CIUDAD DE MÉXICO, 9 de enero (AlMomentoMX).— Durante el juicio con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló una serie de conversaciones telefónicas y de texto que el narcotraficante sostuvo con diferentes personas, entre ellas su esposa, Emma Coronel.
En uno de los mensajes de texto, enviado el 22 de febrero de 2012, El Chapo Guzmán le pidió a Emma Coronel unos zapatos de talla 7, pantalones y hasta tinte para su bigote, luego de que lograra escapar de una redada que autoridades mexicanas y estadunidenses hicieron a su casa de Cabo San Lucas.
“Todo ocurrió muy rápido”, supuestamente le escribió Guzmán Loera a Emma Coronel, tras explicarle que vio a policías golpeando la puerta de una casa vecina y se vio forzado a salir a toda prisa. “Oh querido, eso es horrible”, respondió la ex reina de belleza.
Los mensajes pasaban de los comentarios de dos padres sobre sus hijas, a las de operaciones del grupo criminal; la pareja habla de lo lindas que son sus pequeñas gemelas, para pasar después a preguntas sobre si ciertos hombres asesinados pertenecían al cartel.
En la audiencia de este lunes en el juicio contra el capo mexicano, el agente especial del FBI, Stephen Marston, especialista en crímenes cibernéticos, presentó las conversaciones y mensajes interceptados.
Explicó que el encargado de las comunicaciones internas del Cártel de Sinaloa entregó esos mensajes de texto entre El Chapo y su esposa a las autoridades estadunidenses. Se trata del ingeniero técnico, un colombiano llamado Cristian Rodríguez, colaboró de forma secreta con las autoridades de Estados Unidos desde el 2011 hasta el 2013.
Marston reveló cómo Rodríguez ayudó al FBI a interceptar y grabar las conversaciones telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de El Chapo y sus subalternos, las cuales serían registradas en tres servidores instalados en Holanda.
Las llamadas que tanto esperaba el gobierno de Estados Unidos comenzaron a registrarse en abril de 2011. Gracias a la cooperación y al conocimiento de Rodríguez en comunicaciones encriptadas, el FBI pudo recolectar cientos de conversaciones telefónicas de El Chapo, haciendo negocios o dando órdenes sobre operaciones relacionadas con el tráfico de drogas ilegales.
Durante el juicio, se reprodujeron fragmentos de 29 audios, entre ellos el de la conversación que sostuvo Guzmán Loera y su hermana, Bernarda, en 2017, cuando el capo sinaloense ya se encontraba en el Centro Correccional Metropolitano en Nueva York. Esta grabación se reprodujo para que los integrantes pudieran comparar la voz del acusado con la que escucharían posteriormente de las llamadas telefónicas interceptadas y grabadas por el FBI.
En el audio de la plática entre los hermanos Guzmán Loera, El Chapo pregunta a su hermana sobre la pavimentación de las calles de su pueblo, La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa, tomando como referencia la iglesia que está junto a la casa de su madre, doña Joaquina.
De los otros fragmentos, los más reveladores son los referidos a las conversaciones entre El Chapo y Orso Iván Gastélum Cruz, Cholo Iván, jefe de su ejército de sicarios. En otra, se oye a una mujer desconocida y Guzmán Loera ponerse de acuerdo para la distribución y venta de “cristal” (metanfetaminas) en varios estados de la Unión Américana.
Guzmán Loera enfrenta 11 cargos, que incluyen delito por tráfico de drogas, por tráfico de armas, por lavado de dinero y por participación en empresa criminal. De ser declarado culpable, El Chapo enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
AM.MX/dsc