sábado, abril 27, 2024

OTRAS INQUISICIONES: María Félix: Cocodrilo y serpiente

Pablo Cabañas Díaz.

María Félix fue un símbolo de la época de cine de oro mexicano, también una de las pocas mexicanas  que tuvo acceso a las figuras más distinguidas en la alta costura en la segunda mitad del siglo XX. Firmas como Dior, Yves Saint Laurent y Balenciaga eran parte de su vestuario. Antes de morir en 2002, vendió sus collares de cocodrilo y serpiente a la Casa Cartier que  se las compró en 20 millones de euros para agregarlos a su archivo histórico. La  primera pieza que se pude ver en el Museo Jumex en la exposición titulada:  “El diseño de Cartier”, data de 1968, y se convirtió en la referencia de la ostentosa y particular personalidad de la Félix, que se completó con los pendientes que ordenó en 1971. Inspirados en sus brazaletes mexicanos del reptil, “La Doña” pidió una serpiente dorada que saliera y se enrosque sensualmente alrededor de su oreja. Cartier consideró a la Félix como una de sus clientas más importantes. Dueña de la frase: “Una mujer original no es aquella que no imita a nadie, sino aquella a la que nadie puede imitar”. La serpiente –que ahora  forma parte de la Colección Cartier– es la traducción del lenguaje visual con la que  buscaba  impresionar. “¡Son simplemente mis joyas para el día!”, alguna vez declaró en el hipodromo de Longchamp en París. Una creación que tomó semanas para construir y lograr entregar a tiempo para que la diva pudiera lucirlo cuando cumplió 57 años. Los legendarios cocodrilos llegaron tras la muerte de su esposo Alexander Berger un empresario francés, quien se casó con María en 1956. Fue el último y el más largo de los matrimonios de la originaria de Sonora, duraron juntos 18 años. Siempre comentó que estaba  muy enamorada de su pareja, lo admiraba como persona, pero también como empresario. Ella explicó que con  Berger podía aprender mucho, porque eran de distintas culturas, y porque era muy simpático y generoso. Durante su matrimonio intentaron convertirse en padres, por primera vez, después de haber tenido a su hijo Enrique, María estaba dispuesta a volver a embarazarse, sin embargo, tuvo un aborto, por el cual se prometió nunca intentarlo otra vez. En varias ocasiones, la actriz aseguró que el francés quizás no fue al hombre que más amó, pero sí al que mejor amó. En 1974, Berger murió a causa de un cáncer de pulmón. La pérdida fue devastadora para la actriz, fue internada por ocho meses en la clínica Mayo en Rochester, Minnesota, Estados Unidos.

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