sábado, diciembre 21, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: El enemigo en casa

*¿Hay solución posible al comportamiento agresivo de incontables seres humanos? Ojalá, porque no quiero pensar siquiera en la existencia de madres que violentan a sus hijos. No podemos cerrar los ojos a la posibilidad de que la violencia también provenga de ellas

Gregorio Ortega Molina

Los seres humanos somos absolutamente contradictorios, absurdos y acotados por esos parámetros expuestos en la obra de Albert Camus. Objetivamos el concepto de hogar como refugio, lugar seguro, pero los mayores que en él viven, lo convierten en una trampa que diezma a sus seres supuestamente queridos.

     SemMéxico difundió información de Erandi León Tierranueva el último 4 de mayo, donde nos entera que “a 24 horas de celebrar el Día del Niño, una menor de 14 años fue asesinada al interior de su domicilio en Los Reyes La Paz, Estado de México. La menor había sido reportada como víctima de abuso ante la Procuraduría de Protección del Menor del Sistema Municipal DIF. El padre, la madrastra y cuatro familiares paternos de la víctima son sospechosos responsables de la muerte de la menor.

     “Este no es el único ni el último caso; de acuerdo con información recopilada por la activista y periodista Frida Guerrera, del 28 de febrero al 27 de abril del presente año se han cometido 22 feminicidios infantiles en niñas menores de 14 años en todo el país, 23 contando a la niña de Los Reyes La Paz.

     “La mayoría de estos delitos se cometieron dentro del hogar, siendo agredidas, violadas y asesinadas en su mayor parte por las figuras paternas, ya que desde el confinamiento mantenido por la pandemia de COVID-19 en el país, del 19 de marzo al 26 de abril han ocurrido 17 feminicidios, siendo en su totalidad bebés asesinadas en contextos muy violentos con violaciones sexuales de por medio, de acuerdo a la información de la activista.

     “En lo que va de 2020 se han cometido más de 50 feminicidios infantiles, cifra superior comparada con los 98 feminicidios de niñas ocurridos en todo el año de 2019. Acorde con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es el Estado de México quien lidera este fenómeno con 7 feminicidios, seguido de Puebla con 6, Chiapas con 5, Veracruz con 4 y Nuevo León y Ciudad de México con 3”.

     El sistema de salud del Estado estableció normas de aislamiento y prevención para contener y disminuir el Covid-19, pero lo que debió traducirse en bienestar y seguridad, en muchos de los hogares sólo se convirtió en una trampa mortal.

     Lo más grave de este asunto, es que únicamente nos enteramos de los casos que terminan en muerte, porque las víctimas que sobreviven, incluso gracias a cuidados hospitalarios, guardan un absoluto silencio sobre su situación, y en no pocas ocasiones la feroz actividad de los victimarios “no es vista” por la familia, o simple y sencillamente es solapada. Esposas y madres viven atemorizadas por el marido y los hijos.

     ¿De dónde viene esa distorsión del comportamiento intrafamiliar? ¿Es disparada como consecuencia del confinamiento? ¿Qué hacen las familias y el Estado para prevenirla? ¿Hay solución posible al comportamiento agresivo de incontables seres humanos? Ojalá, porque no quiero pensar siquiera en la existencia de madres que violentan a sus hijos. No podemos cerrar los ojos a la posibilidad de que la violencia también provenga de ellas.

www.gregorioortega.blog                                         @OrtegaGregorio

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