CIUDAD DE MÉXICO.- La segunda semana de marzo de 2020 en México se declaró la pandemia por coronavirus, lo que nos orilló a todos a “quedarnos en casa” y trasladar todas nuestras tareas diarias a ese espacio, pero lejos de paralizar al mundo empresarial, la crisis del coronavirus ha modificado la dinámica laboral con el Work From Home, remplazando prácticamente al trabajo en oficina.
Las medidas de distanciamiento social y el no salir de casa para evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 dejaron como única alternativa el trabajo desde casa para las oficinas del mundo.
Así, desde hace más de un año las oficinas de México se vaciaron y con ello, se sustituyeron las juntas por videoconferencias y videollamadas, empleando -por fin- la estrategia del Home Office y poniendo a prueba el rendimiento de los trabajadores.
Las oficinas podrían colapsar al mercado inmobiliario
Aunque en un principio acostumbrarse a un ritmo de trabajo personal y libre resultó complejo para muchos oficinistas, ahora miles de mexicanos han demostrado a sus jefes que el trabajo desde casa es -en la mayoría de los casos- más efectivo.
Y es que en dado caso de que las empresas decidan experimentar con esta comprobada experiencia del Home Office, eso podría significar el colapso del mercado inmobiliario.
Pero las apuestas aún son precipitadas pues al cierre de mayo el sector corporativo reportó un promedio en recolección de rentas del 80 por ciento; lo que implica que hasta el quinto mes del año el sector no había sufrido un golpe letal.
El principal problema es que este tipo de compañías dependen de flujos de corto plazo, porque los contratos con sus usuarios son de un mes, seis meses o quizá de hasta un año. Pero en contraste, ellos firman con los dueños de las edificaciones arrendamientos de muy largo plazo, de 10 hasta 15 años, por lo que la compañía asume un riesgo elevado.
¿Habrá nuevos retos para las oficinas?
Definitivamente los habrá. Ahora las oficinas tendrán grandes retos en cuanto a la adecuación de espacios pues respetar un metro y medio de distancia entre cada empleado será un requerimiento para asegurar la salud de cada persona.
Ante esta medida los líderes de las corporaciones y empresas se verán obligados a aumentar la ocupación de espacios o bien, a aceptar la dinámica de laborar entre los centros de trabajo y el Home Office.
Asimismo, las oficinas deberán contar con sistemas de ventilación más eficientes. Además, los especialistas inmobiliarios anticipan una subida en los precios de las rentas, al menos en el corto plazo.
¿Cuáles son las opciones viables?
Ante la implementación del trabajo desde casa, muchas empresas se están dando cuenta de que no necesitan al 100 por ciento el espacio con el que contaban.
Esto podría implicar una reducción de hasta el 70 por ciento en el alquiler de oficinas pues es casi seguro que habrá mayor flexibilidad por parte de las empresas ante la posibilidad del Home Office.
En otro rubro se espera que el trabajo remoto y la colaboración tecnológica sigan creciendo, a su vez que las empresas deberán reforzar su inversión tecnológica.
¿Morirá o se revolucionará el coworking?
Dentro del mercado inmobiliario de oficinas, uno de los segmentos que más demandaba espacios eran las empresas que ofrecen servicio de coworking, sin embargo, la necesidad de mantenernos en casa representará una serie de retos para este mercado una vez que la etapa de confinamiento termine.
Los espacios de coworking surgieron en México en el 2009, atrayendo mercados inmobiliarios principalmente en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
La sensación se deriva a que este concepto ofrece planes personalizados, horarios amplios y la posibilidad de interactuar fuera de los modelos tradicionales corporativos.
Y aunque resulta un fenómeno estupendo, los coworkings podrían verse afectados porque tienen alta densidad de gente, algo que las personas buscarán evitar.
Y es que el coronavirus golpeó fuertemente a este sector que, de acuerdo con el corrector inmobiliario CBRE, el año pasado el inventario de oficinas coworking alcanzó los 288 mil m2 en 1389 edificios ubicados en Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Hace 10 años los espacios de estos tipo apenas sumaban mil m2 de superficie.
¿A qué atenernos?
Actualmente, la Ciudad de México es el mercado más grande para espacios laborales porque tiene una oferta de poco más de 7 millones de m2. De ellos, hasta el cierre de marzo, había una disponibilidad de 14.2 por ciento; un mercado ‘sano’ registra un nivel de alrededor de 10 por ciento.
Ante las cifras, Sergio Pérez, director de servicios corporativos globales de Newmark Knight Frank, dijo que el mercado inmobiliario en oficinas entró en un congelador con la pandemia porque los cierres y las entregas de oficinas se están desfasando, al igual que los pagos.
Tan solo en 2018, la ocupación de espacios de oficinas en la CDMX fue de 600 mil m2, mientras que en 2019 bajó a 400 mil. Para este año la cifra estará por debajo de los 300 mil.
Aunque el futuro del sector oficinista y los coworkings resulta aún incalculable, lo seguro es que nos encontramos frente a un nuevo paradigma que modificará la forma de trabajar como la conocíamos hasta ahora, con un mediano impacto en el mercado inmobiliario.
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AM.MX/vgs