Pablo Cabañas Díaz.
Luis Ramiro Barragán Morfín (1902-1988), fue uno de los arquitectos más importantes del siglo XX. Es el único mexicano que ha obtenido el Premio Pritzker (1980), máximo galardón que se otorga en esta disciplina . Estudió en la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, y se graduó de ingeniero civil. Entre 1924 y 1925 viajó por Francia y España donde conoció los planeamientos urbanísticos y arquitectónicos de la época. A su regreso construyó algunas mansiones con la marca de su estilo, como la de Efraín González Luna (1928), y la de Enrique Aguilar (1928). En 1930 viajó a Estados Unidos con su padre, quien falleció en el trayecto. Obligado por esa circunstancia, se hizo cargo de los negocios familiares. Entre 1931 y 1932 realizó un segundo viaje por Europa.
Trabajó intensamente, en lo que llamó su etapa “comercial”, para después retirarse y empezar a crear las grandes obras de su madurez. En 1945 se asoció con José Bustamante para desarrollar el proyecto de planificación y urbanización del fraccionamiento Jardines del Pedregal en San Ángel, al sur de la ciudad de México. Le impresionó la belleza del paisaje volcánico y concibió jardines y espacios habitables que se fundieran con la belleza de ese lugar. El resultado fue una innovación en la arquitectura de paisaje.
Entre 1955, realizó el fraccionamiento jardines del Bosque en Guadalajara, y en 1957 recibió el encargo de diseñar el símbolo de Ciudad Satélite. Plasmó la idea de construir unas torres inspiradas en el templo de San Gimignano, de Italia. En esa obra colaboró el escultor Mathías Goeritz, y utilizó nuevamente la forma del prisma triangular. Luis Barragán legó una abundante y valiosa producción arquitectónica en los campos del diseño y la construcción de un intenso y profundo contenido humano, de fuerza vital, de apoyo a la mano de obra artesanal, de austeridad y misticismo. Su obra posee características expresivas de un estilo personal inconfundible y de una regionalidad magistralmente lograda, que hacen de su autor el máximo exponente de la arquitectura contemporánea mexicana.
Barragán, desarrolló en sus proyectos formas y colores que hasta hoy son considerados característicos de la arquitectura mexicana. Siguen los arquitectos mexicanos valorando varios de los elementos que son reconocidos como propios de su arquitectura como el patio central, porche, celosías, nichos, jardines, fuentes y ciertas proporciones y medidas propios de esa propuesta. La casa Gilardi, en Tacubaya, es reconocida como la última obra proyectada por Barragán, en 1972. En 1976, el Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó una exposición retrospectiva de su obra, que lo colocó como uno de los arquitectos más importantes del siglo XX. También ese año recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la ciudad de México En 1976 recibió el Premio Nacional de las Artes, e ingresa como miembro del American Institute of Architects; en 1984 fue nombrado miembro honorario de la American Academy and Institute of Arts and Letters, de la ciudad de Nueva York; durante ese año, la Universidad de Guadalajara le otorgó el título de Doctor Honoris Causa; en 1985 recibió el premio anual de Arquitectura Jalisco.