sábado, noviembre 2, 2024

LIBROS DE AYER Y HOY: Engendros jurídicos por décadas y ahora critican

Teresa Gil

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

 

Palabras de todo tipo se han  usado para convertir en un terremoto la reforma de la constitución local de Baja California, que elevó el período de gobierno de 2 a 5 años. Hasta el herido y postergado Jaime Martínez Veloz, coahuilense de nacimiento que buscó la postulación de aquel estado norteño,  anda muy activo para sabotear cualquier postura que  no convenga a sus intereses. Pero la mayoría se pierde en su propio laberinto. Ni el gobierno federal  han podido decir con claridad que es lo que se violó jurídicamente en ese que  consideran un atentado a la democracia. La también llamada “ley garrote”, de Tabasco, ¿lo es realmente o es otra llamarada de petate de la oposición retomada por los medios? Tradicional fue tomar la norma para alterarla en un juego de malabares, que ha sido utilizado por montón en el sistema jurídico  mexicano. PRI y PAN no hacían otra cosa. Si no hubiera sido  así, no serían más de 700 las reformas que ha sufrido la Constitución, algunas innecesarias para reflejar la visión del gobernante en  turno. Eso sucedió por ejemplo con  las muchas reformas que se hicieron en el gobierno de  Miguel de la Madrid (DLM) para adecuar la carta magna a las necesidades del  neoliberalismo. De 1917 a 1982 con DLM, las reformas llegaron al 70 por ciento. En algunas de ellas se ha alterado el sustratum original. Los cambios al  artículo 130 para dar una idea,  confirman lo que  se ha dicho de que la carta magna ha sido una norma utilizada para el uso personal de cada gobernante. Con esa reforma, Carlos Salinas de Gortari que quiso quedar bien con  la iglesia católica, alteró la concepción  juarista y colocó en oposición  al artículo Tercero que contempla el laicismo. Los robos de la presidencia, uno del propio Salinas y otro de Felipe Calderón,  no son sino alteraciones  flagrantes de la ley y eso se ha repetido en centenares de veces en muchos comicios mexicanos. Lo vimos en 2017 en  el Edomex y en Coabuila. Los albazos son  famosos, como el que  sucedió con la Ley de Seguridad Interior, los llamados sabadazos para sorprender al opositor y las reformas de última hora para dejar enganchado al gobierno siguiente. Eso lo vemos en esos funcionarios -como en  Veracruz con el fiscal Winkler-, dejados por ley y por venganza, fuera de sexenio  solo para poner en la picota al  nuevo gobierno. O lo que hizo EPN en junio de 2018, cuando ya presentía que su candidato iba en picada, de firmar  decretos a diestra y siniestra para levantar la veda de 300 cuencas hidrológícas en lo oscurito. Y son solo pocos ejemplos…

 

LOS NEOPORFIRISTAS RECALCITRANTES CONTRA LA REELECCIÓN

Las vestiduras rasgadas de los neoporfiristas, muchos  de ellos dentro del PAN, se caen a pedazos cuando se les recuerda que el señor Porfirio Díaz se reeligió diez veces, aunque algunos hablan de siete. Enardecidos, poniendo en duda incluso la fe notarial, se mueven dudosos contra la firma de no reelección de AMLO. Y no es que los haya cambiado la historia; siguen siendo reeleccionistas, es que el mandatario no es de su esfera. De hecho, en su círculo se mueve Felipe Cálderón que aunque ya no pertenece al PAN, cojea del pie reeleccionista. Recuérdese el intento que hizo de reelegirse  a través de su consorte Márgara Zavala que  no le cuajó y ahora busca desde muchos ángulos una reelección al menos en las decisiones que determinan al país a través de la asesoría a sindicatos, la creación  de un  nuevo partido,  el impulso a movimientos desestabilizadores de derecha y de pilón, se va a Venezuela a prohijar un golpe de estado para  demostrar que las puede. En su sexenio tanto él como Peña Nieto dieron  un engrosamiento sorpresivo a la Constitución  según dijo a  El Economista en 2017 -en los cien años de la  Carta Magna- el constitucionalista Diego Valadés, al pasar de 21 mil palabras a 54 mil 815 en el periodo calderonista y llegar con 10 mil 632 palabras más, con EPN, a 65 mil 447 en el año del  centenario. El destrozo que hicieron de la Constitución los priístas en su mayoría, y en doce años ayudados por los panistas, se exhibe en el hecho de que de 136 artículos solo 22 no han sido tocados.

 

TRATO HECHO, DE MAUGHAM. EL TRATO HECHO MEXICANO, FAVORECIÓ A MUCHOS

Múltiples cambios a las leyes en México han tenido un trato hecho previo, con los grupos de poder. El tufo que destilaba la pasada reforma educativa para ampliar la privatización de la enseñanza, fue varias veces denunciado. Los casos son muchos. Entre su caudal de relatos, el escritor inglés W. Somerset Maugham, tiene uno, Trato hecho,  (Lluvia, Argos Vergara 1983) que aborda el aprovechamiento de la ley por un gobernante y los grupos de poder que resultaron beneficiados al  mismo tiempo. Un gobernante casado con  una mujer de alta sociedad, que se ha enamorado de una bella joven extranjera,  decide cambiar la ley por considerarla anticuada, para poder casarse con ella.  Pese a la objeción legislativa la ley se aprobó y  el gobernante lanzó la promulgación. Poco después fue depuesto y fusilado. Pero como la ley seguía vigente,  muchos la utilizaron para enriquecerse ya que la norma permitía acelerar el divorcio en pocos días y contraer  nuevo enlace – como en Las Vegas y Reno, Nevada-; hoteleros y otros empresarios hicieron su agosto con  la gente que arribó de varios lugares. Aparecen entonces tres mujeres que el autor describe con  discreción, pero que eran las tres poderosas madames de la ciudad. Las tres protestaron contra los hoteleros que les afectaban  su  negocio,  porque las mujeres foráneas trabajaban en sus instalaciones.  Ante el dilema, el  nuevo gobernante arregló las cosas de tal forma, que todos pudieran beneficiarse de la ley, ya que ésta lo permitía. Maugham, autor de Servidumbre Humana, La luna y seis peniques, El filo de la navaja, Vacaciones de navidad entre muchas, ha sido uno de los más llevados al cine por la singularidad de sus historias. Entre sus relatos más destacados están La carta – con película que ganó el Óscar- y Lluvia.

La Costumbre del Poder: AMLO se aclimata en Palacio Nacional, ¿de qué o quién se oculta?

*Por lo pronto cruzamos ya el umbral de una crisis constitucional. Regresar al otro lado de la puerta no será sencillo. Debemos preguntarnos si...

MATARILI

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