jueves, abril 18, 2024

El mayor crecimiento económico en décadas

Por Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.

Nada más comenzar la pandemia, subrayamos la singularidad de la recesión de 2020, la primera de este tipo provocada por un shock externo. En consecuencia, advertimos que resultaría difícil interpretar los mercados a través del análisis de los datos macroeconómicos y de los resultados empresariales, debido a las distorsiones que afectarían a los factores fundamentales del mercado durante varios trimestres.

 
En un principio, la distorsión de los datos se manifestó de forma negativa. En cambio, el año 2021 se caracterizará por el fenómeno contrario, ya que la economía estadounidense registrará su mayor crecimiento anual en una generación. El efecto combinado del ahorro involuntario – que probablemente será gastado en parte tras la reapertura de la economía – y el efecto patrimonial positivo motivado por el aumento de los precios de los activos dará lugar, con toda probabilidad, a un crecimiento bastante fuerte del producto interno bruto (PIB) durante al menos dos o tres trimestres, a partir del segundo semestre. Las previsiones del departamento de investigación de Julius Baer estiman el crecimiento del PIB real de EE.UU. en +5,8%, con potencial para una revisión al alza.
 
Es interesante señalar que la actual generación de inversionistas está acostumbrada a los shocks de crecimiento negativo, pero jamás ha conocido uno positivo. Bien es cierto que los mercados ya han descontado en parte esta aceleración del crecimiento. Sin embargo, cuando se produzca realmente, habrá que observar con atención la reacción de los gobiernos y los bancos centrales. En cualquier caso, creemos que las fuerzas estructurales existentes antes de la pandemia seguirán actuando una vez que se haya completado la normalización de las economías avanzadas. En efecto, entendemos que
el comportamiento del sector privado (hogares y empresas) en Estados Unidos y Europa seguirá condicionando la velocidad de circulación del dinero, debido a una preferencia estructural por el ahorro.
 
A más largo plazo, es interesante reflexionar sobre las primeras declaraciones efectuadas por Janet Yellen desde su puesto de Secretaria del Tesoro de EE.UU. En consonancia con su filosofía al frente de la Reserva Federal (Fed), Yellen se centra en los
riesgos que plantea un crecimiento insuficiente para absorber el subempleo causado por la pandemia. También hace hincapié en las desigualdades sin precedentes que se observan en Estados Unidos y en el subempleo crónico que afecta a las minorías.
 
Es más, la Reserva Federal se hace eco de sus preocupaciones. Se dan por lo tanto las condiciones idóneas para que, en Estados Unidos, a lo largo de esta década, muy probablemente se apliquen políticas macroeconómicas que combinen estímulos fiscales activos, propiciados por la política monetaria, considerando esta última como una continuación de los primeros. Ahora bien, es probable que esta transición lleve algún tiempo y, mientras tanto, los bancos centrales tratarán el incremento de la inflación en 2021 como un fenómeno pasajero.

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