CIUDAD DE MÉXICO, 27 de septiembre (AlmomentoMX).- Aún hay un enorme camino por recorrer respecto a la equidad de género y los derechos de las mujeres. En este contexto la literatura puede ser una trinchera desde la cual dirigir un esfuerzo individual de transformación, refirió la escritora Ligia Urroz, durante la presentación de su más reciente libro.
El Color púrpura, Persépolis y la Vida de Adèle: un ejercicio de literatura comparada desde una perspectiva de género, es un ensayo en el cual Urroz vincula la cultura femenina como una experiencia colectiva que une a las escritoras a través del tiempo y el espacio.
Su análisis, dijo, parte de tres obras fundamentales que son ejemplo de lucha: El Color Púrpura de Alice Walker, Persépolis de Marjane Satrapi y El azul es un color cálido de Julie Maroh, obras que nos ofrecen una visión de la situación de la mujer en la cultura americana, la europea y el mundo islámico.
La escritora señaló que su ejercicio parte de exponer el concepto de literatura comparada, algunos apuntes sobre el feminismo y el análisis de las obras literarias a partir de su relación con la pintura, el cine, la música y otros referentes.
Dicho método le permitió establecer vínculos entre los textos y las versiones cinematográficas, las artes y la filosofía; un cruce de lenguajes que se presenta al lector en formato de ensayo pero de lectura amena y accesible.
La también autora de La Muralla, sostuvo que este tipo de análisis nos permite adquirir herramientas para fomentar el respeto mutuo, la tolerancia y la proximidad de la diversidad cultural.
A este respecto Miriam Suárez de la Vega, académica de la Universidad Anáhuac, señaló que este la obra proporciona un cuerpo teórico de primera importancia, que va de los preceptos feministas de la filosofía a las voces de estudiosas y teóricas de la perspectiva de género.
Ligia Urroz, señaló la académica, entiende precisamente uno de los procesos de mayor vitalidad en el texto literario: el diálogo continuo entre libros y disciplinas, que ocurre en la horizontalidad del tiempo y en la verticalidad de las profundidades humanas.
Suárez de la Vega destacó que a partir de un tema actual, como lo es la perspectiva de género, la autora abre el diálogo basándose en tres obras sobre las cuales conviene reflexionar por tratarse de textos que presentan realidades distintas e historias de vida muy interesantes.
Este ejercicio reflexivo ofrece a los lectores un debate, más allá del universo ficticio, el de aquellas mujeres que se atrevieron a contar su historia de otro modo, reflejando un fragmento de la realidad que tenemos que voltear a ver. Se trata, dijo, de un análisis que favorece la lectura crítica de la realidad, para pensar y transformar las situaciones en las que tantas mujeres todavía se ven inmersas.
Finalmente, el crítico de cine Eduardo Marín Conde habló sobre los cruces existentes entre el texto y las obras cinematográficas, historias que discurren por la vida de tres mujeres que tienen un anhelo de libertad con expresiones de vida en épocas y condiciones sociales muy diferentes.
Esto convierte al libro en un esfuerzo único por su naturaleza pero también por el esfuerzo que implica abordar obras complejas por el sentido del contexto social, la descripción de los personajes, el trazo de las relaciones humanas aflora de manera puntual, precisa y eficaz.
Con este libro, agregó, la autora nos vuelve a mostrar su pasión por las letras y su ambición literaria, pero ahora con el atractivo de involucrarse con tres películas que son muy atrayentes e interesantes.
AM.MX/fm