jueves, abril 18, 2024

ISEGORÍA: Gobernar en paz

Sergio Gómez Montero*

Perros enanos entecos, tenéis a vuestro servicio los escribientes nacionales,

pajarracos de la patria

F. Madariaga: “Los poetas oficiales”

El júbilo del primero de julio no ha disminuido; se mantiene. El peso de aquella figura que desde antes del 2000 atraía el interés de múltiples mexicanos, y que desde entonces se incrementó, hoy se mantiene y puede decirse que se sigue incrementando por sectores, porque hay sectores de la población que no ven claro respecto a los beneficios que esperaban obtener, y algunos se han retirado y los obstinados siguen necios en seguir saboteando y negando el quehacer gubernamental de López Obrador. Pero de que él se mantiene firme al frente del aparato gubernamental quedó demostrado el recién pasado primero de septiembre, día de un informe nada tradicional, sino fiesta popular que sirvió para ratificar que el gobierno de la República cuenta con un respaldo popular muy amplio y que tiende a crecer día con día dentro y fuera del país. Porque hoy, cuando a nivel mundial se disputa arduamente por darle un nuevo rumbo a la conducción del planeta, muchos ojos voltean hacia el país para ver cómo es que las cosas se están hoy llevando a cabo entre nosotros.

Y desde luego, nadie duda que hay problemas que se mantienen en el país, tanto por las herencias que se arrastran, como también por errores cometidos en el ámbito de la administración pública, como particularmente en lo que se refiere al manejo de la política interior como, asimismo y sobre todo, a la vida partidaria que se ha mantenido tensa desde tiempo atrás y que pareciera ser que nadie sabe cómo conducirla ni con la bendición de Palacio Nacional: en Morena las pugnas siguen y eso en nada ayuda a estabilizar la vida política del país.

Pero al margen de eso, este primero de septiembre, como el pasado primero de julio, en los mensajes dirigidos a la Nación en ambas fechas, quedó claro que la confianza del Presidente en lo que está haciendo es manifiesta y que tiene muy claro que va ser necesario seguir batallando más que nada con aquellos que piensan que puede ser posible, eventualmente, regresar a los tiempos en que su actuar servil y gansteril al mismo tiempo les proporcionaba una serie de beneficios manifiestos que, poco a poco, han disminuido, o eventualmente desaparecido, y de allí su inquietud manifiesta para que esos viejos tiempos para ellos de bienestar retornen cueste lo que cueste. No quieren aceptar que eso ya no será posible, pues en la medida en que se siga consolidando el gobierno de la República, en esa medida el pueblo que lo apoya seguirá creciendo y va a estar dispuesto a hacer todo lo posible para que las cosas no cambien, al margen de que los beneficios obtenidos hasta hoy no sean los beneficios que se esperaban obtener en términos de consumo y bienestar.

Es decir, un nuevo gobierno conlleva sacrificios y hay que estar conscientes de ello; no todo es fiesta a veces. Lo nuevo también conlleva sorpresas poco agradables, indudablemente. a las que también hay que hacer frente si queremos que en futuros que no tardan se concreten las victorias que las utopías anuncian.

No queda de otra, después de este primero de septiembre, que seguir depositando nuestra confianza en López Obrador. Ojalá y lo escuchen los que se niegan a oír, y lo escuchen también los que lo oyen pero se niegan a entender.

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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