jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: De gobernar a gobernar

Sergio Gómez Montero*

para hacer posible el gran viaje
debo creer ciegamente
en un viaje sin retorno

M. C. Borda: “Caída al abismo”

Ha habido por estos días en el terreno del gobierno nacional, y por ende en el de la política, polémicas fuertes sobre el qué hacer y cómo hacerlo una vez que se está al frente de la toma de decisiones. Fuertes, en verdad, han sido las discusiones, uno de cuyos aspectos centrales casi siempre se pasa por alto a pesar de ser uno de los centrales: ¿por qué antes eso no pasaba? Me refiero a la consulta que formal o informalmente hoy se lleva a cabo con las comunidades sobre la realización o no de las obras que se llevan a cabo en las comunidades. Conocer, previo a la realización de la obra, qué opina la comunidad, era un ejercicio que antes no existía y que por eso hoy extraña y causa desconcierto. A la comunidad de pronto llegaba alguien que decía, por en medio de su casa va a pasar la vía rápida y nadie decía nada, hasta que el día de la inauguración de la obra estaba uno allí, aplaudiendo.

Ese tipo de novedades en la forma de gobernar –la consulta a la comunidad por principio de cuentas– y el fondo de las acciones que se están llevando a cabo, dentro y fuera de los espacios formales de discusión conduce a polémicas de diversa naturaleza que no siempre se entienden y que sin duda generan polémica. Lo cual es bueno, pues en un país como el nuestro, vuelvo a afirmarlo, no todos estamos de acuerdo porque no todos pensamos igual y por eso cuando un nuevo gobierno llega y hace las cosas de manera diferente causa obviamente extrañeza, sorpresa, desconcierto y ocasionalmente diferencias de opinión, porque se llega al detalle de los expertos y sus puntos de vista que no siempre coinciden. Como hoy, en Morelos, en donde el Proyecto Integral Morelos no es aceptado por una buena parte de los habitantes de la zona (comunidades nahuas fundamentalmente), quienes con la asesoría de expertos universitarios, opinan que sus recursos naturales (básicamente agua y tierras agrícolas) se verán seriamente afectados si las obras de ese proyecto, lo mismo que con el Tren Maya, se llegaran a concretar. ¿Sólo una polémica de expertos o una toma de decisiones que afecta el desarrollo del país?

Las nuevas formas de gobernar generan, pues, polémicas de fondo en el país que quién sabe cuándo irán a terminar, pues de ninguna manera es lo mismo que gobierne el PAN o el PRI a que hoy lo hagan Morena y López Obrador, ni tampoco a que las diferencias que hay entre las formas de gobernar se acrecienten, pues cada una responde a intereses diferentes: mientras las de los dos primeros partidos señalados se inclinaban por defender abiertamente el neoliberalismo, López Obrador y Morena tienen como interés central dar la lucha contra ese flagelo, por más que se polemice sobre si estos dos últimos tienen esa finalidad o no. Como sea, la cuestión es que hay raíz para la polémica y que ésta va a perdurar un buen tiempo, pues la materia de discusión va persistir por un buen tiempo.

Mientras el país marche, desde las prédicas de las conferencias mañaneras hasta las consultas sobre los estornudos de los señores secretarios o los departamentos en Houston deberán seguirse realizando y soportando. Eso le da sentido a una pequeña parte de la polémica y ni modo, así es hoy la vida de la Nación.

*Profesor jubilado de la UPN

gomeboka@yahoo.com.mx

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