viernes, abril 19, 2024

EN REDONDO: El muro, un asunto de orgullo y dignidad

Por: Mario Ruiz Redondo

Desde sus tiempos de campaña por la Presidencia de Estados Unidos, en 2016, Donald Trump enarboló como una de sus principales banderas proselitistas, completar la construcción de un muro de tres mil kilómetros en su Frontera Sur, “para impedir que narcotraficantes, violadores y delincuentes mexicanos, sigan arribando a la Unión Americana, donde además de enviciar a los estadounidenses, les arrebatan sus empleos”.

Otro de los argumentos populistas que le permitirían ganarle la Casa Blanca a su contrincante Hillary Clinton, al lograr más simpatías entre los supremacistas blancos, sería también la implantación de una política protectora, que incluiría la aplicación de elevados impuestos a la importación de productos elaborados en el extranjero por sus transnacionales, sobre todo de México, para obligar el retorno de sus inversiones.

Pero también quedaría muy claro, que la derrota infringida por el abanderado de la causa del Partido Republicano, a la aspirante del Demócrata, no fue estrictamente en función de votos del electorado, pues la ex primera dama superó por más de dos millones de sufragios a Trump, cuya victoria quedaría en manos de los grandes capitales que patrocinan a la mayoría de los integrantes del Colegio Electoral, que determinaron la inclinación de la balanza, yendo en contra del interés del pueblo norteamericano.

Y cuando se pensaba que los tambores de guerra contra México, serían solamente parte de una estrategia de campaña, ya en el poder, no solamente no bajaría sus agresiones, para hacerlas realidad.

Es así como el jefe de la primera potencia mundial, ha continuado sus intenciones de subordinar todavía más a nuestro país, poderosos intereses de las multinacionales estadounidenses, que dominan la economía nacional y sus principales riquezas naturales.

Ante su terquedad por lograr su compromiso con el electorado que le dio su apoyo, ha presionado al Congreso la autorización de 20 mil millones de dólares, aunado a una campaña mediática en cuanto a que finalmente los mexicanos pagarán en su totalidad el muro fronterizo.

Respuesta inicial a ese intento arbitrario, por parte del Presidente Enrique Peña Nieto, en nombre de una política diplomática prudente, considerando las dificultades en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, en las que Trump esgrime el chantaje como forma de obtener mayores beneficios de este convenio que 23 años después de su firma, ha sido en la práctica desventajoso para México.

A más de un año de perseverar desde la Presidencia su obsesión por construir el muro, Trump no ha podido lograr su objetivo e incluso ha sido objeto de severos cuestionamientos a nivel mundial, incluyendo la del Papa Francisco y líderes de potencias europeas, que recuerdan el ejemplo del muro de Berlín, que dividía a las dos Alemanias –comunista y capitalista-, y que al ser derrumbado ha convertido a su poblaciones en aliadas, para conformar la gran potencia que ahora constituyen.

En el segundo mes de 2018, cuando parecía inminente un primer encuentro oficial en Washington, entre Donald Trump y Enrique Peña Nieto, se ha anunciado por parte del mandatario mexicano la cancelación de su visita de Estado, sin dar mayores detalles de las razones de su decisión, que ha venido a ser una sorpresa, dado el interés despertado en momentos de tensión en las relaciones bilaterales, con la edificación del muro, como tema central.

Dudas que en su edición de este sábado 24 de febrero, despejaría el influyente periódico The Washington Post, al publicar el diálogo sostenido por la vía telefónica entre Donald Trump y Enrique Peña Nieto.

La decisión del mandatario mexicano sería una respuesta enérgica ante el intento de manipulación que pretendió Trump, durante la conversación de aproximadamente 50 minutos, que sostuvieron el pasado martes 20 de febrero, desesperado por no avanzar en su proyecto de la discordia, que le sigue restando simpatías internas.

Esta vez el Presidente Peña Nieto, adoptaría una posición acorde al interés nacional, para contrarrestar la ofensiva permanente de La Casa Blanca, al afirmar que “para México también es un asunto que va más allá de la situación económica, porque es un tema relacionado con la dignidad de México y se extiende al orgullo nacional de mi país.

“Dejemos de hablar por ahora sobre el muro. Encontremos una manera creativa para solucionar este asunto, para que esto sirva tanto a su gobierno, mi gobierno y a las sociedades de ambos. Dejemos este tema, dejémoslo de lado y busquemos una solución creativa a este asunto. Y avancemos en otros temas que creo que son positivos para nuestros países. Esa sería mi postura, señor Presidente”.

Oportunidad de hablar con toda franqueza con Donald Trump, a quien Enrique Peña Nieto precisaría, a propósito de su conducta beligerante: “No es nada personal, señor Presidente, pero es impensable que pueda ignorarlo, porque es completamente inaceptable que los mexicanos paguen por el muro que usted piensa construir.

“Entiendo, señor Presidente, el pequeño margen político que tiene en términos de todo lo que dijo y prometió durante su campaña. Pero también me gustaría que entendiera, Presidente Trump, la falta de margen que tengo yo como presidente de México para aceptar esta situación.

“Desafortunadamente, este ha sido el punto crítico que no nos ha permitido avanzar en el establecimiento de mejores relaciones bilaterales. Propongo, que nos permita buscar maneras en las que podamos reconciliar estas diferencias”.

Sin ánimo de enfrentamiento, el mandatario mexicano diría a su colega estadounidense: “Entiendo la postura de su gobierno en el tema, y la respeto. Pero también pido que considere y respete la postura de mi gobierno, y la postura general de la sociedad mexicana”.

Difusión de The Washington Post del texto de la grabación obtenida, según el rotativo, de fuentes de alto nivel de ambos países, en la que se escucha al dirigente mexicano proponer la búsqueda de maneras para poder hacer a un lado esta dificultad y buscar una solución creativa, considerando que la ruta de diálogo que se mantiene en lo que concierne a la economía, seguridad y comercio, es bastante prometedora para la relación binacional.

Convicción de Peña Nieto, de que se va por el camino correcto para superar las diferencias comunes, si ambas partes están de acuerdo. “Y creo que podemos continuar con esta actitud, como yo lo veo, que es una actitud constructiva que nos permite avanzar de manera positiva y crear lazos amistosos”.

Y mientras el Presidente mexicanos trataba con un lenguaje respetuoso a Donald Trumpc, éste lo haría de manera irreverente, tuteándolo, en los días en que su yerno y asesor Jared Kushner mantenía en Washington, reuniones con el canciller Luis Videgaray, para preparar el encuentro en la capital norteamericana.

Más aún, surgiría la prepotencia que le caracteriza, al tratar de imponer nuevamente su política de chantaje y sometimiento a México, al marcar las pautas a seguir: “Ya que tú y yo hemos llegado al punto en el que ambos hemos dicho que no pagaremos por el muro. Desde un punto de vista político, eso es lo que diremos. No podemos seguir diciéndolo porque si vas a decir que México no pagará por el muro, entonces ya no querré reunirme con ustedes porque no podré vivir con eso.

“Estoy dispuesto a decir que lo resolveremos de alguna manera, pero eso significa que todo se arreglará y eso está bien. Pero ya no puedes decir que los Estados Unidos pagarán por el muro. Sólo voy a decir que lo estamos resolviendo”.

Algo así como el llegas a mi casa, declaras lo que yo te ordeno y te vas, como alguna vez de manera arbitraria hizo el entonces presidente Vicente Fox Quesada con el líder cubano Fidel Castro Ruz, en la Cumbre celebrada en Monterrey, en la que prácticamente lo echó, después de comer, por instrucciones del presidente George Bush, para evitar que ahí se encontraran.

Irritación evidente de Trump por no convencer a su colega del sur de su frontera, de que antepusiera a todos los temas, el de la construcción del muro, lo cual que permitiría a Peña Nieto subrayar su desacuerdo: “Es una gran presión la que nos impone, señor Presidente, con respecto a quién va a pagar por el muro fronterizo. Esto es lo que sugiero, dejemos de hablar sobre el muro. He reconocido el derecho de cualquier gobierno de proteger sus fronteras como considere necesario y conveniente. Pero mi postura ha sido y continuara siendo muy firme al decir que México no puede pagar por ese muro”.

Sería interrumpido por el también magnate inmobiliario: “!Pero no puedes decirle eso a la prensa. La prensa va a irse sobre eso y no puedo vivir con ello. No puedes decirle eso a la prensa porque no puedo negociar bajo esas circunstancias!”.

Inmediata la respuesta de Peña Nieto: “Lo comprendo bien, señor Presidente. Entiendo este punto crítico y entiendo la crítica posición política que esto constituye para su país y para usted. Encontremos una manera creativa de superar este obstáculo. Eso no quiere decir que éste no es un asunto importante, es un tema importante. Sin embargo, es por ello que debemos tomar el camino que comenzamos, porque cuando empezamos a hablar sobre el muro fronterizo, nos evita hablar de otros temas importantes que debemos discutir. Entiendo claramente lo que este asunto constituye para usted en los Estados Unidos”.

La mentalidad intervencionista en asuntos internos de otros países sería externada por el gobernante estadounidense, como si él decidiera en México, en su afán de convencer a Peña Nieto de las bondades del muro en la frontera: “Bien. Quiero que seas tan popular que tu pueblo solicite una reforma constitucional en México para que puedas reelegirte por otros seis años”.

Pasando por alto su intromisión, con toda prudencia contestaría Enrique

Peña Nieto: “Es muy amable, señor Presidente. En realidad lo único que me interesa es que a nuestras naciones les vaya bien, que podamos tener una amistad y una relación constructiva con su gobierno, con usted y entre nosotros”.

Fiel a su estilo de contradicciones permanentes, Donald Trump expresaría: “¿Sábes? Deberíamos de incluir eso en un comunicado. Tus palabras son tan hermosas. Esas son palabras hermosas y creo que yo no podría hablar con ese lenguaje tan hermoso, ¿está bien? Sería genial incluir esas palabras al final del comunicado. Muy bonito en verdad”.

Cancelación de una visita de Estado por parte del Gobierno de México, en respuesta a un trato que sigue siendo irrespetuoso, de un hombre que más que gobernante, es un dictador totalmente fuera de lugar, al que México deberá seguir tratando como lo que es, sustentado en el Derecho Internacional y no en simples amenazas de corte chantajista.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y de Comunicadores por la Unidad A.C.

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