viernes, abril 19, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Francia, México y García Luna

Pablo Cabañas Díaz
En junio  de 2009,  la Francia de Nicolás Sarkozy (2007-2012) y el México de Felipe Calderón (2006-2012), tuvieron un revés. Sarkozy  se tomó a mal la decisión de México, de no extraditar a Florence Cassez, condenada a 60 años de prisión por los delitos de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas reservadas al Ejército. Calderón llevó a una crisis sin precedentes la buena relación que tenían los dos países. Cassez, fue aprehendida en 2005 en un montaje televisivo. Se le acusó de pertenecer a la banda de secuestradores ‘Los Zodíaco’, liderada por su novio el mexicano Israel Vallarta. En marzo del 2008, en una visita relámpago- Sarkozy quiso que Calderón le concediera  su extradición. “Estoy aniquilada (…), sesenta años en México, para mí equivale a la muerte”, declaró Cassez vía telefónica desde la cárcel a la prensa de su país al enterarse de la negativa mexicana a extraditarla. El caso quedó en manos de una comisión bilateral de abogados .
La decisión de Calderón de no extraditar a Cassez fue una afrenta para Sarkozy.  “Una decepción”, en palabras del portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel.  Once años después. Sarkozy, confesó que no le sorprendió que Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, esté detenido en Estados Unidos, acusado de conspiración con el narcotráfico. “No me asombró en absoluto. No sabía cuándo ni cómo iba a ocurrir, pero desde hace tiempo sabía que iba a ocurrir”, comentó en entrevista con Procesoy el semanario francés L’Express
Sarkozy aclaró que no le gusta asistir a la caída de alguien e indicó que independientemente de lo haya hecho García Luna, no se pronunciará en su contra. “Me porté suficientemente severo con ese personaje -García Luna-, cuando se encontraba en la cúspide del poder y de la gloria… Ahora que está detrás de las rejas no pronunciaré una sola palabra en su contra. Es una cuestión de principios”, declaró.
El exmandatario francés reveló además algunos pormenores del caso Cassez, del que García Luna fue señalado por haber construido un “videomontaje”. Contó cómo después de haber sido electo como presidente en 2007 se enteró de la detención de la ciudadana francesa ocurrida el nueve  de diciembre de 2005 y transmitida en vivo en Televisa y TvAzteca. Sarkozy confesó que frente a este caso asumió que su deber como presidente era estar al lado de la ciudadana francesa, no para que escapara de sus responsabilidades, sino porque un jefe de Estado tiene que proteger los derechos de los franceses, incluyendo los de quienes cometieron faltas.
Sarkozy reveló la semana pasada, que  el 8 de marzo de 2009 tuvo una comida privada con el presidente mexicano y sus respectivas esposas en la hacienda de Tlacatecpan. Todo empezó muy bien…hasta el momento en el que no puedo ceder en el affaire Cassez. Narra en la entrevista con Proceso que  le expresó a Calderón que entendía hasta qué punto el tema de los secuestros era sensible en México, pero le insistió que Cassez tenía que ser trasladada a Francia, conforme a los convenios internacionales”, Sarkozy asegura que a partir de ese momento, la actitud del expresidente de México cambió por completo. “El presidente Calderón se puso muy rígido y luego se enfadó. Subió el tono entre nosotros dos. Nos enfrentamos… Fue brutal. Y de repente él exclamó: ‘¡Jamás!””. Calderón compró sin cuestionar el montaje televisivo de García Luna, su incondicional, y convirtió el montaje en asunto de Estado; puso en riesgo las relaciones con Francia, canceló la celebración del Año de México en ese país, y frustró las ambiciones de decenas de artistas mexicanos que pretendían mostrar sus reconocidos talentos en Europa. Con argumentos legalistas proporcionados por la cancillería de Patricia Espinosa, rechazó la petición de cumplir con el Tratado de Estrasburgo, alegando puntillosamente que Francia no reconocía las sentencias de 60 años por secuestro.
El  montaje vició el procedimiento: Pablo Reinah, reportero en ese momento esperaba afuera del rancho Las Chinitas junto a la fuerza policiaca de tarea encargada de rescatar a las víctimas en vivo, recibió órdenes de detener el operativo hasta que Carlos Loret terminó en un comercial. Al final de una historia inverosímil de inconsistencias,  de Calderón cegado por el poder, de policías corruptos, errores judiciales, arrogancia y testigos pagados, los únicos hechos comprobables fueron la marca del sexenio 2006-2012: manipulación sistemática, impunidad de origen en el trato de acusados y testigos, y el manejo de algunos comunicadores para construir versiones increíbles.

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