viernes, abril 26, 2024

ISEGORÍA: ¿A qué está jugando el PRI?

Sergio Gómez Montero*

¿Qué es para usted la poesía además de una fábrica de juguetes,
Además de un libro abierto como las piernas de una mujer,
Además de las manos callosas del obrero”
F. Jamis: “Poesía”

Cada día con mayor claridad, cinismo y desfachatez el PRI viola todas las reglas del “fair play” (el caso Nieto Castillo, el engañoso presupuesto 2018, el darles manga ancha a los concesionarios de radio y tv) para participar en todas las elecciones (estratégicas) de este y del año próximo, y sorprende realmente el por qué lo hace así, en una etapa en la cual se vuelve cada vez más evidente que su debacle (Peña Nieto virtualmente un fantasma que ya no asusta a nadie) y la debacle del sistema (el que se cobija en las faldas de la muerte de la democracia representativa: aquella calaca que desde fines del XIX dibujara tan magistralmente el maestro Posadas) avanzan aceleradamente a nivel mundial, y que pareciera ser que faltara sólo un pequeño empujón para derrumbarlos definitivamente. Pero, ¿por qué no se da ese derrumbe?

Desde luego, no es cuestión de adivinarlo, es sólo cuestión de ejecutarlo. Así, mientras los teóricos realizan lo primero, adivinar (léase el más reciente libro de Rolando Cordera), desde abajo y a la izquierda se intenta ejecutarlo dentro y fuera de los parámetros que el mismo poder ha establecido para hacer política, que sabemos desde muchos años atrás que si son los del poder no sirven, pues allí sólo operan las trampas, las argucias, los fraudes (habría que escuchar las más recientes intervenciones de Marichuy en sus recorridos por Los Caracoles zapatistas en Chiapas) y que es necesario, ya, enseñarnos a resistir con formas de lucha que nos garanticen que la voluntad y la representatividad de los sectores de población marginados y excluidos se va a hacer patente verdaderamente. Si nos seguimos tardando en esa tarea, al igual que el 2017 en el estado de México, en 2018 a nivel nacional no se podrá conmover lo que ya nos tiene hartos en todo el país: corrupción, criminalidad, anarquía, desigualdad económica insoportable.

En apariencia, pues, el dilema pareciera ser sencillo (resistirnos en serio o seguir siendo sometidos por la purulencia del sistema), pero dado que aún la primera parte del dilema (resistirnos) no se resuelve, es urgente que se trabaje en cómo despejar esa primera parte para que así no se repitan los juegos sucios que ya desde hoy está poniendo en práctica el PRI (junto con los verdes y los calderonistas) para conservar en 2018 el poder en su afán de darle así continuidad no sólo a un régimen de gobierno que cada vez tiene menos sentido (el peñismo y todo lo que él representa), sino a un sistema capitalista (hoy denominado neoliberalismo) que una y otra vez entra en crisis profundas (hoy por ejemplo lo que sucede en Cataluña está haciendo conmoverse a todo el sistema, pero, sin duda, si eso no se ve acompañado por otros movimientos sociales de la misma naturaleza, no logrará final y paulatinamente ir modificando las reglas bajo las cuales opera el capitalismo como sistema; léase en el número más reciente de Nueva Sociedad el artículo de Anne White, “Globalización, fragmentación e inseguridad, Respuestas y desafíos del siglo XXI”).

En fin, perder las batallas de hoy (como aparentemente está sucediendo en las Cámaras) con el PRI y sus aliados, sólo presagia que el 2018 como el 2012, el 2006 y el 2000 será un año en donde gracias a sus triquiñuelas y trampas ese partido y sus aliados, en contra de la mayoría de la población del país, saldrá avante en el sucio y fraudulento proceso electoral que se realizará dicho año.

*Profesor jubilado
gomeboka@yahoo.com.mx

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