sábado, mayo 25, 2024

J. Biden autorizó envío de aviones F-16 a Ucrania

Rajak B. Kadjieff / Moscú, Rusia

*Temor de recrudecimiento de la situación bélica.
*Dudas sobre el uso de esos cazas en la guerra.
*Las aeronaves estadunidenses son multiusos desde 1978.
*Eurofighters, los más demandados en Europa.
*Expertos admiten que hubo indiferencia a solicitudes de apoyo.
*Peticiones urgentes del gobierno de Volodímir Zelenski.

Cuando en marzo de 2023 preguntaron a Joseph Biden si enviaría aviones de combate F-16 a Ucrania, el mandatario de Estados Unidos respondió con un tajante “no”; pero esa negativa se revirtió cuando, en Hiroshima, Japón, en la más reciente reunión del G-7 autorizó la entrega de esos cazas y la formación de pilotos para que entren pronto en combate.
La rectificación de Biden llegó meses después de que Washington anunciara el envío a Ucrania de treinta tanques Abrams, los más efectivos del mundo en tierra -según el propio presidente- junto con vehículos de apoyo M88.
A lo dicho por Biden, se sumó la aceptación del gobierno de Polonia para, sin precisar la fecha, iniciar el entrenamiento de pilotos ucranianos con los F-16 estadounidenses, a condición de que estos sean utilizados únicamente sobre el llamado “teatro de las operaciones”, sin violar el espacio de la Federación Rusa.
Invitado estelar al encuentro en Japón, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, permitió que sus acompañantes militares expresaran la necesidad de eliminar los tabúes sobre el envío de ese tipo de aviones, no obstante que Estados Unidos y sus socios manifestaron temores de un recrudecimiento del conflicto con Rusia, que cuenta con un amplio arsenal nuclear.
“Desde el inicio de la operación militar, ha habido una fuerte preocupación por la posible escalada del conflicto y las líneas rojas rusas, que podrían llevar a Moscú a tomar medidas drásticas”, explicó Michael Desch, profesor de Relaciones Internacionales y director del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos.
En ese contexto, dijo que antes del encuentro del G7 existía indiferencia ante las peticiones de respaldo aéreo a Ucrania y aseguró que el mundo estaba en el filo del mayor riesgo que enfrenta la humanidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y cuando la amenaza nuclear de Moscú ha sido constante desde el inicio de la Operación Militar Especial rusa en febrero de 2022.
El gobierno de Vladímir Putin ha acusado repetidamente a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de llevar a cabo una guerra “proxy” o indirecta contra su país, y ha advertido que una mayor escalada podría desencadenar un conflicto nuclear, añadió Desch
El portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, profesor de Teoría Política en la Universidad de Kiev, Yuriy Ihnat, aseguró al periódico Ukrainska Pravda que el gobierno de Kiev necesita hasta doscientos aviones de combate polivalentes -como los F-16- para defender su espacio aéreo.
Argumentó que en este momento Rusia superaba a Ucrania entre cinco y seis veces en número de aviones de guerra, sin que el gobierno de Zelenski contara con ningún bombardero o aeronave especial.
Ihnat también dijo creer que otro motivo por el que Estados Unidos dudaba en enviar los F-16 a Ucrania es por su amplia autonomía de vuelo de más de cuatro mil kilómetros, que permitiría a Kiev ordenar operarlos más allá de sus fronteras.
“No se habla mucho de ello, pero también preocupa que los ucranianos puedan salirse rápidamente del guión en cuanto a lo que Estados Unidos está dispuesto a apoyar, y una forma de garantizar que no lo harán, es controlar los sistemas de armas que les damos”, afirmó Ihmat.
Para el periodista y académico, si Ucrania cuenta con recursos que le permitan alcanzar objetivos en Rusia a miles de kilómetros de la frontera, las posibilidades de que el conflicto escale a niveles aún más peligrosos se multiplican.
Dentro de un diagnóstico considerado urgente, dijo al diario de la capital ucraniana que las plataformas móviles de lanzamiento de cohetes Hi Mars han tenido una importancia crucial para la defensa de Ucrania, y un buen ejemplo es el sistema de lanzamiento múltiple de esas armas, de las que hay varios tipos.
“Nos hemos resistido a darles los de mayor alcance porque tendrían la capacidad de alcanzar objetivos dentro de Rusia”, indicó Yuriy Ihnat a Ukrainska Pravda, al explicar además que el F-16 es un avión de combate que, “aun sin apoyo de tanques, tiene suficiente rango como para atacar en zonas interiores de Rusia”, destacó, aunque días después, Biden dijo que sólo serían usados en territorio ucraniano.
Estos cazas de fabricación estadounidense a partir de 1978 supondrían una mejora significativa en comparación con los de la era soviética -en su mayoría MiG- que Ucrania usa hoy, producidos antes de que el país dejara de ser república soviética y se independizara de Moscú en 1991.
Protagonista en el rearme de Ucrania, el F-16 Fighting Falcon se considera uno de los aviones de combate más fiables del mundo y lo utilizan Bélgica y Pakistán, y que cargado con bombas y misiles guiados, es capaz de volar a 2.400 kms por hora, según la Fuerza Aérea estadounidense.
Con una activación que deberá esperar algunos meses, dijo Biden, las capacidades de localización de objetivos del F-16 permitirían a Ucrania atacar a las fuerzas rusas en territorios ocupados, y con mayor precisión en todas las condiciones climáticas y de noche; pero eso, ¿marcaría la diferencia?, se preguntó a Ihnat, quien respondió:
“En Ucrania hemos sostenido que los aviones de combate avanzados como los F-16 pueden ayudar a defender nuestro espacio aéreo de los ataques rusos, aunque no dejamos de poner en duda que pueda ser un elemento decisivo en la guerra”.
“En ninguno de los lados los cazas están jugando un papel importante en las operaciones terrestres: por ejemplo, los rusos están usando bombarderos con misiles de crucero o hipersónicos, y en el lado ucraniano es algo similar”, evaluó, argumentando que “la red de defensa aérea en ambos lados es densa y difícil de eludir para los cazas”.
En esa situación, el F-16 Fighting Falcon, fabricado por Lockheed Martin “quizá podría ser más efectivo que otros aviones, aunque sin llegar a marcar la diferencia en el curso del conflicto”, según el analista y teórico ucraniano.
En todo caso, refirió Michael Desch, Biden ha rechazado repetidamente las peticiones de aviones por parte de Ucrania y, en su lugar, se ha enfocado en proporcionar apoyo militar en otras áreas; sin embargo, algunos de sus aliados occidentales, han expresado dudas y posturas diferentes.
Otros hechos relevantes muestran la existencia de divisiones en Europa, como la exhibida por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien no descartó enviar naves a Ucrania, aunque matizó que esto no debe suponer un aumento adicional de la tensión ni reducir la propia capacidad de defensa de su país.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, en visita oficial a París abordó el tema con Macron y los mandos militares franceses, mientras el gobierno de Polonia, otro aliado clave de Ucrania, tampoco ha pronunciado por enviar F-16 a Kiev.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó que eso solamente sería posible “en completa coordinación” con otros miembros de la alianza atlántica, en tanto el viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andriy Melnyk, pidió a los aliados crear una “coalición de aviones de combate” que le suministre Eurofighters, Tornados, Rafales franceses y Gripen suecos.
Una de sus razones a favor del Eurofighter es que es, sin duda, el caza bombardero europeo más utilizado, aunque el gobierno del Reino Unido anunció no estar al tanto de ninguna solicitud formal de aviones británicos de última generación por parte de Ucrania.
“Los aviones Typhoon y F-35 del Reino Unido son extremadamente sofisticados y lleva meses aprender a pilotarlos”, indicó un portavoz del primer ministro Rishi Sunak, quien recientemente declaró que no creía que fuese práctico enviar esos prototipos aéreos a Ucrania.
En Londres, el Ministerio de Relaciones Exteriores externó que Sunak “ha mantenido intensas conversaciones con asesores militares” y “la conclusión es que, dada la ventaja numérica de Rusia, una guerra de desgaste sostenida no beneficiaría a Ucrania”.
Olaf Scholtz, canciller de Alemania, ha indicado que no se ha definido si su gobierno enviará aviones de combate a Ucrania, y recordó que, en tanto no haya consenso entre los integrantes de la OTAN, Berlín no informará sobre su situación en el conflicto bélico.

 

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