Pablo Cabañas Díaz
La edición de la “Silva de varia lección” de Pedro Mexía (1497-1561), editada en 1990, puso al alcance del lector un texto difícilmente accesible sobre temas esotéricos. Este libro fue durante 450 años prohibido. Cualquier lector que emprende la lectura de la Silva de varia lección tiene que enfrentarse con un texto cuyo carácter descomunal es patente: casi mil páginas, cuatro partes y ciento cuarenta y nueve capítulos que son la obra de una vida entera. A esta primera impresión se añade otra, más perturbadora sin duda, la de descubrir un texto saturado de erudición y de autoridades, de observaciones que alteran a veces el objeto anunciado.
Mexía, fue un astrólogo y mago —y, por ende, representante del esoterismo de la primera mitad de siglo XVI—, en su “Silva de varia lección” que apareció 1540, señala prácticas y representaciones con anillos mágico-astrológicos. Esos objetos materiales y culturales podían tener “virtud y fuerza” si eran hechos con imágenes concordantes con configuraciones astrológicas propicias y si portaban piedras y gemas específicas. Según Mexía, esos anillos adquirían un sentido positivo, pues permitían la protección contra daños hechiceriles. Los anillos podían curar dolencias del cuerpo y emociones, facilitar el dormir, el descanso y el sueño, identificar la virginidad en una mujer y proteger contra las tempestades. En el marco cultural en el que se escribe la “Silva”, había una tradición hostil que negaba esas prácticas y representaciones con esos anillos relacionándolos, como un llamado a seres de otras dimensiones.
Los discursos de autoridad hostiles con relación de estos objetos, se tradujeron en prácticas represivas concretas: prohibiciones —e incluso en la quema— de libros que los mencionasen y persecuciones contra quienes usasen los referidos anillos. Frente a este cuadro, al desarrollar el el uso de anillos mágico-astrológicos, nuestro mago y astrólogo tuvo el cuidado de no confrontar en su “Silva” las voces de las autoridades , pero desarrolló un recurso argumental determinado: se apropió de los textos de los antiguos, de eruditos medivales y de la obras de Platón, Filóstrato, Plinio, Isidoro, Tebit, Serapión, Marbod y Alberto Magno. Los conocimientos relacionados con el uso de anillos mágicos y astrológicos serían por años un tabú, es decir de una conducta inaceptable . El uso de los anillos entró en los terrenos del campo cultural de la época; un sitio particular en el mapa general de la lucha constante en torno a lo que era posible pensar, hacer y decir respecto de la magia astral. El conocimiento del esoterismo continúa siendo notablemente marginal. Mexía trabajó en completar su obra hasta su muerte, su obra trata sobre todo de la interpretación del porvenir y del futuro.