sábado, noviembre 30, 2024

LA VIDA COMO ES…: El resurgimiento

De Octavio Raziel

Receta:    

         Mezcla el enfado, el miedo y el escapismo.

         Agrega resentimiento, odio, xenofobia, deseo de poder y miedo.

         Sazona con racismo, sexismo.

         El resultado será una semicivilización que te hable de que todo mejorará una vez que la sociedad sea separada de los elementos ajenos que le son nocivos (judíos 1933/1945 latinos 2018…) Un hijo bastardo llamado fascismo.

         Vivimos un populismo posmoderno (¿la historia se repite?) que clama por un Julio César, un amo que ponga orden y castigue a los responsables del mal. Se invoca a las glorias del pasado, pues Europa y Estados Unidos han pasado del Welfare State, ese estado de bienestar al estado de malestar. Se crean nuevos símbolos y se exhiben a los causantes del desorden y el caos en que fue convertido el sistema en un lenguaje sencillo, que el pueblo entienda claramente (¿Recuerdan a Mussolini, Hitler y a Stalin?) Hoy son los twitteres de Trump los mensajes directos y entendibles a todos.

         En los Estados Unidos el Sueño Americano desembocó en la pesadilla americana, diría San Compadre.

         Para Kissinger, Trump puede ser una de esas figuras en la historia que aparece de vez en cuando para marcar el final de una era.

         En el mundo actual asistimos a una serie de desviaciones viciosas como las autocracias, plutocracias, partidocracias, oclocracias, cleptocracias y cacocracias.

         El caso de los ineptos en el poder –dice Moisés Naím – “las cacocracias (los gobiernos de los malos) proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y les abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados.

         “Obviamente es posible que a veces se combinen los dos y el Gobierno no solo sea criminal sino también incompetente. Cuando coinciden, la cleptocracia y la cacocracia se refuerzan entre sí

         Mientras, Noam Chomsky recuerda que hace unos 40 años surgió el neoliberalismo (Ronald Reagan y Margaret Thatcher) y eso ha tenido como efecto que la gente se sienta menos representada y al mismo tiempo lleve una vida cada vez más precaria y con trabajos cada vez peores. Los principios del libre mercado son estupendos para aplicárselos a los pobres, pero a los muy ricos se los protege.

         Mientras el mundo se desgañita debatiendo sobre socialismo, capitalismo, independentismo, populismo y otros ismos, los ladrones y los ineptos están tomándose cada vez más gobiernos, recuerda Moisés Naím. Y añade, en estos tiempos, la criminalidad de algunos jefes de Estado ha alcanzado niveles dignos de los tiranos de la antigüedad.

         Para los cleptócratas, el bien común y las necesidades de la población son objetivos secundarios, mientras que en las cacocracias priorizaron sus intereses económicos.

         Cleptócratas y cacócratas se apoyan entre sí, como ha sucedido en los tiempos modernos. Los primeros saben distraernos de sus fechorías y los segundos de su incapacidad utilizando ideologías nacidas al vapor y simulando una lucha verbal o escrita contra sus rivales. Mientras, a los ciudadanos los distraen a través de las redes con memes y otras estupideces.

         (Un punto a favor de AMLO, tal vez, ha sido la conformación de su equipo formado en la UNAM)

         Lo que estamos viendo en Estados Unidos y en países europeos con una larga tradición democrática muestra que ninguna nación es inmune a la cacocracia.

        Igual que para Nietzsche, las personas resentidas son más débiles. El resentimiento no está realmente interesado en soluciones, se centra en estimular la agresión y el enojo diría Rob Riemen, que “la verdadera amenaza que estamos enfrentando en nuestros días es la frivolización del Ser Humano”.

         Ciertamente, nos conformamos con cualquier cosa, nos reímos del escándalo. Aceptamos que el poder estimule la agresión y el enojo, y promueva el regreso a “tiempos mejores que quedaron el pasado” (Hilo de Ariadna)

         Rob Riemen, en su texto “Para combatir esta era”, identifica la ruta del eterno fascismo; el encuentro del hilo de Ariadna que nos orientará para regresar a la sociedad civilizada.

         Para Amos Oz, mi autor favorito de los tiempos modernos, la obra de Rob Riemen, es una meditación audaz, valiente, original y provocadora. Desafía muchos de los diagnósticos al uso sobre la presente crisis de la civilización occidental, democracias de masas privadas de su espíritu democrático. Recuerda que las sociedades dominadas por el miedo son sensibles a las falsas promesas de la ideología fascista y sus líderes autocráticos.

        Thomas Mann advertía que, si alguna vez el fascismo llega a los Estados Unidos, lo hará en nombre de la libertad.

        Mann y Albert Camus, coincidían (1947) en que la guerra (II) había terminado pero el fascismo no fue vencido.

        En estos tiempos de crisis de la civilización, el fascismo ha brotado bajo una nueva y moderna apariencia en nombre de la libertad.

         En nuestro caso, la corrupción y el cinismo desembocaron en la búsqueda del México perdido (otra vez Ariadna). Sólo esperemos que el cesarismo (si la democracia falla, la dictadura) que invoca una vuelta a las glorias del pasado no nos arrastre a lo que llevará Trump a nuestros vecinos: el resurgimiento del fascismo.

         La cercanía, no sólo geográfica sino, ahora política, de Estados Unidos y México, queda de manifiesto en frases de los mandatarios (electo el mexicano)

         “Ambos sabemos cumplir lo que decimos”: AMLO.

         “El mandatario electo es una persona estupenda que ha hecho un gran trabajo” DT.

         En el caso de AMLO el temor es que después de colocarse la Banda, le salga lo loco que todos traemos dentro. Su personalidad paranoide y narcisista coincide con la DT.

         La historia no es nunca cierre feliz, sino subversión y apertura, abismo de libertad por conquistar. Lo propio de nuestro modo de existir, escribió Jan Patocka en sus “Fundamentos espirituales de la vida contemporánea”.

         Hemos perdido la noción de la calidad y hoy sólo creemos en la cantidad. Nos estamos olvidando del “cuidado del alma”, como diría Patocka, a cambio de una democracia de masas.

Textos leídos o consultados:

Rob Riemen. Para combatir esta era

Moisés Naím. Elpaís.es

Noam Chomsky. Elpaís.es

Jan Patocka. Los fundamentos espirituales de la vida contemporánea

Hilo de Ariadna (leyenda)

Thomas Mann, Albert Camus, Nietzsche.

Jim Marrs. El Cuarto Reich

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