sábado, diciembre 14, 2024

“El Taquito” de la familia Guillén

Adrián García Aguirre / Ciudad de México

* Hay que comer tacos con tradición.
* Imperativo conocer la taquería más antigua.
* Abrió en 1917, en plena Revolución mexicana.
* Ahí se han dado cita celebridades de todas partes.

El Taquito es símbolo de los tacos en la capital, lugar emblemático en el Centro Histórico en donde desfilaron un sinfín de personalidades como Cantinflas, María Félix, Agustín Lara, Gabriel García Márquez y hasta Marilyn Monroe.
¿Dónde comer tacos con tradición? Hay que conocer la taquería capitalina más antigua, que comenzó sus actividades en 1917, en la puerta de la casa marcada con el número 69 de la calle Del Carmen, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En ese año, Marcos Guillén y su esposa Conchita Rioja sacaron un anafre y un comal, elaboraron antojitos mexicanos como sopes, pambazos, quesadillas rellenas de papa, queso, flor de calabaza, tacos de lengua y de carnitas; fue así que, a través de mucho trabajo y esfuerzo, el lugar se acreditó; inició la historia de este icónico lugar que continúa preparando comida mexicana.
Desde entonces, en más de un siglo, han pasado presidentes, príncipes, premios nobeles y artistas. Marcos Guillén, dueño del restaurante El Taquito, la tercera generación, dijo que han salido adelante a base de trabajo:
“Temblores, ambulantaje, nos han cerrado las calles, pero hay una cosa bien importante que, gracias a Dios, El Taquito está en el mismo lugar, con el mismo nombre y con la misma familia, eso nos da un crédito importante”.
Los presidentes Emilio Portes Gil y Adolfo López Mateos comieron sopa de nopalitos con huevo aquí. Mario Moreno Cantinflas fue asiduo a las enchiladas taurinas y Marilyn Monroe comió tacos de gusanos de maguey y tomó una margarita.

Cuando iba La Doña, María Félix, los vecinos cerraban la calle nada más para ver a la diva.

Hasta el príncipe Carlos de Inglaterra probó las quesadillas de huitlacoche y las chalupas. El premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez degustó tacos de carnitas e, incluso, en reconocimiento por los 100 años de la taquería, la Lotería Nacional emitió un billete conmemorativo en su honor.
Más de dos mil fotografías adornan las paredes donde se ven personalidades de la política, los negocios, los deportes, el cine y la televisión.
En 1978, después de la misa encabezada por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, en la que dio el emotivo mensaje de: “México, siempre fiel”, tanto cocineros y personal de El Taquito se esmeraron en preparar para el Sumo Pontífice y 350 cardenales invitados, una deliciosa comida que consistió en consomé de pavo, filete de res a la tampiqueña, entre otros antojitos mexicanos que encantaron al Papa Viajero.
Hoy, hasta el dueño Marcos entra al quite y atiende a los comensales. Frente a la barra de la cocina apura a los cocineros para que le den una canasta con tortillas y así poder llevarla a una mesa.
La cuarta generación de la familia está al frente del negocio y en la cocina, por supuesto, un miembro más: Carla Guillén.
“Las recetas son de mi bisabuela, las respeto mucho, pero yo innovo, les meto de mi cosecha”.
En cuanto a los platillos que más solicitan los comensales, Carla aseguró que “les encanta el molcajete de arrachera, la cecina de res, las enchiladas taurinas que son rellenas de cecina de res; vienen mucho por criadillas, también por machitos y por sopa de médula”.
De acuerdo con la chef, el secreto de la cocina de su bisabuela es peculiar, pero efectivo, “me han dicho que mientras más quemadito, más rico”.
Sin más, Carla toca la campana de la barra de la cocina para dar salida a una sopa de nopales; la labor y la vida sigue en la calle Del Carmen 69.

 

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