jueves, marzo 28, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: ¿México atractivo para la inversión? IV/V

*Ahora podemos entender por qué no contribuyen a ennoblecer y enriquecer al país que los alumbró

Gregorio Ortega Molina

La estatura moral y cívica de los líderes disminuye con la mínima equivocación, con el menor desliz verbal, porque tras él aparece la intención aviesa, el secreto mejor guardado, la opinión vergonzante. Bien afirmó AMLO, soy líder de un movimiento social, y sí, lo es más que presidente de todos los mexicanos.

     En estricto sentido la oposición fue grosera y mojigata, tal como se comportó MORENA cuando estuvo del otro lado de la baranda. Adjetivar de fascistas y mezquinos a los simpatizantes del matrimonio Moreno Valle-Alonso equivale a verse en el espejo, precisamente porque vivimos tiempo de canallas.

     Detrás de este escándalo todavía queda pendiente la aclaración de los términos jurídicos y constitucionales que rescinden la construcción del AICM, tema del cual los integrantes del gabinete tienen recomendado callar. En boca cerrada no entrarán moscas.

     Su deber de presidente de México le exigía estar con los deudos poblanos; sus motivos de líder de un movimiento social repugnaron de ese gesto. Estamos ante la construcción de un gobierno gregario.

     De allí que dejen de asombrarme las actitudes de los empresarios. Ellos sabrán cómo actuar, porque pueden competir, pero a la hora de preservar las libertades que los enriquecen, hacen a un lado sus diferencias y van ellos, todos, juntos.

     Y así lo hacen. Recurrimos de nueva cuenta a El País, donde una nota informativa indica: “La entrada en España de inversiones procedentes de México se ha multiplicado por 1,5 en los últimos diez años. La razón que suele esgrimirse cada vez que aumentan los capitales procedentes de Latinoamérica, es que España opera como una puerta de entrada a Europa. Pero la explicación es, por excesivamente general, poco esclarecedora. Si se quiere empezar por el principio, habría que indicar, en primer término, la consolidación de empresas mexicanas con liquidez y capacidad para invertir fuera de sus fronteras; empresas que, a diferencia de lo que sucedía en décadas anteriores, no dependen única y exclusivamente del petróleo. Hace mucho tiempo que México dejó de ser, en términos empresariales, petrodependiente. Si algo demuestra la expansión del capital mexicano en España es que México ha dejado de ser, al menos en su imagen financiera, un país “emergente”, sujeto pasivo de inversión procedente del exterior.

     “El punto de partida, como queda dicho, es que han aparecido empresas mexicanas con el músculo financiero necesario para invertir en el exterior y la disposición para hacerlo. Todo esto es más fácil de decir que de hacer; para construir un empuje exportador de inversiones directas no sólo hay que tener dinero, sino también la capacidad para identificar cuáles son los mercados que pueden ofrecer mayor rentabilidad”.

     Ahora podemos entender por qué no contribuyen a ennoblecer y enriquecer al país que los alumbró, porque es tiempo de canallas, de la cúspide a los cimientos.

www.gregorioortega.blog       @OrtegaGregorio

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