sábado, diciembre 14, 2024

En México una de cada cinco mujeres contrajo matrimonio o se unieron antes de cumplir la mayoría de edad

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre (AlmomentoMX/SemMéxico).- En México una de cada cinco mujeres contrajo matrimonio o se unieron antes de cumplir la mayoría de edad, es decir, la tasa de matrimonio infantil se ubica por encima del 20 por ciento pese a que las generaciones recientes tienen más oportunidades educativas y laborales. Lo que coloca a la tasa mexicana como una de las más altas de Latinoamérica y la más alta dentro de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

De acuerdo con el informe presentado por ONU Mujeres y el Colegio de México “Familias en un Mundo Cambiante: El progreso de las mujeres en el mundo 2019-2020”, aunque el matrimonio infantil es más común en la población rural, las tasas son considerablemente elevadas entre las mujeres urbanas con el 23 por ciento y son Chiapas, Guerrero, Coahuila, Veracruz, Quintana Roo, Oaxaca y Baja California las entidades federativas que registran los niveles más altos.

“En las zonas urbanas de 10 entidades del país al menos 20 por ciento de las mujeres menores de edad entran en unión conyugal, mientras en las zonas rurales de 24 entidades, 25 por ciento de las mujeres lo hace; siendo en los niveles educativos más bajos donde más se presenta este fenómeno”.

“Esto implica una alta probabilidad de abandono escolar y de no completar la educación media superior o superior, lo cual entre otras cosas las coloca en desventaja y les impide ejercer otros derechos tales como la salud, la autonomía y la libertad”, afirmó Silvia Giorguli, presidenta del Colmex.

En el informe Ficha México se señala que el matrimonio infantil disminuye entre las mujeres que completan la preparatoria, por lo que se indica que asegurar la permanencia de las adolescentes en el sistema educativo es una estrategia básica para erradicar este tipo de matrimonio, ya que la asistencia a la escuela crea una incompatibilidad entre los roles de estudiante y esposa “que disminuye sustancialmente el riesgo de matrimonio infantil”.

A este fenómeno se le agrega el problema persistente de las mujeres en el trabajo doméstico. “A pesar de su mayor participación en el trabajo remunerado las mujeres continúan siendo las proveedoras principales del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en los hogares”, afirmó Giorguli. “En los estratos socioeconómicos muy altos por cada tres mujeres que realizan trabajo doméstico y de cuidado, sólo un hombre realiza el mismo trabajo. Mientras que en los estratos socioeconómicos muy bajos esta diferencia se amplía consideradamente: 4.5 mujeres por cada hombre realizan este trabajo.

Por su parte, la profesora investigadora del Colmex, Julieta Pérez, confirmó que el matrimonio infantil se centra en las mujeres y no en los varones porque es en ellas donde el fenómeno es prevalente. “Debido a los estereotipos y la discriminación de género, esta práctica se hace común y socialmente aceptable en las niñas y no en los niños, pues de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Juventud 2010, la tasa de matrimonio infantil en los varones es apenas del cuatro por ciento”, esta diferencia deja claro que las mujeres que se unen conyugalmente siendo menores de edad generalmente lo hacen con varones considerablemente mayores a ellas”.

Debido a esto, algunas recomendaciones que se platean en el informe son: 1) Garantizar servicios públicos accesibles y de calidad para apoyar a las familias y promover la igualdad de género; 2) Garantizar el acceso de las mujeres a ingresos propios adecuados; 3) Proveer tiempo, dinero y servicios para cuidar dentro y fuera de la familia; 4) Implementar políticas y normas migratorias orientadas a las familias y a los derechos de las mujeres; 5) Mejorar las estadísticas sobre familias y hogares con enfoque de género.

“Hacemos un llamado a los responsables de formulación de políticas, activistas y a la sociedad en su conjunto a transformar las familias en espacios de igualdad y justicia, en los que las mujeres tengan voz y capacidad de elección, además de garantizar su seguridad física y económica”, refirió Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México.

AM.MX/fm

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