Brasil.- Brasil está experimentando un aumento alimentado por la variante de Omicron en las infecciones por coronavirus que ha visto que los casos sospechosos han sido muy subestimados y terminan por duplicarse en una semana.
El aumento ha ejercido presión sobre el sistema hospitalario del país y está amenazando la economía ya rezagada, pero ha sido minimizado en gran medida por el presidente Jair Bolsonaro, que ha sido hostil a las restricciones y ha difundido información errónea sobre el virus desde que comenzó la pandemia.
A partir del jueves, los casos confirmados casi se duplicaron en comparación con una semana anterior, con un promedio móvil de los últimos siete días aumentando de más de 63.292 el jueves anterior a 97.945, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Sin embargo, los expertos creían que el número real es mucho mayor, debido a la escasez de pruebas y a los sistemas poco confiables para la presentación de informes y la divulgación pública de datos.
Mientras tanto, las muertes fueron de alrededor de 160 al día, mucho más bajas que en aumentos repentinos anteriores en el país latinoamericano, que regularmente registró más de 3.000 muertes al día en marzo de 2021. En total, más de 620.000 personas han muerto en Brasil después de contraer COVID-19.
Bolsonaro, por su parte, ha insistido en que la economía de Brasil no puede permitirse otro confinamiento, y en su lugar había defendido el controvertido enfoque de permitir que las personas se infecten por la llamada “inmunidad colectiva” contra el virus para echar raíces.
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AM.MX/kgr