jueves, marzo 28, 2024

DE ENCANTOS Y DESENCANTOS: REmemorar, REvisar, REflexionar, REplantear inician con RE de REinventarnos

Mónica Herranz*

Existen muchas inspiradoras palabras que comienzan por RE como reflexionar, replantear, retomar, reiniciar, rememorar, retar, reconquistar, reanimar, reivindicar, etc. RE, como prefijo, significa repetición, movimiento hacia atrás, intensificación, oposición o resistencia y/o negación o inversión del significado simple.

 

Es un prefijo muy utilizado en la actualidad y puede emplearse casi con completa libertad para formar nuevas palabras, especialmente en el sentido de repetición. Como norma general, ha de escribirse soldado a la palabra a la que se une, sin guion intermedio.

 

Y después de este brevario cultural ortográfico, entremos en materia, ¿Qué tiene que ver RE con la psicología?

 

Si sustraemos el significado y lo llevamos a lo simbólico, RE nos dota de la posibilidad de poder “volver a”, por ejemplo, volver a pensar (reflxionar), volver a empezar (reiniciar), volver a recordar (rememorar), volver a surgir (resurgir), etc.

 

A veces nos encontramos en situaciones en las que es necesario hacer una pausa. Los motivos pueden ser infinitos ya que pueden responder a cuestiones personales, laborales, sociales, amorosas, etc., y muchas veces en esa pausa, iniciamos algo a lo que denomino Proceso RE, que es aquel proceso que se lleva a cabo en la mente mientras rememoramos, revisamos, reflexionamos y replanteamos aspectos sobre aquella situación o situaciones que nos han llevado a la pausa. Y, en ese sentido, el Proceso RE es también la llave de una nueva oportunidad.

 

Rememorar, significa evocar, recordar algo percibido, aprendido o conocido, lo que nos permite volver a una situación anterior, nos permite acordarnos de las experiencias y del aprendizaje o lecciones adquiridos con esa vivencia o momento o situación de vida.

 

Revisar, tiene que ver con volver a examinar o analizar una cosa o situación con detenimiento y atención, así como someter la cuestión o situación a alguna prueba para poder llevar a cabo las correcciones necesarias, en caso de que lo sean. Nos permite volver a echar un vistazo a los acontecimientos, ver por donde hemos caminado y hacia donde nos han llevado nuestros pasos.

 

Reflexionar, nos permite volver a pensar y considerar un asunto con atención y detenimiento para analizarlo, estudiarlo, comprenderlo, y formarnos una opinión sobre ello. Es un acto que nos invita a pensar si el camino que estamos siguiendo es el que deseamos seguir o si queremos variar el rumbo, y en dado caso de que la respuesta sea si, determinar hacia dónde queremos ir.

 

Replantear, es la acción de volver a pensar o exponer esquemáticamente la manera de solucionar un conflicto o situación, es decir, es la posibilidad de encontrar distintas alternativas de solución, analizarlas, optar por una, o sea, tomar una decisión y trazar cómo es que la vamos a llevar a cabo.

 

Pareciera que entre revisar, reflexionar y replantear hay mucha similitud en cuanto a la definición, sin embargo, cada uno de estos procesos, tiene su  peculiaridad. Revisar por ejemplo nos invita más a ubicarnos, a ver en dónde estamos, reflexionar está un poco más orientado hacia volver a pensar o considerar situaciones y, replantar tiene que ver, más que con situaciones, con soluciones.

 

Sabemos que se le pueden dar distintas connotaciones a estos términos de acuerdo al entendimiento general que cada persona tenga de cada uno de ellos, sin embargo, para efectos de esta nota y en un esfuerzo por distinguirlos con mayor claridad es que se ha hecho la distinción que acabamos de leer.

 

Ahora, si tenemos cada uno de estos procesos por separado,- rememorar, revisar, reflexionar y replantear-  que todos los tenemos de forma constante en mayor o menor medida, no podemos considerar que estemos en Proceso RE. Este proceso se da solamente cuando hacemos una pausa, un alto, y se dan todos estos elementos a la par, uno de la mano de otro, llevándonos a un nivel de profundidad e introyección que no se alcanza cuando los procesos se presentan por separado.

 

¿Que por qué decía al inicio que las palabras que comienzan por RE son inspiradoras? Bueno, porque cada una de ellas nos lleva a inspirar, inspirar hondo y profundo, retener, pausar, relajar, y exhalar pausadamente, con calma. Imaginemos un ejemplo común en este mundo tan tecnologizado. Usted está trabajando en un documento en su laptop, llega una falla, la que sea, y pierde el documento sin haberlo guardado. Primero, evidentemente, hará coraje, después llegará el momento en el que hará una pausa, inspirará, retendrá la respiración, aceptará que el documento se ha perdido, exhalará con calma y estará entonces en disposición de reiniciar su labor.

Ahora, llevémoslo al extremo con el propósito de ejemplificar más claramente.  Imagine por un momento que ha perdido el sentido de la vida, que anda por ella como un autómata desorientado, que transita por ella preguntándose qué hace en este mundo, para dónde va, cuáles son sus metas, por qué y para qué está aquí. ¿Qué hacer en esta situación? Entre otras muchas alternativas, puede entrar en Proceso RE, puede hacer una pausa, que inicia justo en ese momento en el que la mente dice ¡basta!, inspirará, retendrá la respiración un momento, aceptará que aquello por lo que la mente dijo ¡basta! está pasando, exhalará y  entonces se activarán los procesos: rememorar, revisar, reflexionar y replantear su situación. ¿Inspirador? Cada quien sacará sus conclusiones, yo creo que si, por que el Proceso Re, con los cuatro elementos que lo conforman, cuya primera sílaba es RE, es como mencionaba anteriormente, una llave a una nueva oportunidad, es esperanza.

 

Finalmente a modo de cierre, e independientemente del Proceso RE, agregaré que hay otro motivo por el que las palabras que empiezan por RE, además de parecerme inspiradoras, me resultan encantadoras,  y es por que habitualmente huelen a lucha, saben a ideales, a utopías, a un acto de amor que nos lleva a reevaluarnos, revelarnos y resurgir, nos lleva a renacer y ahí, en esencia, está su carácter inspirador, encantador, casi a veces diría, sobrecogedor.

 

Confesaré que entre mis palabras favoritas con tal carácter se encuentran Revolución y Rebeldía, que son palabras impregnadas de fuerza, de poderío, de resistencia, de evolución. Son palabras que de la mano y encauzadas de forma apropiada tienen el poder de salvarnos, de crear o recrear, de volver a surgir, de reinventarnos.

 

*Mónica Herranz

Psicología Clínica – Psicoanálisis

facebook.com/psiherranz psiherranz@hotmail.com

Artículos relacionados