamados a cuentas al quedar descubiertos en sus trapacerías, quedando impunes hasta ahora. Humberto Moreira Valdés es el claro ejemplo de la impunidad política. Es uno de los once o doce casos, incluidos Tomás Yarrington y Andrés Granier que no corresponden a este sexenio.
También corresponde al Secretario de Gobernación el mantener la mejor de las relaciones con las dirigencias nacionales de los partidos políticos, a efecto de trabajar armónicamente sin deterioro de los posicionamientos de cada uno. La intervención oficial no es para determinar la vida interna, pero si para mantener una hegemonía política. Hoy, en el PAN los golpes bajos están a la orden del día; el PRD cada día pierde “valores” que enfilan hacia Morena y en el PRI “juegan con cuatro nombres”, esperando que Peña Nieto les diga cuál es “el bueno”.
¡Ah!, pero si eso no fuera suficiente, al hombre nacido en Atlacomulco, Estado de México, parece tenerle sin cuidado que varios partidos están decididos a no dejar que el Fiscal General de la República lo sea Raúl Cervantes Andrade, quien se desempeña como titular de la PGR y quiere ocupar la silla hasta 2026. Raúl es de los superconsentidos de Peña Nieto, como lo son sus primos hermanos Humberto Castillejos Cervantes y Alfredo Cervantes Castillo, consejero jurídico en Los Pinos y director de la CONADE, respectivamente. La designación del Fiscal es lo que está provocando el despeñadero político “al cuarto para las doce”.
Ha crecido la oposición a que Cervantes Andrade vea cumplido el sueño de estos últimos días. Se publicó un desplegado, donde los firmantes exponen con mucha claridad por qué no debe darse ese nombramiento al hoy Procurador General de la República. Figuran los nombres de Ricardo Anaya Cortés, Alejandra Barrales y Dante Delgado, es decir PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Además personajes como Juan Ramón de la Fuente, Porfirio Muñoz Ledo, Jesús Reyes Heroles González Garza, Armando Ríos Piter, Cecilia Soto, Denise Dresser y Clara Jusidman, entre otros.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Habrá quién le diga al Presidente de México que las elecciones del 2018, la presidencial por delante, son su responsabilidad por la investidura que detenta desde el 1 de diciembre de 2012?
jherrerav@live.com.mx

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