viernes, abril 19, 2024

PERFILES POLÍTICOS: Con Dios o con el Diablo

Francisco J. Siller

A tres meses del arranque de las campañas electorales el presidente Andrés Manuel López Obrador radicaliza su postura y establece que o estas conmigo o contra mi. Un intento más por polarizar la vida política de México. En su visión de Blanco y negro, solo existen los amigos y los enemigos.

“Es tiempo de definiciones, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay para dónde hacerse, o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país. Se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción”, dijo apenas el pasado domingo.

Liberales y conservadores, como si México viviera en el siglo XIX y la situación política fuera igual a la vivida en tiempos de Juárez, Santana o Porfirio Días. Una visión que nos lleva a la disyuntiva de escoger un partido, como en la Santa Inquisición: Estás con Dios o con el Diablo.

Porqué poner las cosas de ese modo, López Obrador llegó a la presidencia con el apoyo de 30 millones de ciudadanos y con el índice de aprobación más alto que cualquier presidente en sus primeros cien días de gobierno. ¿Será que poco a poco ha perdido el piso y la visión del país utópico que propone?

Que es un hombre de buenas intenciones, eso ni quien lo dude. Que ha logrado cumplir a cabalidad sus ofrecimientos en campaña, eso está por verse. Se le está escapando de las manos ese proyecto que denominó la Cuarta Transformación y en el que millones depositaron su confianza.

Él insiste que sus enemigos, los conservadores —a los que engloba a sus críticos, ya sean políticos, académicos, especialistas, empresarios— buscan que su proyecto de nación fracase. Eso no es cierto. El principal culpable es él, por no ver más allá de Palacio Nacional, por no escuchar las voces que piden corregir el rumbo.

Durante 18 meses le hemos escuchado culpar a los gobiernos neoliberales todas las mañanas, quejarse de la corrupción de otros gobiernos, hablar del imperio de una ley que no se aplica, porque hay manga ancha a favor de los carteles del narco, de los llamados anarquistas, entre muchos otros aspectos.

Hasta ahora López Obrador le ha fallado a los mexicanos, que esperaban un verdadero cambio, sin importar cuales fueran los ofrecimientos de un candidato en campaña permanente. Al paso del tiempo rebota en la conciencia de miles aquella frase de campaña: “Lopez Obrador es un peligro para México”.

Y eso hasta ahora no ha demostrado lo contrario. Los empleos perdidos en 2019, la caída de la economía a cero, la cancelación de obras y contratos —por la mera presunción de corrupción—, y la falta de una visión integral que impida que millones de mexicanos engrosen las filas de la pobreza.

Tenemos un presidente que piensa que la epidemia “le vino como anillo al dedo”, que el mal al que aseguró tener domado le ayudaría para cimentar su cuarta transformación, pero se equivocó. La pandemia más bien vino a dar a traste a su proyecto y lo pone en el umbral de un sexenio perdido.

López Obrador está preocupado, porque existe la posibilidad de perder su mayoría en la Cámara de Diputados en las elecciones del año próximo, lo que daría marcha atrás a su ya fallido proyecto de nación y está en riesgo su permanencia en el gobierno, lo que está íntimamente ligado a la revocación de mandato en 2022.

Y en ese contexto, las voces siguen levantándose todos los días y una muestra de ello es el interés de dar a conocer en la mañanera del martes un documento “confidencial” atribuido al Bloque Opositor Amplio, encaminado a ganar las elecciones a Morena y a sacarlo del gobierno en 2022.

Dice el dicho, que el que pega primero, pega dos veces, y esa fue la intención al darle difusión a la estrategia de sus detractores, entre los que se cuentan ciudadanos, periodistas, académicos, empresarios, expresidentes y algunos gobernadores, así como alcaldes de las principales ciudades.

Jesús Ramírez, vocero del gobierno federal leyó el escrito a instancias de López Obrador. Contiene 12 puntos en los que se describen las estrategias para desplazar a Morena en las próximas elecciones. Quizá pensando que con ello le dañaba el plan a esos opositores.

El documento, sin origen conocido fue catalogado como una nueva cortina de humo por parte del gobierno para desviar el debate y politizarlo en avance al inicio de las campañas del 2021, como muchas que han partido desde Palacio Nacional, sin sustento y que simplemente quedan en eso.

Por lo pronto, el tema ha logrado polarizar a las redes sociales y en Twitter se colocó dentro de la tendencia política con un mínimo de 466 mil tweets. Las redes se inundaron de memes, a favor y en contra, pero siempre queda la duda. ¿Será real? O como aquel golpe de estado al que alguna vez se refirió el Presidente.

Pasadas unas horas tras la mañanera se señaló a Omar Cervantes —director de Comunicación Social de Gobernación— como autor del escrito del BOA. Desde luego el funcionario se deslindó de inmediato y calificó de burda falsificación y acusó al consultor panista Alfonso Cedeño de promover el dicho.

Difama que algo queda…

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