viernes, marzo 29, 2024

Oportunidades y crisis

¿Cuál ha sido el mayor pelotazo de las inversiones? ¿Y la más sonada bancarrota? Quizás en el primero de los casos les venga a la mente Bitcoin, que tanto ha revolucionado la inversión online, y en el segundo la crisis de las subprime. Y sin pretender menospreciar su importancia nos gustaría darles a conocer un par de casos; en ambos algunos se hicieron ricos y a otros les estalló la burbuja en la cara cuando terminó la fiesta.

La Compañía de los Mares del Sur

Si creen que el modus operandi de la crisis de las llamadas “punto com” que tuvo lugar a principios del presente siglo es algo muy moderno, invertir grandes cantidades en empresas de las que apenas se conoce nada, crecen muy rápido y quiebran de forma espectacular, quizás les interese conocer la historia de la Compañía de los Mares del Sur.

La implicación de la corona inglesa en la Guerra de Sucesión española hizo que el gobierno de las islas comenzase a emitir bonos para costear el esfuerzo de guerra, lo que disparó la deuda inglesa muchísimo. Entonces la Compañía de los Mares del Sur adquirió los derechos comerciales británicos con las colonias españolas a cambio de asumir parte de la deuda del estado, la compañía cambiaba sus acciones a los tenedores de los bonos y además ofrecía jugosos dividendos.

La primera emisión de acciones fue todo un éxito y pronto comenzó a subir el precio de las acciones, con la promesa de estar respaldadas en la descomunal riqueza que se extraía de las Américas. El problema residía en que Felipe V, el rey español, no permitía que más de un barco inglés al año comerciara con los territorios españoles de ultramar, lo cual hacía que los prometidos beneficios no terminasen de llegar.

Entonces todo reventó. En el año 1720 tuvo lugar la última operación de captación de fondos, la cual no logró colocar todos los títulos (en ese momento la acción había alcanzado las 1000 libras) y cuando se supo que los propios miembros del consejo de administración de la Compañía estaban vendiendo sus acciones, el pánico cundió de manera generalizada y en poco tiempo la acción había vuelto a valores pre-burbuja. Esta crisis dejó un rastro de bancos quebrados e inversores arruinados por todo el territorio británico.

De Madrid a Valladolid… y vuelta a Madrid

Hubo un periodo de tiempo, a principios del siglo XVII, en el que la corte del rey Felipe III se trasladó de orillas del Manzanares a la ciudad de Valladolid.

El duque de Lerma, impulsor del traslado, se dedicó entonces a comprar casas en la villa de Madrid, con precios por los suelos, ya que el traslado del monarca implicaba el traslado de gran parte del aparato del estado, y cuando finalmente las aguas volvieron a su cauce y la Corona volvió a fijar su residencia en Madrid en el año 1606, el duque amasó una más que considerable fortuna al revender los inmuebles comprados pocos años antes a precios de saldo. Todo un pelotazo inmobiliario.

El panorama actual

Hoy contamos con muchísima información para decidir y planear nuestras inversiones, pero tanta información a veces puede ser contraproducente al abrumarnos con datos y noticias financieras a todas horas y en todo lugar, al disponer de internet en nuestro teléfono celular ya no tenemos ni un minuto de descanso, todos tenemos al alcance de un clic multitud de diarios financieros repletos de información que hay que aprender a interpretar para sacarle todo el provecho posible.

Por ejemplo, a toro pasado todos podemos leer los gráficos y detectar las señales que nos decían que las criptomonedas iban a sufrir la espectacular subida de finales del 2017, pero muy pocos, en términos relativos, lo vieron y sacaron tajada de aquello. Sin embargo, sí que teníamos de nuestra parte la historia para prever la bajada que experimentaron en el 2018.

Aunque la tecnología también puede jugar a nuestro favor, ya que podemos acceder a multitud de cursos y charlas a través de webinarios o el propio YouTube, con lo que podemos aprender de gente muy valiosa cuyos conocimientos hace solo una década nos estaban vedados, y aprovecharnos de la inmediatez y comodidad de la red para realizar la inversión de nuestra elección.

En definitiva, lo más importante es conocer bien el producto en el que pensamos invertir y hacerlo en una plataforma de confianza y regulada.

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