jueves, diciembre 12, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Banxico desacuerdo con Morena

Pablo Cabañas Díaz
Las controversias entre Andrés Manuel López Obrador  y el Banco de México (Banxico) van  a repetirse  de nuevo en diciembre, cuando el presidente electo asuma su cargo y despache  con pleno poderes en Palacio Nacional.  La  última controversia pública que tuvieron un presidente y un gobernador del  banco central se dio durante la administración de Felipe Calderón, cuando este le reclamó a Guillermo Ortiz, la prevalencia de tasas de interés en niveles altos que entorpecían la recuperación económica. Al final el banco central, con todo y críticas, mantuvo su política monetaria restrictiva y logró  su objetivo de controlar la inflación. Felipe Calderón no postuló a Ortiz Martínez para un segundo mandato por el contrario, impulsó a Agustín Carstens. Fue aquel un episodio positivo, porque se dejó ver el valor de la autonomía, aun en contra de lo que pensara el propio presidente de la República.
En este sexenio Luis Videgaray tuvo una serie de desavenencias con Agustín Carstens. Con la llegada de Alejandro Díaz de León para sustituir a Manuel Sánchez, a inicios de 2017, la Junta de Gobierno de  Banxico estaba dominada por banqueros  cercanos a Carstens, a diferencia de la Junta anterior, con Guillermo Ortiz, que tenía mayor pluralidad, con dos subgobernadores del sector privado. Las disputas eran entre tecnócratas pero había un acuerdo  sobre el proyecto económico  a seguir . Pero en el próximo primero de diciembre será diferente. En Baja California Sur el pasado martes el López Obrador expuso: ¿Ha estado muy bien el neoliberalismo, hay que aplaudirle? ¿Por qué no aceptan que fue un fracaso la política neoliberal, que sólo benefició a una pequeña minoría, empobreció a la mayoría del pueblo, produjo la inseguridad, la violencia?”.
La primera decisión  de Morena  será  definir en quien se tendrá que hacer la sustitución del subgobernador  Manuel Ramos Francia, cuyo mandato se termina. Los banqueros buscan que esa posición  sea negociada  con Alfonso Romo. En los próximos días  la cúpula financiera habrá  presiones muy concretas en este sentido. El Presidente electo destacó que en cuatro años de inversión extranjera han llegado 60 mil millones de pesos, 15 mil millones por año y que se está extrayendo un millón 800 mil barriles diarios, como se hacía hace 40 años. “Ha resultado un fracaso”. Finalmente, López Obrador también ofreció una disculpa a quienes estén enojados por sus declaraciones.
La tensión del fin de semana entre Morena y Banxico seguirá su inicio se encuentra en la primera reunión de  López Obrador con Díaz de León, en la cual el banquero le expuso al presidente electo, palabras más palabras menos, que el plan de austeridad de Morena le preocupaba porque lo entendía  poco viable y creía que eso podía comprometer las reservas y complicar la inflación. La reunión terminó antes de lo previsto y el  presidente electo se retiró de mal talante. Creer que López Obrador es un opositor que   no conoce los laberintos de lo que implica el  poder real como se lo hizo sentir  Díaz de León fue un  error  que habrá de marcar su gestión de ahora en adelante.

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