Carmen Lila Romero / Círculo Latino de Estudios Internacionales (CLEI)
*Roma influyó determinantemente con colonos y militares.
*Existieron periodos históricos para los grandes éxodos.
*El feudalismo fijó a las poblaciones y originó conflictos-
*En la Edad Media se crearon redes de ciudades-Estados.
*Venecia, entre las grandes urbes del mundo por las migraciones.
El poblamiento y expansión de los cartagineses y romanos en el Mediterráneo occidental estuvo acompañado por una etapa de guerras conocidas como púnicas, que cambiaron por completo el mapa político de esta zona del sur de Europa y norte de África, convirtiéndose en factores determinantes para las migraciones.
El caso de los colonos, militares y otros ciudadanos romanos que se establecieron en la antigua Dacia, la actual Rumanía que heredó el latín como lengua ancestral, puede servir también de ejemplo de estos desplazamientos.
Existieron periodos históricos para las grandes migraciones, que sirvieron para que muchos pueblos indoeuropeos se establecieran a ambos lados de los antiguos limes -límites, en su traducción del latín al castellano- del Imperio romano.
El feudalismo tuvo un efecto dual en cuanto se refiere a las migraciones de población: por una parte fijó a los campesinos al suelo, es decir, a la tierra y aldeas de los distintos feudos. Por la otra, aunque redujo el comercio, aumentó enormemente las guerras de conquista entre los feudos existentes.
Esto dio origen a verdaderas invasiones y desplazamientos masivos de la población, que fueron creciendo con el aumento y transformación de algunos feudos en los estados nacionales a fines de la Edad Media lo que, a su vez, determinó la decadencia definitiva del sistema feudal.
En la Edad Media se crearon las redes de las ciudades-Estado, como la Liga Hanseática en el noroeste europeo y las ciudades surgidas a ambos lados de los pasos a través de los Alpes y en las ciudades del Norte de Italia, con el predominio de Venecia, que llegó a ser la mayor ciudad del mundo gracias a las migraciones y al desarrollo del comercio.
Estas ciudades crecieron enormemente por el desarrollo del comercio y dieron lugar a grandes desplazamientos o migraciones entre el mundo rural y dichas ciudades, así como el surgimiento de otras aldeas transformadas en burgos dedicados a la manufactura artesanal que alimentaba ese comercio.
En la América septentrional hay vestigios de una forja catalana en la misión de San Juan Capistrano junto al Camino Real de California del siglo XVIII, un avance tecnológico que vino a modificar sustancialmente la producción de metales en un nuevo continente con migrantes.
Los comienzos de la Edad Moderna marcan el inicio de los viajes de descubrimiento, la formación de Imperios de ultramar, la colonización de otros continentes y países por parte, principalmente, de los países europeos.
El desarrollo de la navegación dio lugar a unos desplazamientos masivos de millones de personas que, al mismo tiempo que dieron origen a una verdadera despoblación en muchos países europeos.
Estos sirvieron para fundar y poblar muchos países nuevos, sobre todo en América, a través de un proceso que puede considerarse, al mismo tiempo, como una invasión y hasta genocidio (especialmente en los primeros tiempos) pero también como la fundación y desarrollo de un nuevo mundo con una mayor calidad de vida.
Muchos de los desarrollos técnicos iniciados en Europa pasaron rápidamente al continente americano (uso del caballo, puentes, acueductos, caminos, molinos, plantas de cultivo y fraguas con la ocupación progresiva de la América del Norte por parte de los españoles, franceses e ingleses.
La migración se hizo más intensa con el descubrimiento de oro y plata en el Oeste del territorio de lo que hoy es la Unión Americana en 1848, pero esta ocupación, sobre todo en el siglo XIX, tuvo caracteres distintos a la expansión colonial en Hispanoamérica durante la época colonial.
El desarrollo de la Revolución Industrial dio origen al mayor proceso migratorio de toda la historia que no ha terminado aún, sino que está tomando nuevas formas: el llamado éxodo rural, que involucró a miles de millones de campesinos en todo el mundo que fueron dando origen, a su vez, al crecimiento descontrolado y excesivo de ciudades enormes.
La gran emigración europea de 1800 a 1950 se relaciona con el éxodo rural desde comienzos del siglo antepasado, y durante casi un siglo y medio, millones de europeos pobres emigraron principalmente hacia América y Australia, a territorios ajenos y lejanos a sus tierras de origen.