jueves, diciembre 12, 2024

ISEGORÍA: Preguntas al futuro

Sergio Gómez Montero*
Diga su última voluntad –conminó el jefe del pelotón
J. A. Madrazo: “Propiedades del colibíí”

Las dificultades que presenta, en general,, el futuro inmediato son varias y de naturaleza diversa, que lo mismo van de lo individual a lo genérico y que el mismo planteo de preguntas al respecto uno, pareciera, no se las iba a hacer en un plazo tan corto ni surgiendo, por ejemplo, del líder de un país como Francia (Macron), que está planteando ya, ahora, el fin del capitalismo y el surgimiento de una nueva economía que le permita salir al mundo del hoyo en que está metido después del recorrido mundial del Covid17, una epidemia que se contabiliza no sólo en términos de vidas humanas, sino más que nada derrumbe brutal de las economías nacionales del capitalismo, que, con excepción de algunas pocas, lo eran todas las economías del mundo y de allí entonces la dimensión enorme de la debacle económica que ya nos alcanzó.

Y es obvio, pues, dos son las respuestas que se pueden dar al respecto. Por un lado, las de quienes todavía confían en la recuperación del sistema capitalista y sus dinámicas tradicionales y las de quienes consideran que ese sistema ya dio de sí lo que tenía que dar y que es urgente pensar en nuevas dinámicas para sostener al mundo y a su población actual, basadas esas nuevas dinámicas en un sistema social que ya no sea el capitalista y en donde figuras, como la renta básica, gobiernos colegiados (no presidencialistas) seguro del desempleo y regreso a la producción para la sobrevivencia en condiciones de cuidado extremo del medio ambiente se convierten en procesos que poco a poco van surgiendo y consolidándose..

¿Cómo pensar en una nueva economía política, que a la vez que diseña estrategias para el buen morir del capitalismo, tiene a la vez que pensar y en esta mueva realidad ahora qué vamos a hacer? Desde luego, ello no es una tarea periodística. Ya los staffs de asesores (como ya lo hacen aquí en México) están trabajando arduamente al respecto con objeto de ir, al mismo tiempo, tapando los banches que dejó la pandemia e ir trazando nuevas vías por las cuales transitar de ser necesario. Lo segundo es lo que despierta más dudas, pues modificar los aparatos productivos y sobre todo los mecanismos del mercado, son tareas realmente ingentes. Uno acá, desde la computadora, no tiene que tomar decisiones tan trascendentes como aquellas que hoy les toca tomar a los equipos de gobierno para quienes nada es sencillo, pues los errores allí cuestan recursos que ya nadie, creo, va a recuperar. Diseñar semáforos como el que va a operar para darle fluidez a la vida nacional, conlleva, me imagino, de trabajo de horas robadas al sueño de quienes estuvieron encargados de esa tarea, esperando que con ello se pueda dar continuidad al cuidado de la salud de la población del país, en un afán de que ello sea la base de la recuperación total de la vida de un país al que el neoliberalismo dejó con más de 50 millones de pobres y con sistemas de salud y educación, entre otras cosas, virtualmente inexistentes. ¿Cómo entonces, con efectividad, levantarse de ese verdadero camposanto en que está convertido el país?

¿Qué país, qué economía levantar a partir de allí. si tomamos en consideración que aún hay amplios sectores de empresarios con recursos que se niegan a impulsar esa otra economía que hoy a nivel mundial se está reclamando, sin querer entender que regresar al pasado inmediato ya no se puede, simple y sencillamente porque no es conveniente para nadie? Y ese es hoy el principal muro a derrumbar, si se quiere que el país siga avanzando de una manera en la cual todos colaboremos y todos recibamos beneficios suficientes que nos permitan, a todos, vivir con dignidad.

Dilemas hay y muchos. Termin aquí mencionando sólo uno que desde tiempo atrás me trae inquieto: ¿producción o consumo? “?No se podrá acaso regular la economía del país generando una producción que permita allegar renta básica para todos e igualmente de alimentos sanos para todos, sin pasar por los mecanismos de distribución tan malignos como los de la intermediación? ¿Se podrá diseñar un semáforo para lograr eso?

*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka @yahoo.com.mx

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