viernes, diciembre 6, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Los pasadizos secretos del Centro Histórico

Pablo Cabañas Díaz

¿Qué hay bajo el suelo del centro histórico de la Ciudad de México? ¿Existen algunos pasadizos secretos? En el libro “Palacio negro” que fue parte de la exposición “Trazo urbano. Gráfica contemporánea desde México”, que se presentó en febrero de 2014 en el Museo de la Ciudad de México se planteaba que debajo del Centro Histórico, existe una suerte de enredadera de pasadizos subterráneos que atraviesa esa parte de la urbe. La existencia de esa red también se puede leer en el expediente 532/12 del Archivo General de la Nación fechado el 4 de octubre de 1954, que contiene una carta dirigida al arquitecto Eulalio González, donde se informa que por el hundimiento natural del terreno donde está el Palacio de Bellas Artes se desviarán los túneles clasificados 12 norte y 14 norte, lo que afectaría la comunicación con el Atrio de San Francisco.

 

Al leer el documento que recibió Eulalio González se aprecia como en el centro existe una serie de pasadizos y túneles interconectados; construidos sobre cavidades que datan de tiempos precolombinos. El caso del Palacio de Bellas Artes encubre uno de los puntos neurálgicos bajo tierra, por eso Porfirio Díaz al saber esto le daba una seguridad estratégica para mantener esa red subterránea en las mejores condiciones de la época.

 

En 1913, el periódico El Imparcial publicó el relato titulado “Caminando debajo de México”, en el que aseguraba haber recorrido los túneles del centro de la ciudad: “largos pasadizos, tesoros y momias estaban escondidos debajo de nuestros capitalinos pies”. Según ese periódico existía un túnel que conectaba al Castillo de Chapultepec con el centro histórico. El pasadizo del Castillo de Chapultepec se conecta con otros que a su vez se unen con otros más hasta poder llegar al Palacio Nacional. En esa zona hay una especie de ciudad subterránea.

Desde tiempos prehispánicos el subsuelo ha sido un espacio por explorar; es el caso del camino a un costado del Templo Mayor, en el predio que se conoció como Las Ajaracas.

 

En 2006, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron en Las Ajaracas, un túnel donde se encontró el monolito de Tlaltecuhtli, y 16 ofrendas. Otro de esos túneles va del Antiguo Palacio de Inquisición hoy Museo de Medicina a la Iglesia de Santo Domingo, fue descubierto en 1860, cuando en la remodelación del Palacio algunos obreros hallaron momias en el interior, entre las que se encontraba el cuerpo de Fray Servando Teresa de Mier. También, hay otra complicada red de pasadizos que conectan a la calle de Brasil con la Catedral, el Palacio Nacional y el Palacio de Minería. La función principal de esa red subterránea de pasadizos que se encuentra en Palacio Nacional es para usarlos como vía de escape en caso de que el presidente de México se encuentre en peligro. Otro túnel va de la Plaza de Santo Domingo a la Catedral Metropolitana.  Son los pasadizos y túneles del poder, solo quienes acceden a los más altos niveles saben de su existencia y los conocen.

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