Por Glen Rodrigo Magaña
Abogado, político, escritor, educador, funcionario público y filósofo oaxaqueño, José Vasconcelos Calderón fue más que eso, representa una genialidad del siglo XX, para esbozar a este célebre “Maestro de la juventud de América” hacemos un recuento de su vida y obra desde sus primeros años; como destacado integrante del Ateneo de México, simpatizó con el maderismo; los amores, exilios y búsqueda de sentido; su cosmología como misionero cultural siendo rector de la entonces Universidad Nacional de México y creador de la Secretaría de Educación Pública; así como las sombras que le provocaron hasta sus últimos días, el fraude a la presidencia de 1929. Acompañado por un vistazo a cien años de distancia en los cuatro capítulos que integran este artículo, donde, de forma fugaz, hacemos el ejercicio de entender parte del reflejo de nuestra historia, desde el fraude de 1988 hasta el triunfo del licenciado Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de julio y atrevernos a ver un poco más allá.
Tal vez si el Maestro Vasconcelos hubiera ganado en 1929, nuestro presente sería distinto, ya que era el intelectual de Madero, fue demócrata, liberal y tenía la firme convicción de que la educación fuese acompañada de la ética, su trabajo político lo basó en principios, admiraba nuestras raíces y entendía el mundo. Fue en ideología un mestizo cultural, el artesano de lo intangible, revolucionario demócrata y un artista en materia de gobernanza.
En fin, “el hubiera” no existe, pero podría existir, porque su filosofía aún vive a casi 60 años de su partida y más aún con este despertar que busca construir un ideal, así que la tarea para este artículo es mostrar en cuatro capítulos, los periodos de vida del “Ulises Criollo”, el clima social y político de aquellos años y cien años después, fragmentos de qué fue lo que nos pasó.
Capítulo I: Desde el principio
-El origen…
Nació en una familia muy católica, su padre Don Ignacio Vasconcelos Varela fue un boticario que llegaría a trabajar para la Dirección General de Aduanas, fueron nueve hermanos, sus abuelos tuvieron cierta cercanía con Porfirio Díaz, y su madre, Carmen Calderón Conde, le heredaría ese profundo sentimiento místico que acompañaría a José Vasconcelos Calderón toda su vida.
Oaxaca fue su cuna, pero debido al trabajo de su padre, se enlistaría en diversas escuelas en la frontera norte, el Estado de México, Campeche o en la Escuela Nacional Preparatoria de la capital mexicana, sitios que despertaron el interés de este joven por la ciencia, la literatura, la metafísica y los derechos universales. En los primeros años del siglo XX, recibe la terrible noticia de la muerte de su madre, hecho que solo logró superar con el amor de quien sería su primera mujer, Serafina Miranda.
Recordemos que la educación de aquellos tiempos era positivista, influenciada por el afrancesado grupo intelectual llamado Los Científicos (los “niños bonitos del porfirismo”) quienes detallaban el modelo que actualmente domina al mundo, ellos, en resumen, promovían el conservadurismo, la oligarquía y la tecnocracia, lo cual, por supuesto, Vasconcelos criticó cuando cursaba su licenciatura en derecho en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, de la que se graduaría en 1907.
-¡Por los años de Don Porfirio!
En 1982, el Presidente de la República era el teniente militar Manuel González Flores, un personaje impuesto por el verdadero mandatario, el General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien ocuparía la silla presidencial nuevamente en 1984, desde aquellos tiempos el gobierno mexicano actuaría bajo el interés de la aristocracia extranjera, los indígenas eran desterrados de sus lugares de origen y las tierras de los campesinos eran arrebatadas por los hacendados europeos amigos de Don Porfirio.
En algunos sectores –los menos-, si se contó con cierto progreso por la ampliación de las líneas férreas, la creación de lujosas arquitecturas, la alta cultura con sus bellas artes, entre otros avances tecnológicos de aquella época, pero también la gran mayoría sufría marginación y pobreza.
En fin… fue hasta que James Creelman con su entrevista al general en marzo de 1908, cuando enciende en el foco mediático una declaración que cambiaría el rumbo de México, Díaz mencionaría en la entrevista de 47 páginas Presidente Díaz, héroe de las Américas, publicada por la revista británica Pearson’s Magazine, lo siguiente:
“He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado…”
-¿Tiempos modernos?
Los años ochenta, cuando entre los sonidos del rock mexicano emergente, bandas callejeras, movimientos de izquierda que tomaban fuerza, periodistas que abrían brecha a la libre expresión y el sexenio de Miguel de la Madrid, administración que quedara superada por la iniciativa de la ciudadanía en el sismo del 19 de septiembre de 1985, bajo su mandato introdujo a México al General Agreement on Tariffs and Trade (GATT) o el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, pero fue su último año en la presidencia, cuando bajo la sentencia ciudadana de “no al dedazo” cometería un error que pagaríamos muy caro.
El año era 1988, cuando uno de los fraudes que más lastimaron a este país, harían que uno de los personajes más dañinos en la historia del México contemporáneo llegara a la presidencia. Años después, en 2004, para acallar los demonios internos, el expresidente Miguel de la Madrid publicaría una autobiografía, la cual bajo el lente del New York Times, revelara:
“Los resultados iniciales de las áreas alrededor de la capital mostraron que el Sr. Salinas estaba perdiendo gravemente ante el líder opositor Cuauhtémoc Cárdenas. ‘Sentí que un cubo de agua helada había caído sobre mí’, recordó el Sr. de la Madrid. ‘Me dio miedo que los resultados fueran similares en todo el país y que el PRI perdería la presidencia’.
…Tres años más tarde, en una alianza entre el PRI y el conservador Partido de Acción Nacional, el Congreso mexicano ordenó que se quemaran las papeletas de las elecciones de 1988, y la única evidencia sólida del fraude cometido esa noche de julio se esfumó”.
Redactaría así, Ginger Thompson en su nota del 9 de marzo del 2004 titulada: El ex presidente en México arroja nueva luz sobre las elecciones de 1988.
Capítulo II: La Revolución para una era de lo mismo
-El ateneo de las juventudes…
Bajo el pensamiento de libertad de cátedra, el libre pensamiento y las ideas de democracia, el Ateneo de México es fundado por Vasconcelos, Antonio Caso, Pedro Enrique Sureña, Alfonso Reyes y otros jóvenes pensadores, mientras que una transformación política se fraguaba en contra de la reelección.
Francisco I. Madero invita a Vasconcelos a sumarse al Club Antireeleccionista en 1909, el joven abogado acepta y es enviado como secretario de asuntos externos a Washington, para 1910 el Club se convertiría en el Partido Nacional Antireeleccionista, que en las votaciones del 10 de julio de aquel año, Madero participara como su candidato presidencial, al enfrentarse al viejo Díaz por el Partido Reeleccionista y el Partido Nacional.
El resultado: fraude, lo que desembocó en el alzamiento armado del Plan de San Luis que diera inicio a la Revolución de 1910, Díaz frente a este escenario de guerra civil decide renunciar y abandona el país el 31 de mayo de 1911. El gobierno provisional llama a elecciones en 1911, en las que triunfa Madero.
En este proceso, Vasconcelos funda el seminario Antireeleccionista, se deja llevar por la pasión hacia “Adriana”, una enfermera de la Cruz Roja, que su nombre real era Elena Arizmendi Mejía y se postula a una candidatura como diputado, la cual pierde, refugiándose en su despacho.
En la decena trágica de febrero de 1913, Victoriano Huerta traiciona a Madero, quien junto a Pino Suarez son acribillados a manos del militar Francisco Cárdenas Sucilla, a un costado del Palacio de Lecumberri.
Vasconcelos se exilia en los Estados Unidos, poco tiempo después se alía con Venustiano Carranza, quien lo nombra agente confidencial en Europa y en el país vecino del norte con la misión de lograr el reconocimiento para el gobierno constitucionalista. Para 1914 se acerca a Villa y Zapata y en la Convención de Aguascalientes acepta realizar las reformas sociales de la Revolución, asume el cargo de secretario de Instrucción Pública por un periodo breve y tras las inconformidades por el régimen de Eulalio Gutiérrez, el Ateneo decide alejarse de México en 1915.
El exilio de 1915 a 1920 fue Nueva York. Rodó los clásicos sugeridos por Justo Sierra, pulir una filosofía que incluía a autores como Plotino, Kant, Schopenhauer, Nietzsche o Bergson, mientras que la masonería le servía de foro para expresar sus descubrimientos y una intensa búsqueda espiritual que integraba principios orientales, hinduismo, así como la decepción amorosa de “Adriana” con uno de sus amigos ateneístas, Martín Luis Guzmán.
-Traiciones azules…
En el año 2000, Vicente Fox llegaría a los Pinos abanderado por el Partido Acción Nacional y marcando el final de 71 años de gobiernos priistas, en aquel tiempo, nuestro país se dejó llevar por “el canto de las sirenas”, una simulada transición que prometía estabilidad económica e incluso “solucionar el conflicto con los Zapatistas en quince minutos”, situación que continua hasta nuestros días.
Al final de su sexenio, había un gran descontento, fue solo la continuidad vestida de azul con botas, catalogado como un presidente a capricho de su esposa, el del privilegio empresarial entre “Los amigos de Fox”, quien buscó el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y también formó parte del gran fraude del 2006, donde de forma ridícula otorgara la banda presidencial a Felipe Calderón Hinojosa en un Congreso de la Unión enardecido, mientras en el ánimo del pueblo, la frustración, el engaño y un profundo descontento, exigía el “Voto x voto” bajo la resistencia social pacífica, que fue la forma como el licenciado Andrés Manuel logró evitar el derramamiento de sangre, mientras que Calderón desataría la violencia dentro de su sangrienta administración.
Capítulo III: Nuestra misión
-La cosmología del misionero cultural
Nombrado como rector de la Universidad Nacional de México por Adolfo de la Huerta, el filósofo del exilio, llega a México en 1920, donde como escritor expresa el romanticismo de sus textos como El Fusilado, donde refleja que las decepciones revolucionarias y las traiciones amorosas, encuentran la redención en la muerte.
Obregón lo invita a su gabinete, pero antes dejaría el lema del escudo universitario “Por mi raza hablará el espíritu” y en su genialidad comenzaría a escribir su obra maestra: La raza cósmica, texto que profundiza sobre los valores hispanoamericanos, ve a Latinoamérica como una gran mezcla de valores, cultura y filosofías que hace llamar: la quinta raza, la cósmica, la cual se funde con el mundo, resalta la mexicanidad, las raíces indígenas, donde entiende a la educación como una herramienta para lograr la igualdad, el motor que nutra las conciencias y el arte como el instrumento para pulir la inteligencia desde lo intangible, lo emocional. Así el hombre nuevo, el cósmico triunfa en el espíritu, que es lo perdurable y pone lo material en segundo plano, por ser algo inconsistente.
En su brillantez filosófica, el artesano de lo inmaterial, funde sus conocimientos aplicados a un programa gubernamental: la ciencia como el recurso técnico; promueve la escuela ética basada en valores; el aprendizaje con reflexión para que los individuos forjen su propia filosofía desde un método de pedagogía intelectual; donde los eslabones de sus misiones culturales tendrían tres componentes prioritarios: el libro, el artista y el maestro.
Bajo esta visión, en 1921 funda, en la administración de Obregón, la Secretaría de Educación Pública, la cual, entre sus primeros programas, desarrollaría las cruzadas educativas y culturales llamadas misiones, cuyo término en el periodo de la colonia utilizaran los sacerdotes ibéricos para hacer llegar la fe cristiana, solo que ahora era por medio de la educación como medio de desarrollo comunitario, mientras que fortaleciera lazos con países hispanoamericanos con las llamadas Embajadas culturales.
Filósofos, intelectuales, antropólogos y artistas se suman a la iniciativa alfabetizadora, el muralismo se ve acompañado de esta nueva era cultural, donde Diego Rivera y sus “Dieguitos” pintan en las paredes de los nuevos recintos educativos.
-Transición para la transformación
Atenco, Ayotzinapa, el Bosque, los muertos y el colofón neoliberalista, son temas sensibles para un país devastado, hundido en una crisis que ha ido de mal en peor, donde las juventudes son ignoradas, los pueblos originarios desplazados, periodistas asesinados, medios más que manipulados y un sistema corrompido que no para de saquear, presidido por Peña Nieto, el priista impuesto por Televisa en el 2012.
Las verdades surgen, el velo se cae y las conciencias despiertan, la dictadura política se derrumba pero la “cleptocracía” -como dijera Jenaro Villamil- aún opera; “Esperamos el contragolpe de lo sucedido el 1 de julio del 2018” anuncia el monero Rafael Barajas “El Fisgón” en el Círculo de reflexión Buzón Ciudadano el pasado 25 de julio; la otra dictadura, la empresarial aún juega sin sufrir todavía algún daño, es uno de los temas en la mesa del programa Periodistas a pie de Rompeviento TV, expone a Jesús Ramírez Cuevas el pasado 20 de julio; la lucha contra el racismo indígena, es uno de los ejes principales del trabajo que realizará en Culturas Populares Macedonio Carballo, afirma en su twitter.
Existen muchos puntos más como la austeridad republicana, incentivar la vida comunitaria, eliminar los privilegios, apoyar a los jóvenes, ser una sociedad más crítica, realizar proyectos en infraestructura para mejorar la conectividad, atender a los grupos vulnerables, los foros para la paz, internet en toda la nación y reactivar con las herramientas del siglo XXI las misiones vasconcelistas, son a un mes del ganar las elecciones, algunas de las propuestas presentadas por AMLO.
Nuestra misión, es ser guardianes en esta transición, donde el aparato neoliberal buscará arrebatar aún más, ellos van por todo y como ejemplo la deuda con la que dejarán al país, así como dividir o desacreditar la decisión ciudadana, pero ahora contamos con recursos que no son manipulados, pero debemos ser objetivos, analíticos y muy cuidadosos respecto a la información, para poder difundirla de una forma veraz, así como organizada y plantear a la par el modelo de república que queremos construir.
Capítulo IV: La filosofía del despertar
-La sombras de Vasconcelos
En 1923 abandona la Secretaría de Educación Pública para postularse a la gubernatura de Oaxaca, la cual no logra y enemistado con el presidente Plutarco Elías Calles, Vasconcelos regresa al exilio en 1924 y radicaría en Europa y Estados Unidos, desde donde envía sus colaboraciones a periódicos que se oponen al régimen de Calles.
A la distancia, el “Maestro de Hispanoamérica” brinda conferencias en varios países, mientras que la Guerra Cristera explota en 1926 y dos años después se entera del asesinato de Álvaro Obregón, ejecutado por el cristero José de León Toral un 17 de julio, quien al interior del restaurante “La Bombilla” de la Ciudad de México, descargó seis tiros de su “Star” calibre 32 hacia el llamado “manco de Celaya”. Así, iniciaría el “Maximato” de Calles que duraría diez años, con presidentes manipulados por el “Jefe Máximo de la revolución” hasta la llegada de Lázaro Cárdenas en 1934.
Vasconcelos regresa en 1928 para iniciar su campaña a la presidencia en Guaymas, convencido por el descontento popular que lo ovacionaba, los antiguos maderistas, algunos revolucionarios, obreros y en su gran mayoría, estudiantes.
El financiamiento de la campaña era impulsado con donativos, aportaciones de intelectuales, artistas y gente de clase alta que simpatizaba con su causa, una de ellas era Antonieta Rivas Mercado, que en el corazón del candidato presidencial sería llamada “Valeria”.
Los vasconcelistas, por su parte, veían en la candidatura de su líder, no a un presidente, más bien un movimiento social que podría en un futuro, romper con los esquemas que Calles había impuesto y crear el modelo de gobernanza en el que soñaba José Vasconcelos, incluso un procónsul le aconsejaría: “La maquinaria del sistema es muy grande, su labor por democratizar es de gran importancia, espere la derrota, continúe trabajando y en cuatro años la victoria verá será suya”.
El 17 de noviembre de 1929 se realizan las elecciones, los dos principales candidatos eran: el impuesto por Calles, Pascual Ortiz Rubio del Partido Nacional Revolucionario y José Vasconcelos por el Partido Nacional Antirreeleccionista. El autoritarismo del Maximato actuó de forma provocativa, ya que antes de que iniciara el conteo de votos, periódicos norteamericanos ya anunciaba el triunfo de Pascual Ortiz con el 93.58 por ciento de las preferencias electorales.
Vasconcelos se encontraba en Mazatlán. Los estudiantes, algunos campesinos y un pequeño grupo de revolucionarios cansados, esperaban la instrucción del maestro para levantarse en defensa del voto, pero no daría la orden por varias razones, la principal sería -en aquel momento- su oposición al militarismo y detener el derramamiento de sangre hacia los estudiantes.
En las consecuencias de esta imposición callista, existen varias teorías: una es que el grupo que apoyaba al filósofo de la raza cósmica, se sintió defraudado, otra el que en esos ayeres no se contaba con algún grupo armado y mucho menos con la fuerza suficiente para desarrollar una nueva guerra civil; en el escenario ideológico, los vasconcelistas eran intelectuales no estrategas militares; pero el hecho tal vez más frustrante, fue que José Vasconcelos, era el hombre que en esos momentos necesitaba al país, ya que su visión demócrata, su pensamiento liberal, aplicar la educación como método de desarrollo y su sensibilidad sobre la riqueza de nuestras raíces, pesaban en el espíritu de la nación y ensombrecían el alma del Maestro Vasconcelos.
Aquí iniciaban los años grises de Vasconcelos, atormentado por lo que no pudo ser y hacer, regresa con su fiel compañero… el exilio. En Nueva York encuentra consuelo en las entretelas de Antonieta “Valeria” que sostendría la amargura que marchitaba al escritor del Ulises Criollo, la revista La Antorcha sería la catarsis de la derrota, de la injusticia y en Paris, Antonieta Rivas Mercado se da por vencida, en la Catedral de Notre Dame, después de la confesión -un tanto filosófica- que su amado hiciera sobre el hecho de no necesitarla, la lleva a tomar la pistola escondida de Vasconcelos y se pega un tiro.
De forma que pareciera mandato del destino, Calles es exiliado por Cárdenas y se reúne con Vasconcelos en Estados Unidos a mediados de la década de los treinta, este encuentro sería por un lado una gran nota para los medios y por el otro una noticia no tan bien recibida para los vasconcelistas.
Después de casi diez años de exilio, Vasconcelos regresa a México en 1938 como director de la Universidad de Sonora, sin lograr evitar su crítica al sistema político, es relevado de sus funciones como director y el maestro se aísla, encuentra en la religión católica de sus años de infancia un pequeño respiro, pero su encono por la izquierda se acentúa, dando un viraje en su ideología por la ultraderecha.
El nacionalismo alemán difundido en Latinoamérica, cortesía del abominable asesor mediático de Hitler, Geobbles, llega a los países americanos como un espejismo, en el cual Vasconcelos, como muchos otros pensadores hispanoamericanos, caen en la trampa. La engañosa propaganda facista de un pueblo que enaltecía su nacionalismo, criticaba a la falsa burguesía demócrata, exponía los supuestos abusos comerciales de los judíos, la amenaza comunista de los rusos y expresaba sus ideales de una raza pura, era un discurso que al maestro le sonaba un tanto convincente, así que en 1940 se publica la revista Timón, dirigido por José Vasconcelos, la cual cierra por disposición gubernamental cuatro meses después.
El periodo de la germanofilia pro-nazista, le duraría poco, en un inicio escuchaba los rumores de las atrocidades de los guetos, los campos de concentración, los genocidios, pero creía que era solo una campaña negra, pero al ver las pruebas en fotografías y reportajes, Vasconcelos reconoce su ignorancia, repudia y rechaza la nacional-socialista, así como el fascismo italiano.
Doña Serafina, su esposa, fallece a inicios de los cuarenta, pero una joven compañera renovaría las penas de Vasconcelos, la joven pianista Esperanza Cruz, 36 años menor que el Maestro de Hispanoamérica, con quien se casaría en diciembre de 1943 y tuvieran un hijo: Héctor Vasconcelos.
Además de colaborar en diversos medios nacionales, Vasconcelos realiza en 1957 una serie llamada Charlas Mexicanas, donde se abordaban temas históricos, políticos y socioculturales. Simpatiza tanto con líderes de derecha como de izquierda en Latinoamérica y España, recomienda a Castro que no fuera blando como Madero, que fuera duro porque si no el pueblo no le va a responder.
El 30 de julio de 1959, José Vasconcelos fallece bajo el amparo de la mística que lo arropó desde sus primeros años, y deja un legado ideológico que nos guía hasta nuestro días, así entre luz y sombras, un personaje que luchara por la democracia, rompió las barreras del analfabetismo nacional y soñó con un México que ahora despierta a su llamado de 1929.
-Esbozo para el futuro
La “todología” que resume La Raza Cósmica, la siembra en las misiones culturales, el sentimiento de identidad, los sueños de libertad y muchos anhelos llegan a un pueblo que aunque fatigado, resiste por el mañana prometido.
En las sombras, los millones de voces que reclaman justicia, un aparato que por tanto tiempo nos ha mantenido cautivos, los pactos ocultos que enriquecen a los traidores, lo siniestro que asesina o nos desaparece, el poder que se sirve del pueblo y una población valiente que actúa con inteligencia.
Somos tantos, que la doctrina egoísta carece de toda lógica, en la comunidad es donde habita la verdadera gobernanza y en la creatividad el fruto de dar, no por el altruismo simulado, más bien, el bien común que se teje para una nueva generación, un nuevo modelo, otro proceso, otra ideología, esa que está en construcción, por que como dijera un anónimo pensador “Nada crece en la obscuridad”, pero gracias a ella encontramos el camino para la luz.
Estimados homoespacieros, les comparto algunos enlaces sobre este anecdótico artículo, que si bien parece inconcluso, solo busca acercarnos a la filosofía de Vasconcelos y en la reflexión compararlo con algunas épocas relevantes en nuestra historia contemporánea:
-La pasión de José Vasconcelos (Clio –biografía-). https://youtu.be/fubakzN00AM
-Crónica de un fraude -1988. Salinas vs Cardenas- (Documental). https://youtu.be/NnVFop2tniM
-José Vasconcelos (Serie Maestros de América Latina). https://youtu.be/4WhFpVywbe4
-Fraude 2006 (Documental). https://youtu.be/Be4do_FCVeE
-Antonieta y Vasconcelos (Programa El Refugio de Los Conspiradores). https://youtu.be/3HKU4BH2OLk
-Esto soy (Documental –AMLO-). https://youtu.be/TClF8dK7EE0
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